Cap. 9. Otra vez en el cuartel

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Eran las 10 de la noche y me mantenía ocupado con la próxima expedición que lanzaríamos para probar el sistema de formación triangular con avisos por pistolas de humo. Esa era la información que habíamos hecho correr a la tropa, pero, había una segunda misión que sólo conocíamos unos cuantos ya que empezábamos a sospechar que podrían haber uno o varios titanes hostiles que podrían tener también forma humana dentro de las murallas. Hacían pocos meses, esa idea hubiera resultado estúpida pero con el despertar titán de Eren Jeager esta opción había empezado a ser consistente y seguramente, estos titanes hostiles irían en contra del Titán Eren por ser una baza a favor de la humanidad. En todas estas cosas me encontraba pensando cuando llamaron a mi puerta. Miré la hora y supe que sólo podía ser Levi. Masajeé mi sien con la punta de los dedos ya que lo que venía iba a requerir de toda mi paciencia capacidad de persuasión, este pequeño hombre era un cero a la izquierda en las relaciones íntimas y ponía mi paciencia al límite porque debía explicarle todo con pelos y señales.

- Adelante.

- Con su permiso comandante.

- Bien, siéntese y espere que acabe de leer estos papeles.

Mientras se sentaba empecé a hacer que releía y aproveché para observar su lenguaje corporal, se le notaba que no estaba nada cómodo en esta situación y aunque mantenía una postura muy rígida, sus ojos no paraban de moverse por todo el cuarto sin mirarme. Cuando creí que se había mentalizado para lo que venía dejé los papeles y me acerqué tranquilamente como el que no quiere la cosa y como en la ocasión anterior me incliné para que mi cara quedara a escasos centímetros de la suya. Le miré a los ojos y un ligero rubor le subió por la piel mientras empezaba a morderse los labios lo cual no dejó de parecerme divertido.

- Vamos Levi, hace mucho que nos conocemos, no hace falta que estés tan nervioso.

Como pensaba, ni siquiera me contestó, desvió la mirada con molestia por haberle hecho ver tan débil y conseguí que después de unos segundos su mirada se volviera más dura y me encarara con determinación.

- Bien, empecemos, Hangi ya me ha explicado cómo han ido los experimentos y he de agradeceros a ambos vuestro trabajo inestimable para conseguir en tan poco tiempo unos datos tan favorables.

Eso pareció relajarle e infundirle un poco más de seguridad.

- Ahora bien, - espeté – cuéntame cómo te ha ido la otra parte de la misión.

Pareció que toda la entereza que había conseguido volvió a desinflarse, se pasó la mano por delante de la cabeza a fin de recolocarse el pelo, visiblemente molesto comenzó a hablar.

- Continuamos manteniendo nuestra relación tal como te comenté la semana pasada.

- Sé más específico, necesito saber en qué punto estáis.

La mirada que me lanzó fue de absoluto odio y no sé por qué eso me gustó más de lo que debería.

- ¡Es un puto crio caliente que no para de demandarme besos y sólo quiere metérmela lo antes posible! – espetó con toda la rabia que tenía.

- ¿Y ya lo habéis hecho?

- ¿Qué?, ¿se te ha ido la olla?

- En algún momento unos cuantos besos no van a ser suficientes, necesitas avanzar en esta relación.

- Si puedo evitarlo no lo haré – y cruzó sus brazos y giró su cabeza hacia la derecha en señal de negación.

- Levi, es una orden y tienes que obedecer, la supervivencia de la humanidad está por encima de nuestra vida y nuestras preferencias.
Chistó con la boca, en señal de fastidio.

- A ver, ¿os habéis tocado?

- ¿Por qué mierdas quieres saber eso????

- ¡Para ayudarte hombre!

- Si, - se volvió a arrebujar en si silla mientras se sonrojaba – me ha tocado el pecho y ha bajado hacia mi entrepierna.

- Ohhh, eso ya es algo más, bien va lento pero vamos avanzando.

Volvió a mirarme con ira y no pude contenerme en llegar más lejos con él, no era que tuviera sentimientos de amor por él, pero el hecho que quitarle esa mirada desafiante y subyugarlo a mi gusto me provocaba un gran placer, es por eso, que eliminé el espacio que nos separaba y le besé con fuerza en los labios, solicitando que me dejara entrar en su boca. Le pillé por sorpresa, pero en cuanto vio que no cedía en mi empeño se dejó llevar. Si, ese era el Levi que me gustaba, el que se sometía a mis caprichos pero que peleaba hasta el último momento. Una batalla que sólo tenía un ganador. Y ese era Erwin Smith.

Lo levanté de la silla mientras manteníamos nuestros labios unidos y lo acerqué a la cama.

- ¿Qué haces? – inquirió

- Necesitas practicar para que con Eren no te sea tan difícil.

Mi comentario, hecho con toda la maldad en un momento como ese, hizo que Levi intentara alejarse de mi, pero para desgracia suya yo me encontraba ya encima de él mientras y con una mano le desabrochaba el pantalón y agarraba su miembro empezando a masajearlo.

- Tengo experiencia en dar placer a mis amantes, no te preocupes, te lo pasarás bien.

Levi dejó de hacer presión para liberarse de mi peso y aproveché la oportunidad para desabrochar mis pantalones y juntar nuestros penes para masturbarnos a la vez. Es gracioso ver la diferencia de tamaño, su pene es pequeño como él, y apenas sobresalía de mi mano. Levi miró hacia abajo y se asustó de lo que vio por lo que tuve que calmarle.

- Tranquilo, no pienso metértelo – como mínimo hoy no, pensé.

Mantuve un ritmo constante con una mano mientras con la otra le mantenía agarrada la nuca para evitar que pudiera deshacerse de mí y me mirara a los ojos. Empezó a jadear intensamente, tan indefenso y pequeño debajo mío, y en unos segundos acabó en mi mano, yo aún no había acabado por lo que solté su pene y me puse encima de su cara para eyacular en su rostro, eso sí que me calentó y mientras me miraba horrorizado por tener mi pene tan cerca de su vista, eyaculé manchándole parte de la boca, nariz y pómulos.

Me bajé de encima suyo y me coloqué bien los pantalones, Levi aún no se movía, creo que estaba en shock por lo que acababa de pasar.

- Vamos Levi, levántate de mi cama. – Le urgí.

Lentamente se incorporó y se sentó en la orilla de la misma mientras miraba hacia el suelo.

- ¿Qué es lo que pretendes Erwin haciéndome esto?

He de decir, que después de todo lo que había pasado, su voz sonaba muy entera y en el fondo de mi ser me sentí molesto, ¿de verdad no le había afectado?

- Ya lo sabes, necesitas un empujón para que tu relación con Eren avance. Si hemos de hacer esto o más cada vez que vengas, pues lo haremos, está en tu mano satisfacerme con tus avances, pero si te estancas, tomaré cartas en el asunto.

El capitán se levantó de la cama lentamente y desató la bufanda que rodeaba su cuello para proceder a utilizarlo como pañuelo y así quitarse las manchas de semen de la cara. Una vez que consideró que estaba suficientemente limpio se dirigió a la salida sin siquiera volver a mirarme a los ojos. Lo reseguí con la mirada hasta que cerró la puerta detrás suyo. Ahora que había pasado todo, me sentía un poco culpable por lo que le había hecho pero alejé rápidamente ese pensamiento de mi mente y volví a concentrarme en mi trabajo. La humanidad esperaba mucho de mí y no pensaba defraudarla.

El deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora