Giros Inesperados.

Desaparecido.

-Tú no vas a participar en esta misión, Katherine.-

-¿Por qué?-

-Porque no me da a mí la gana.-

-Sabes que me las apañaré para encontrarlo de una forma u otra.-

-Intentalo y cierro la misión y dejo que Marcus muera.-

Katherine apretó los puños y Paolo ni siquiera se inmutó. Andrew ahora se encontraba detrás de ella y la agarro del hombro para que saliera del despacho, si no, se iba a liar allí la mayor de la guerras. El tiempo corría y eso era una bomba de relojería, cuanto mas tiempo pasaran sin encontrar a Marcus, menos tiempo habría para encontrarlo con vida. Katherine comenzó a dar vueltas de un lado a otro, buscando alguna solución para todo. Quizás a Paolo se le pasara el enfado o quizás no, o puede que ella pueda unirse a la misión a escondidas o puede mejor no arriesgarse. Perder a Marcus seria demasiado, no es algo por lo que se llegaría a sentir orgullosa. Su estupidez no se puede pagar con la vida de una persona, no con la de Marcus. Andrew la agarró y le pidió por favor que se tranquilizara y que él la ayudaría, que le pediría a Paolo entrar a la misión si ella no lo hacia y que le prometía que haría todo lo que estuviese en sus manos para salvar a Marcus. Ella se tranquilizó, pero muy poco, era ella la que quería encontrar primero a Marcus, para decirle que le quería y que ella le había estado buscando más que nadie, porque tenia miedo de que si otra persona que no fuera ella, lo encontrará, él pensara que ella no puso empeño en encontrarlo. Decidió relajarse del todo por Andrew. Estaban en la puerta del despacho, veían como entraban y salían gente y Katherine estaba desesperada, quería gritar que se dieran más prisa. Trago saliva varias veces e intentó no pensar en todo lo que estaba pasando, esto era un caos, un completo caos. De repente, llamaron a Andrew. Pidió por favor a quien quiera que fuese que a Andrew lo incluyeran en la misión, le tranquilizaba solo un poco que si ella no estaba, estuviera Andrew. Pasaron unos minutos y Andrew seguía dentro. Cuando salió, le hizo un gesto a Katherine como de que lo siguiera hasta la habitación.

-Paolo me ha dicho que no puedo pasar demasiado tiempo contigo, que no puedo decirte datos de la misión y que cree que tienes tú la culpa de que Marcus este desaparecido y de que lo hayan secuestrado, por eso no te incluye.-

-Pero, si él... Él ya sabía que yo no... Bueno continúa, ya contaba con que me pusiera a mí como culpable.-

-Bien, necesito que me digas todo lo que le dirías a Marcus si lo encontrarás, es por si lo encontramos. Y, la misión durara unos días, no se exactamente cuantos, pero después de esos días, habrán más y más hasta que lo encontremos, necesito saber si podrás apañartelas sola durante ese tiempo, porque si vas a cometer alguna locura o algo que te perjudique a ti o a tu salud, me quedo.-

-Puedo cuidarme sola, no haré nada, tú solo encuentra a Marcus e intenta meter mucha prisa, que no paren, tenéis que ser rápidos, cada minuto cuenta.-

-Te pido que no intentes investigar por tu cuenta, solo quedate en tu cuarto.-

-Sabes que no puedo hacer eso.-

-Bueno, si sales de tu cuarto no hagas ninguna locura o seguramente me traerán de vuelta de la misión.- Ella asintió.

-¿Como puede llegar a ser capaz de matar a su hijo solo por qué me involucre en encontrarlo?-

-Ya sabes que Paolo no se anda con tonterías, es lo que él dice o nada y si eso significa arriesgar vidas, lo hará.-

-Pero es que eso es...-

-Bueno, deja de hablar, ahora mismo vamos a salir, dime que lo quieres que le diga a Marcus si lo encontramos.- Katherine se quedó pensativa.

-Que lo siento, que no lo odio, que no me alegro de que me dejara porque yo le amo, porque quiero estar con él y que si le queda poca vida que luche por mí, porque si vuelve, yo voy a estar aquí.-

Andrew le dio una palmada en la parte superior del brazo y luego un beso en la frente y desapareció en busca de Marcus. Pasaron tres semanas después de eso. No supo absolutamente nada de Andrew, Paolo, Marcus o de la misión. Estaba desesperada y sin saber que hacer. A veces salia al patio a correr un poco o iba a clases de entrenamiento para despejarse, pero se saltaba la mitad de ellas. Había probado a llamar a los números de Andrew y Paolo varias veces, pero nadie contestaba, se desesperaba cada vez que oía ese pitido. También entró en la habitación de Marcus y se dio cuenta que lo que había recortado de ella en algunas fotos, se las guardo y ella pensaba que él las había tirado. Al hacer eso se paso, estaban investigando la habitación y ella entro, podría haber hecho que se fuera todo a la mierda y que Andrew estuviera de vuelta mientras la misión continuaba, pero nadie la vio. En fin, que Katherine estaba completamente perdiendo la cabeza. No era algo como lo de Bella Swan en Luna Nueva, eso fue algo demasiado exagerado. Pero si estaba empezando a perder la memoria, es como si estuviera sedada, hacia cosas sin sentido, luego no se acordaba de porque había hecho ciertas cosas. Eso es lo que pasaba por tener como primer pensamiento al chico que quieres desaparecido y apunto de morir. Ni Andrew ni Paolo habían dado todavía con Marcus, pero yo sí se donde esta y como esta. La realidad no se aleja mucho a lo que Katherine piensa, esta apunto de morir. Esta encadenado, sin comer casi y apenas sin beber, a adelgazado mucho y esta hecho un asco. Él tiene delirios sobre como aparece Katherine y lo salva, pero nunca son verdad. Después de tres semanas, Katherine perdía cada vez más la esperanza de que encontraran a Marcus con vida y eso la ahogaba por dentro. Hasta que un día tuvo la idea tan maravillosa(no tan maravillosa) de ir a un bar a emborracharse. Recordó que algunos humanos hacen eso para ahogar sus penas. Pero es que también tienes que saber ir al bar adecuado. Ella se vistió y apenas se arregló. La verdad es que iba preciosa siempre, fuera como fuese, ella era demasiado guapa, demasiado bella. Cualquier chico o incluso chica, la desearía. Ella siempre había pasado de toda esa gente, no le interesaba. Salió de la Universidad y fue al bar más cercano que se encontraba. Su idea de bar era otra a la de cuando entro en él. Le parecía un poco asqueroso ya que vio a varios tíos restregandose con tías.

-¿Y la puta bebida?- Dijo en voz baja.

Miró bien por encima de todo el bar y vio la barra, enseguida supuso que seria allí donde servían las bebidas ya que habían un montón de tíos bebiendo y vasos vacíos alrededor, y casi todos estaban llorando y algunos pegando puñetazos a la barra. Se sentó y le entró un poco de miedo, no sabia lo que hacía, estaba claro. Miro al camarero y el camarero a ella.

-Oye, una chica como tú no debería de estar aquí para desahogar sus penas, si quieres puedes venir a mi casa en cuanto termine mi turno.-

-Dame todo el whisky que tengas, por favor y no, no me apetece irme a tu casa.-

-Ya, eso dicen todas pero luego acaban viniendo conmigo.- El camarero le tendió un vaso y una botella entera de Whisky.

Si no habías bebido nunca en tu vida antes, el whisky era un poco fuerte. Bueno te ponía borracho/a en apenas segundos y eso es lo que le pasó a Katherine.