Sentía la mano de Liam recorrer mi espalda a lo que sólo podía fruncir mi ceño y removerme un poco, me sentía raro y sabía perfectamente él aprovecharía la situación.
Necesito irme.—susurre poniéndome de pie pero nuevamente su fuerte agarre en mis caderas me hizo detenerme.
No puedes irte, no aun.—sentí su pecho pegarse a mi espalda a lo que solo me pude remover haciendo una mueca.
Tu hijo esta afuera y puede entrar en cualquier momento.—gruñí al sentir su grande mano tomar mi barbilla y obligarme a besarlo a lo que sólo gruñí arqueando mi espalda.
Bien... Paso por ti en unas horas.—lo sentí empujarme suavemente dejando una nalgada en mi trasero, negué y fruncí mi ceño caminando rápidamente fuera de la oficina.
¡Hola! —me sobre salte al escuchar aquella aguda voz solo agache un poco mi mirada para poder ver a Charlotte el cual estaba lleno de algodón de azúcar que llevaba en un bote pequeño.—¿Quieres? Es sabor azul.
Fruncí mi ceño nuevamente ante aquello; este niño era algo tonto. Negué suavemente y comencé a caminar, sintiéndolo como caminaba detrás de mi dando leves saltos.— ¿Que haces aquí? Crei que estarías con Zayn.
Oh, mi papá... Como el es organizador de eventos, tuvo que irse y no quiso dejarme solo en casa, ya que según soy muy irresponsable. Y según soy un peligro cuando yo estoy solo.—asentí un poco confundido y camine hacia donde estaban mis papeles algo desordenados.
Ya veo.—susurre sin prestarle mucha atención y seguí ordenando unas cosas, observé el computador para poder llenar unos formularios.—Hey, Charlotte, deja eso.—mire como intentaba tomar unos papeles y rápidamente los quite.—Los ensuciarás.
Que aburrido eres, Harry es mejor.— mi piel se erizó levemente ante aquel nombre, negué y cerré mis ojos unos segundos.—¿Conoces a James?
....
Louis caminaba de regreso a su casa tarareando una canción en su mente, las calles estaban solitarias y oscuras, alumbradas muy apenas por los gigantes postes de luz.
Mientras mucho más atrás iba un automóvil negro; en el cual iban dentro Liam y Charlotte en los asientos de atrás y Harry conduciendo. Un pequeño y delgado plástico dividía el asiento de atrás con los de enfrente, formando una pequeña pared.
Papá..—el menor jalaba la manga de la camisa de su padre. Pero este en ir concentrado en el teléfono contestando mensajes no le prestaba mucha atención.—Papá... ¡Papá!
Charlie, no puedo ahora.—gruño el castaño safandose del agarre de su hijo mirando como este sólo hacia puchero. Rodó sus ojos y miro al menor suspirando.— ¿Qué pasa? —abrazó la espalda del más joven y beso su frente acariciando el cabello contrario. El menor se iba quedando dormido en los brazos ajenos mientras Liam volvía a contestar algunos mensajes.
Harry frenó de golpe provocando que ambos se sobresaltaran.
