Las velas

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Natsu tocó a la puerta antes de entrar.

-Pasa Natsu, estás en tu casa.-sonrió la rubia. Él rió al entrar.

-Ya...-dijo cerrando la puerta. Lucy seguía haciendo dibujos invisibles en la bañera-¿Qué ocurre Lucy?-ella paró y le miró.

-Nada...-dijo poniéndose recta otra vez.-¿Qué llevas en la mano?-él avanzó con una sonrisa y dispuso las velas alrededor de la bañera. Acto seguido se metió en esta sin dejar de mirar a Lucy.-Natsu, son velas hermosas...pero, ¿no las piensas encender?-él asintió. Cogió un bote de gel y lo lanzó fuertemente contra la pared, haciendo que la rubia se sobresaltara.

La luz se apagó.

-No son tan bonitas si hay luz encendida.-dijo el pelirrosa en la oscuridad. Chasqueó los dedos y todas las velas se encendieron a la vez, llenando la estancia con su dulce olor.

-Vaya...-dijo ella anonadada. Lucy bajó la mirada, observabando sus rodillas encogidas. No sabía qué decir. Se sentía muy nerviosa, podía ver perfectamente el pecho desnudo del pelirrosa, y se sonrojaba al sentir sus piernas rozar las suyas bajo el agua.

-Lucy…-dijo Natsu llamando su atención.-Nunca me había bañado con alguien… Humano quiero decir. Es muy divertido-su voz tenía un tinte de nostalgia. El pelirrosa no la miraba a los ojos.

-Yo tampoco...-respondió sinceramente recordando a su padre. Una lágrima rodó furtivamente por su mejilla. Cuando se dio cuenta, se limpió rápidamente ,pero era demasiado tarde, un chico de pelo rosa ya la había visto.

-Lucy…-más lágrimas rodaban por el rostro de la rubia sin que ella pueda evitarlo. A Natsu se le rompía el alma.

-Tienes razón…es genial.-susurró ella con la voz rota. Sin pensárselo dos veces, el chico la abrazó.

La chica se sorprendió. Se quedó paralizada al sentir el fuerte torso de su compañero, y trató de separarse, pero el chico no la dejaba.

-Lo siento, no quería hacerte sentir mal…No llores, Lucy…me duele verte así-en sus palabras se notaba su dolor y eso hizo que la rubia dejara de forcejear.

Correspondió al abrazo inconscientemente.

-No pasa nada Natsu.-dijo ella separándose un poco. El pelirrosa se separó y le cogió el rostro con las manos, secándole las lágrimas con los pulgares.

Entonces se acercó a ella lentamente. Le acarició la nariz cariñosamente con la suya y se inclinó un poco hasta rozar sus labios con suavidad.

Lucy no podía hacer más que corresponder ese beso que le sabía a cielo.

Tras un momento, se separaron lentamente, y de igual forma abrieron los ojos. Ninguno sabía qué decir.

De súbito, sonó el timbre

-Natsu, abre por favor.-se oyó una voz femenina.- Vengo a traerte algo.

**************

Quería decir que de verdad que leo todos los comentarios pero desde el móvil no soy capaz de responderlos y que muchas gracias por apoyarme tanto, ¡hacéis que quiera seguir escribiendo!

Muchas gracias por los ánimos (especialmente a MisakiDragneel, no sé si lo he escrito bien)

Y espero que disfrutéis mucho, tanto como lo hago yo al escribir.

Besos :3

Amor incandescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora