Sombras de Blasfemias [Niall Horan y tú].

Capítulo 44: ¿Nialler?

Si quieren dedicación pidanmelo en los comentarios c:

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increíble el paso de las semanas en este lugar, parecían eternos y al mismo tiempo parecían ser cortos cuando te dabas cuenta de que estás a un paso de abandonarlo.

—Me ha gustado tu avance —comentó la doctora que a veces me atendía cuando Nialler tenía demasiadas cosas en la cabeza. Últimamente estaba lleno de trabajo, ya que trabajaba medio tiempo dando clases en una universidad.

Si podía confesar, eso me volvía loca de celos. Pensarlo rodeado de chicas intelectuales, chicas coquetas, o simplemente de chicas, me hacía sentirme impotente. Luego él me recordaba que gracias a mí ahora él tenía el valor y la fuerza de hacer cosas que tal vez antes no se habría atrevido, y me calmaba un poco.

—Gracias —susurré, sonriendo.

Debía confesar que me costaba ser franca con ella. Nadie me daba tanta confianza como Nialler.

—Has entablado amistades dentro, has sido amable con casi todos los directivos y has comido todo lo que se ha puesto en tu bandeja. Las cámaras de seguridad no muestran ninguna irregularidad.

Sonreí, satisfecha.

—Supongo que cada vez avanzo más a mi pase de salida definitivo.

Ella rió.

—Claro, siempre y cuando sigamos avanzando en esto. La última vez que te visitó tu hermano fue ayer, ¿no?

Asentí con la cabeza.

—Muy bien, eso es todo por hoy.

Salí de su oficina con la esperanza latente en mis ojos. Me crucé con Nialler y le sonreí.

—Creí que no estabas y por eso Laura me había atendido —dije, haciendo referencia a la psicóloga que recién había visto.

—Sí, perdona. Lo que pasa es que tenía muchos exámenes que calificar.

Me quedé callada. Reemplazada por exámenes, ¡qué increíble novio tenía! Bueno, tal vez era uno de esos momentos del día en los que tenía que recordarme que Nialler y yo no éramos oficialmente nada, solamente teníamos lo que sentimentalmente nos unía, que últimamente no eran muchas cosas.

Probablemente él abandonaría el centro antes que yo a este paso.

—Ok —susurré.

Miró su reloj y su rostro cambió.

—¿Nos vemos más tarde? Tengo una junta con mi directivo en media hora y si no llego a tiempo…

—Entiendo, no te preocupes. Está perfecto.

Y esta vez mi sonrisa fingida ni siquiera llegué a creérmela yo.

—Lo siento, hablamos más tarde.

Y salió volado por el pasillo en dirección a la puerta del fondo.

Ni siquiera un beso a hurtadillas esperando que nadie nos viera, como solía hacerlo, un beso en la frente o en la mejilla si lo que quería era disimular.

Suspiré. Tal vez era momento de despertar un poco más a la realidad.

*

El reloj de la mesa marcaba las ocho. Una hora más y todo lo que conocería sería el sueño.

Últimamente había estado observando fotografías. Las clases de fotografías que te ayudaban a entender que tenías un pasado, y estaba maravillada con ellas. Muchas habían sido tomadas en momentos, horas y lugares precisos, como si narrasen una historia juntas.

Había terminado ya el libro de biología, y había decidido que mi vida no podía encaminarse a eso, era complicado. Pero la fotografía… era sólo una opción. Igualmente había iniciado textos, una especie de diario que me ayudaba a entender qué era lo que estaba pasando, y qué es lo que está pasando ahora.

—Hola, ______ —me saludó una chica que entraba en la habitación.

Por muy raro que fuera, los zombies de los que tanto me había quejado ahora me agradaban.

—Hola, Eli.

Un grupo de chicas entró también, y me saludaron con una sonrisa.

Luego entró Catalina, la chica con la que me había familiarizado ya bastante. Llevaba una cara de pícara que en seguida me mostró que algo tenía entre manos.

—Tú galán te busca.

—¿Nialler? —dije, sacando todo rastro de alegría en mi cuerpo. No se me olvidaba que tenía más tiempo para la universidad que para mí.

—¿Algún problema?

—Ninguno —intenté sonreír.

—Pues si los hay, se te olvidarán, porque tiene pase de salida para ti y para él esta noche.

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[Paola E. Haiat♥]

Frase del día: "Hoy vas a sonreír porque tus ojos se han cansado de ser llanto."