León volvía luego de un extenso viaje, volvía exhausto. Volvía con el rostro sonriente, pero con una mirada muy triste, de esas que cuesta disimular. Intenté descifrar que ocurría con él, pues de cada viaje volvía lleno de felicidad, pero no lo logré, y no me quedó otra opción que consultar.
- No es nada, sólo no fue un viaje como cualquier otro. Fue extraño.
-Soy toda oídos, cuéntame.
-Es muy largo, Libertad.
-Tengo tiempo.
-No lo creerías...
-Todo lo que uno oye por primera vez genera esa sensación, no crees? Vamos, tampoco fuiste tan lejos. ¿Era bello?
- Pues sí, realmente lo es. Pensé en ti cuando llegué, te hubiese encantado verlo.
Libertad recurrió al ritual que realizaban cada vez que él volvía de sus bellos y aventureros viajes, consultó por cada lujo de detalle de ese lugar.
Así, León le comentó que se trataba de un lugar redondo, realmente colosal, con una diversidad enorme de paisajes, tan enormes como jamás había divisado. Para su asombro, había extensos espacios llenos de agua, donde uno podía sumergirse y dejarse llevar. También había montañas que uno podía escalar, gigantes senderos de todos los colores, piedras esbeltas con históricos significados y poderes, ciudades gigantes llenas de casas grandes y bellas, algunas utilizadas como museos para poder guardar, cada quien en su memoria, trozos de historia que no desearían perder.
Mientras León se encargaba de brindarle detalles de cada paraíso que conoció, Libertad fue visitando cada uno de ellos mediante ingeniosas representaciones en su mente. Pero, aún no comprendía.
- Entiendo entonces, querido, que tu sobreangustia se debe a tu regreso, y no a tu visita.
- Me temo que no es así, por más que así lo desearía. Me costará mucho tiempo poder explicarte, pero este bello lugar no está desierto como muchos otros, está habitado. Las diferencias son tan grandes entre ellos, los engañaron con tan perversos sistemas, que puede que no le quede mucho tiempo de vida. Todos aquellos paisajes que te describí, sufren poco a poco el paso agigantado de años de contaminación, sus enormes egos los hicieron creer que poseen un poderío sobre ellos que les permite destruirlos. Además, se adolecen muchas más penas, Libertad: se sufre, a raíz del capitalismo, el consumismo, la diferencia de clases, el machismo de la mano del sistema patriarcal, el especismo, el biologicismo.
El rostro de Libertad fue mutando, o más bien, se fue desfigurando al compás del asombro. Intentaba entender cada concepto que había esbozado su compañero.
-Pues mentiría si dijera que comprendí una sola palabra. ¿De qué hablas, León?, ¿de qué se trata todo esto?
-Dame tiempo de procesarlo, y poder explicártelo. Realmente es muy cruel y doloroso todo lo que he visto allí, me siento abatido.
- Me dijiste que era bello, que querría conocerlo- La voz de Libertad se había vuelvo desesperanzada y melancólica.
- Tu ya me conoces. Me cuesta encontrar belleza en medio de tanta tristeza, pero apuesto a que tu podrías, este lugar lo amerita.
- Oye, tan hermoso y tan descuidado. Seguro no lo has soñado? De qué lugar estamos hablando?
-Ya quisiera. Se llama Planeta Tierra.
