El que olvida.

238 36 30
                                    


"AMOLAD es propiedad de the Snipster"

Sus manos se enroscaban en los cabellos de color ébano, pasando lentamente por el inusual mechón dorado que descansaba sobre su regazo, él intentaba tranquilizar al portador de dicho peinado; Tiempo usaba dos de sus tres brazos para consolar a Muerte, mientras el viento del valle de Ithis los envolvían, el dios de las eras sintió el olor de la fragancia de su congénere, tan sutil, emanaba aquel aroma del dios que se desasía en llanto.

Eran amigos desde hace eones, Tiempo había estado ahí durante el primer rechazó de Muerte con los otros, lo vió todo desde su casa hecha de relojes y espejos, observó como su amigo corría con lágrimas rodando por sus mejillas debido al dolor de sentirse tan sólo. Poco después el aparecería para consolarlo, pero en una ocasión todo cambio.

Vida se haría presente en el destino de Muerte, haciendo uso de la autoridad que le dio Ithis, había defendido al dios, y poco tiempo después lo acepto y logró lo mismo con los otros; sin saberlo lo amo, y fue correspondido por el solitario Juez de almas...

Después de años, él hombre de estrellas en los cabellos, sería el causante de un dolor más poderoso en el corazón del dios de la muerte.

El amor dolía, era como espinas en una rosa, el olvido era necesario en el alma del dador de vida, aquel tórrido romance entre la Vida y la Muerte no acabaría nunca bien, Ithis lo sabia y lo evito, como piezas en el ajedrez le dio jaque mate al rey, y borro su memoria.

Y ahora en sus brazos tenia al dios de la muerte, ¿Quién diría que la Muerte fuera tan frágil?

— Lamento haber llorado sobre tu manto — se disculpó Muerte, intentando ponerse de pie, el viento se estaba volviendo más gélido, no sabia si era por el clima, o la soledad que lo estaba abrumando; antes de levantarse en vilo, Tiempo lo sujeto por la cintura.

— Nunca te disculpes conmigo — le dijo, Muerte se abrumó ante esas palabras, incluso pudo sentir un sonrojo en sus mejillas — sabes que puedes llorar ante mí, yo intentare consolarte, aunque mis palabras siempre sean las mismas.

— No, tus palabras me dan fuerza, Tiempo, si no fuera por ti, estaría profundamente solo — le dijo sincero, poniéndose en cuatro para tener su rostro ante el espacio donde debería ir las facciones de su amigo — ¡Vamos! No te escondas, se cómo luce tu cara.

Tiempo suspiró, estaba un poco cansado de esconder su forma humanoide, así que liberando el cosmos que lo ocultaba, mostró un rostro tan pálido como el de Muerte, cuyos ojos azules era del mismo color que su túnica, los cabellos blancos le daban un toque sabio, Muerte le sonrió, amaba ver aquellas facciones, eran simplemente hermosas.

El dios de las eras no entendía desde cuando esos encuentros habían dejado de ser solo como consuelo, no quería pensar que el benefactor pronto entendería lo que perdió, el corazón es frágil, pero solo él como el amo del tiempo era capaz de curar todo, incluso la ausencia del alma gemela del juez.

Sin pedir permiso puso su frente en la de Muerte, sintiendo el tacto tan frio de la piel del dios de ojos ámbar, quien sorprendido dio un paso atrás, estaba acostumbrado al tacto de Tiempo, pero esto lo sintió demasiado íntimo, no quería confundirse más.

— T-tengo que irme, nos vemos después — le dijo Muerte, alejándose de golpe y teletransportándose de pronto, dejándolo confundido.

Tiempo se maldijo por su terquedad, quería tener al Juez, pero había un factor que no lo dejaba poseerlo, sin que hubiera culpa o miedo entre ellos.

¿Qué pasaría si Vida nunca hubiera sido un factor entre ellos?

Se pregunto en su habitación, observo las esferas que llevaba en sus manos, pasado, presente y futuro, las tres fases del tiempo eran su don, necesitaba respuestas, pero ver el Futuro para si mismo estaba prohibido; Ithis se lo había dicho, jamás debería de manejar los hechos para su beneficio.

El que Olvida.Where stories live. Discover now