Más que amigos |Creek| •Omegaverse •AU

Capítulo 8: Manto amoroso.

[CUALQUIER ERROR CON LOS NOMBRES, FAVOR DE HACÉRMELO NOTAR PARA ARREGLARLO, GRACIAS]

Craig y Tweek seguramente estaban mirándose uno al otro fijamente, con un olor a celo que los atrapaba forzosamente y eso era un problema porque ambos no sabían lo que estaban efectuando. El alpha estaba en dominio de su lobo y el omega se hallaba perdido en la rutina adelantada que surgió por algunas cuestiones que quizás podrían ser triviales o bastantes relevantes e importantes para analizarlas...

Después de todo el blondo podría tener la culpa de lo que podrían llegar estos dos. Simplemente es absurdo lo que están haciendo porque lo experimentan sin que ellos se den cuenta de lo que ejecutan, sólo lo sienten, pero no lo viven y eso es una jodida circunstancia porque no es así como Craig quería que sucedieran las cosas...

Tweek una vez más dejó escapar un gemido agudamente encantador y fue como patinar por una pista de hielo eficazmente estrecho para el perjudicado de Tucker, quien sudaba por el pecho y las axilas como un caballo pura sangre después de haber dado una corrida sumamente agotadora y durarera, se notaba, era ostensible. El mayor también mordía sus labios y tenía la respiración agitada, la cara roja y el cuerpo ardiente como una tarde de verano. Sus manos presionaban cada vez más las caderas del chico y la punta de su pene goteaba imparablemente, anhelando probar lo que jamás ha podido tocar.

Tweek se deleitaba únicamente con sentir la respiración de alpha colisionar rebeldemente en su piel; era la sensación más temblorosa y picante hasta el momento, Dios. Podría llegar al éxtasis sin tener que ser tocado minuciosamente, como máximo y como hipérbole. Aturdidos por la atmósfera nebulosa rodeada entre ellos, se miraban con toda la mayor atención posible, intentando poder leerse y coordinarse entre sí para poder poseer con una mayor excitación en la situación. Sin embargo, se tornaba indiferente una parte sumamente interna en lo más extremo del pecho de Craig, quien aun luchaba por adquirir más control en el campo de raciocinio que tenía su parte humana.

Tan parecido como estar perdido en la amazona, sin teléfono para pedir ayuda y sin ningún recurso para sustentarse en cualquier sentido. Únicamente dependiendo de su inteligencia y su capacidad de actuar ante condiciones como aquellas. Sería... ¡Sería completamente aterrador!

Instintivamente el moreno trazó sus dedos por dentro de la camiseta de Tweek, en su espalda baja, provocándole una escalofriante sensación adictiva y haciendo que se aferrara más a su acompañante. Sus labios estaban más cerca que la última vez, indecisos de muchas cosas y saboreando sin el tacto la respiración de ambos. El sonido de la lluvia cruda de afuera era la melodía de fondo más tétrica y atractiva del momento, implementada con la evidente oscuridad y la calienturosa sucesión, podría ser catalogada como el perfecto momento de romper el hielo.

Sin embargo... También podría ser la peor manera de hacerlo.

Después de una prolongada quietud, donde el omega acumulaba un milésimo de sensaciones audaces y el alpha mantenía su postura erguida, analizando el estatus de su pareja; el azabache retomó el tiempo perdido al buscar los labios del otro y poder saborearlos con la noción plasmada en su mente de que sería la primera vez. Tweek dejó escapar un chillido en el justo momento en el que el mayor mordió su labio inferior, causándole un carga de emociones que se estimulaban por todo su cuerpo, y fue estupendo al parecer.