Running Up That Hill (Adam Lambert FanFic)

18.- We Own The Night

Esperé en la puerta del backstage mientras Adam se daba una ducha. El concierto había sido intenso y, era algo que seguramente fuera necesario.

Todas mis dudas se habían solucionado en ese momento. Aquel instante en el que Adam me había demostrado que yo era algo más que una amiga para él.

No me esperaba que me fuese a pedir ser su novia, y menos, delante de tanta gente. Los fans nos habían aplaudido y nos habían aceptado como pareja, y eso, me resultó algo muy positivo de alguna manera.

"¡Alice!" Escuché la voz de mí hermano sonar en la parte trasera del backstage.

Andy. Me había olvidado de él. Debería llevarlo a casa y ya más tarde podría ocuparme de la noche que supuse que se me haría larga.

Me acerqué. Un hombre le impedía el paso, claro, era de suponer, yo había entrado junto Adam cuando terminó de cantar aquella canción. Mi hermano aún seguía solo.

"No puedes pasar aquí." Decía el guardía mientras forcejeaba a duras penas con Andy.

Tomé aire para hablar con aquel hombre poco familiar, pero, un brazo pasó de forma disimulada por mi hombro haciéndome callar inesperadamente.

En un principio me alteré, pero no tardé en reconocer ese olor amargo pero gustoso en mis fosas nasales.

"Kevin." El sefurata se giró hacia atrás y vio una cara conocida. "Deja al chico pasar, está conmigo."

El tal Kevin dejó paso a Andy y siguió por su camino. Giré la cara hacia mi amigo y le sonreí cariñosamente.

"Señor Ratliff... No tenía idea alguna de que estaba por aquí."

Tommy se echó unas carcajadas y seguidamente nos invitó a mi y a Adrew a seguirle por unos amplios pasillos aún con su brazo cruzado por mi hombro.

"Que gracia tiene eso, precisamente tengo un video precioso tuyo en el escenario pasándolo genial con nosotros."

Yo arqueé las cejas y enseguida él me mostró la pantalla de su teléfono. Era verdad lo que decía, mientras Adam me cantaba Tommy había tenido un solo de guitarra y habíamos hecho un poco el tonto, por no llamarlo de otra manera. Había sido divertido.

"Ya me lo pasarás." Comenté y él volvió a sonreír.

Llegamos a una sala dónde estaban Isaac y Ashley. Adam tardaba mucho en estar listo.

Saludé a los que a partir de ahora llamaría amigos y nos sentamos a hablar un poco de cómo había ido el día. Me felicitaron por mí nueva realacción y yo les felicité por su buen trabajo en el escenario.

"Hola." Adam entró en la habitación con una sonrisa de lo más amplia.

"Ya era hora." Dijimos todos, incluido mi hermano.

"Eh." Reclamó el en defensa propia. "La perfección lleva su tiempo." Su tono sarcástico resaltó.

Y era verdad. Estaba más que perfecto, por lo menos, para mí.

Rectifico. Para mí y para millones de fans y personas que piensan que es el ser humano más sexy del planeta, en las cuales me incluyo totalmente ahora mismo.

Llevaba una camiseta negra con un dibujo más claro que no pude identificar, una chaqueta oscura de manga larga cubriendo hasta algo por debajo de sus caderas, unos vaqueros de tono plata y gris cubiertos hasta las espinillas por unas botas negras que combinaban a la perfección con la camiseta.

Aquella era la palabra. Perfección.

Después de echarnos unas risas por el comentario de Adam, quedamos en que Andy se iría el conduciendo con la condición, de no estrellar el coche de nuestra madre. Después de todo él ya se había sacado el carnet, podría conducir solo.