¿¡Ladrar!?

Capítulo 2 - Lin Xu frotó la cabeza de perrito de Su Cheng

Su Cheng estaba tan asustado que sintió que su vejiga se tensaba, casi orinando por todo el cuerpo de Lin Xu.

Después de todo, había oído hablar de la reputación del caniche toy por querer montar todo a la vista.

"¡Guau, guau, guau!"

¡Por favor no!

Su Cheng gritó hasta que se puso azul en la cara, entrando en el pecho de Lin Xu como si su vida dependiera de ello.

"Ve, juega con ellos". Lin Xu no recibió el mensaje de Su Cheng por completo. Por el contrario, ayudó a los malhechores, colocando a Su Cheng en el medio de la jauría de perros ...

Su Cheng había contado una vez. La casa masculina de dios estaba criando seis caniches de juguete. Un juguete caniche maníaco.

Excluyendo a sí mismo, había cinco.

Su Cheng acababa de tocar el suelo cuando esos otros cinco caniches de juguete sedientos montaron su cuerpo con impaciencia ...

Su Cheng perdió por completo su razón, ladró y aullaba en voz alta: "¡Guau, guau, guau!"

¿Sabes que ya enviaste a tu futura esposa a la guarida del tigre?

Sin embargo, diez segundos después, Su Cheng se dio cuenta ... Estos cinco caniches de juguete, todos ellos eran eunucos.

A pesar de que aún conservaban los instintos naturales del caniche juguete y les gustaba montar objetos y joroba, en realidad eran eunucos ...

Su Cheng dejó escapar un suspiro de aire, medio aliviado y medio horrorizado.

Aliviado porque, en realidad, no podrían violarlo. ¡Horrorizado porque pronto también se convertiría en un eunuco!

No no no ... convertirse en un perro debe ser una cosa momentánea, tal vez después de una noche de sueño, él volvería a cambiar.

Su Cheng se consoló tranquilamente, con la cabeza llena de líneas negras, ya que estaba rodeado por los otros cinco perros.

"¿Por qué él es el único que no ha sido esterilizado?"

"Pronto también será esterilizado, es más joven que nosotros".

"Tch, no podía hacerlo."

"¡Mierda!"

"¡Muerdelo!"

Los eunucos del perro susurraban entre sí. Cinco pares de ojos negros como frijoles miraron a Su Cheng.

Entonces, están celosos ...

Solo son celos puros, desnudos.

Su Cheng pensó en su corazón.

En este momento Lin Xu había terminado de vestirse y bajar las escaleras, sosteniendo un gran paquete de comida para perros. Un sonido crujiente surgió cuando lo vertió en el tazón de comida para perros.

Los otros cinco caniches de juguete inmediatamente dejaron de gritar y metieron la cabeza en el tazón para comer la comida.

Y sin embargo, Su Cheng solo se quedó en su lugar original con una mirada de asombro en su rostro.

"También deberías ir a comer". Lin Xu le dio una palmadita a Su Cheng en la cabeza.

"Guau...."

Definitivamente no voy a comer comida para perros ...

Su Cheng no solo no se fue, sino que dio dos pasos hacia atrás.

"Ve rápido", dijo Lin Xu con firmeza.

Su Cheng sacudió la cabeza de perrito rápidamente y salió corriendo, buscando por todas partes algo con lo que pudiera escribir.

Primero pensó en usar su boca para agarrar la pluma y escribir.

Su Cheng se adelantó, Lin Xu lo siguió con una cara de desconcierto. Hoy, este perro parecía comportarse de manera anormal.

Al pasar por la mesa de la sala de estar, Su Cheng se sorprendió gratamente al descubrir que, inesperadamente, había una libreta y un bolígrafo fácilmente disponibles colocados sobre ella. Incluso había una silla al lado.

Su Cheng saltó torpemente sobre la silla, colocando sus dos patas delanteras en el borde de la mesa, y levantó el bolígrafo con la boca, con la intención de escribir en el papel.

Sin embargo....

Subestimó la dificultad de escribir con la pluma usando la boca.

No solo era casi imposible controlar la dirección, sino que también se escuchaba un ruido como un gran charco de saliva que goteaba de su boca.

La baba incluso causó que las palabras que Lin Xu había escrito previamente en el libro se mancharan ...

Realmente fue lo peor.

Lin Xu perdió la paciencia, recogió a Su Cheng y lo puso en el suelo. Arrebató la pluma de Su Cheng y cerró el cuaderno. Incluso llegó a poner la pluma en una estantería alta, regañando a Su Cheng con un tono de voz triste: "¡Deja de causar problemas!"

No solo se convirtió en un perro sin razón, incluso fue reprendido por su dios masculino. La mente de Su Cheng estaba llena de agravios.

¡Estaba tan agraviado que sus lágrimas casi cayeron!

Su Cheng miró a Lin Xu por un momento con los ojos llenos de lágrimas, antes de que una idea repentinamente pasara por su mente: a pesar de que escribir con una pluma con su boca era más difícil de lo que él pensaba que lo haría, pero con su pata sumergida en agua. ¡El piso definitivamente sería posible!

Así que Su Cheng volvió a girar la cabeza y corrió.

Para encontrar agua, obviamente tenía que ir al baño.

Entonces, Lin Xu se quedó mirando fijamente cuando el caniche de juguete que recientemente había estado durmiendo en sus mantas todos los días, repentinamente corrió salvajemente al inodoro, extendió su pata hacia el agua del inodoro y lo sumergió en ...

Antes de que Su Cheng tuviera la oportunidad de usar su pata húmeda para escribir en el suelo, Lin Xu ya lo había recogido y lo había depositado en la bañera.

Agua caliente derramada con un rugido.

"Tan sucio". Lin Xu lavó fríamente la pata de Su Cheng y luego aprovechó la oportunidad para bañarlo. Shampooed Su Cheng mientras lo regañaba severamente. "No tienes permitido poner tu pata en el inodoro, ¿entiendes?"

Entonces Su Cheng fue a tientas por el dios masculino por dentro y por fuera, de arriba abajo.

"Woo ... woof ..."

Se siente bien....

Su Cheng fue acariciado hasta que su espíritu y su alma se pusieron de cabeza. Su cara de perrito mostraba una expresión de satisfacción.

Después de que se hizo el baño, Su Cheng fue levantado por Lin Xu y se le aplicó una limpieza superficial y luego se secó con el secador.

A lo largo del proceso de secado al seco, la expresión de Su Cheng fue muy tranquila.

Totalmente diferente a otros perros que luchan cuando se enfrentan con el secador de pelo.

"¿Por qué eres tan obediente hoy?" Lin Xu frotó la cabeza de perro de Su Cheng una vez y luego, de repente, sin previo aviso, le dio un beso en la peluda frente.

"..." Su Cheng quedó flácido contra el pecho del dios masculino.

¡Oh Dios mío, Dios mío, Dios mío me besó!

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