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—Es... —mis ojos se llenaron de un brillo que reconocería en cualquier momento.

—¿Te gusta? —sentí sus manos rodear mi cintura y su mentón apoyarse en mi hombro.

No podía despegar la vista de aquellas luces, el parque de diversiones deslumbra generosamente esta noche.

Luces de colores y música por todos lados. Buena energía y hermosa vibras.

—Namjoon... —susurre— ¿Preparaste esto por mi?

—No, solo es el comienzo, ¿que dirías de un yate? —fruncí el ceño, para escucharlo reír— Tsk, no te gustaría ¿cierto?

—No me digas que compraste ese paseo. —señale el río frente nuestro, con aquel barco aparcado en una pequeña orilla improvisada cual puerto.

Para sorpreda mía, sentí el dulzón aroma que desprendía de su colonia en cuanto se acercó para depositar sus labios sobre mi cuello, en un tierno y avergonzado beso por su parte.

—Nop, aunque debo admitir, ganas no faltaron. —sonrió mostrando sus hermosos hoyuelos.

—Joonie... —sonreí agradecida.

—De todos modos, tengo planeado toda una noche con tu perfecta compañía. Claro que, si me lo permites. —sus mejillas se tiñeron de un precioso rosado.

Es en momentos como estos que comprendo porque me duele tanto sentirte lejos, no se trata del paseo y el dinero, más bien del interés y la compañía. Es por tu ternura y timides que te quiero tanto, que comienzo a extrañarte a los tres minutos luego de separarme de ti. Y es que te quiero para siempre.

Sonreí para voltear y acercarme hasta sus labios, en ligeras puntitas de pies, con sus manos sobre mi cintura, brindandole asi un tierno y gratificante beso.

—Muchas gracias, oppa~. —tomó de mis manos para depositar un dulce beso en estas que me hizo sonreír, y no dudo en enrollar nuestros dedos a la par.

Te necesitó aqui conmigo, porque me siento segura entre tus ojos.

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—Eres menor, no tengo dudas.—sonrió a mi par.

—¿Me conoce? —soltó una leve risa al oírme, una risa que me resulto tan tierna.

—¿Ni siquiera me tuteas? woah~, ¿deberia sentirme decepcionada? la edad si que se nota. —elevo sus manos para rodear sus propias mejillas con un leve mohin.

—No, no me malinterprete. —cerré los ojos apenado, relami los labios antes de continuar— Es sólo que... siento que te he visto antes.

Con una sonrisa descendió sus brazos para guardar sus manos en los bolsillos de su tapado, y elevar la mirada hacia el cielo.

—La luna no es muy visible, es triste. Sabes, a veces me pregunto cuán solitaria debe sentirse. Pero así y todo, es hermosa, tan brillante.

Fruncí el ceño para ver el cielo, este se encontraba completamente despejado, bastante oscuro. Al acecho de una futura lluvia.

—Pero se encuentra rodeada de estrellas, y por lo general... las personas la admiran. —una sonrisa entristecida no se despegó de sus labios.

—¿Eso crees? Yo pienso que la luna es todo un misterio. El más grande de nuestra cotidianidad. Sus formas varían, acontecimientos únicos le rodean en momentos y lugares específicos. Ya sea una estrella fugaz al pasar, una preciosa lluvia de meteoritos, un eclipse o incluso la belleza de la aurora boreal.

¡No soy ella!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora