WOLFBITE

El primer contacto

El viaje a Japón fue bastante largo, pero más para los licántropos. Habían conseguido mezclarse con la gente de un aeropuerto estonio y abordar el primer vuelo a Japón, y luego de varias horas de vuelo, llegaron a su destino.

Saliendo del aeropuerto japonés, Sawyer usó el dije que Effidelle le dió para capturar el olor de la sangre de los locales, pero no consiguió nada. -¿La vió alteza?- preguntó Félix mientras los dos caminaban por la ciudad buscando un lugar de renta en el cual quedarse. -No capitán, nada por aquí.- contestó Sawyer aún dirigiendo su pendiente a todos lados. -Y por favor, aquí puede llamarme por mi nombre- dijo sonriente.
-Je, de acuerdo "Sawyer"-
Los licántropos siguieron caminando por las calles mientras la noche se alzaba sobre ellos, pero no tardaron en encontrar una posada donde instalarse.  Al borde de la carretera, con un claro de árboles frondosos en lo que parecía el jardín de atrás de aquella pequeña vivienda tradicional. -Bienvenidos, ¿en qué les puedo ayudar?- dijo la recepcionista al ver entrar al hombre y a la chica.
-Queremos una habitación para dos personas- respondió Félix.
-¿Para usted y su hija?-
Félix al no saber que responder solo asintió con la cabeza, diciendo que Sawyer era su hijastra.

Mientras él reservaba una habitación, la chica lobo decidió salir al jardín de la posada, el cual era bastante grande y espacioso, cuyo terreno se extendía hasta una arboleda. 'Creo que me puede gustar aquí' pensando caminando por el puente color rojo.
De repente, varios ecos de aullidos comenzaron a resonar en el aire, hasta que se unieron en un coro con el viento, llamando la atención de Sawyer, quien responde con otro aullido.
Los ecos se convirtieron en aullidos más fuertes que provenían de las profundidades de los árboles. Sawyer va, pero en el momento de poner un pie en el bosque un lobo de ojos amarillos y aura roja y vaporosa se abalanzó sobre ella atacándola.
-¡Ahhhhhhhhhhhhh!- gritó Sawyer mientras peleaba contra el lobo. La bestia gruñía mientras la licántropo se transformaba en loba y comenzaron a luchar, arremetiendo contra el otro lobo tacleandolo contra un tronco antes de rasguñarlo en la yugular. El lobo de ojos amarillos le intentó rasguñar de vuelta, pero Sawie lo esquivó mordiendo su pata, haciendo que su contrincante aúlla de dolor. '¿De dónde vino?' Se preguntó Sawie recuperando la respiración y recojiendo su ropa con el hocico, pero lo que no sabía era que otros dos lobos salieron de la maleza y la atacaron también, dejándole rasguños, heridas y un moretón en el ojo
-¡Félix, ayúdame!- gritaba Sawyer, llamando a su compañero mientras buscaba levantarse y seguir peleando, pero los lobos la arrastraron hasta los árboles y en la profundidad del bosque, uno de los lobos le mordió por atrás, clavando sus colmillos en su hombro.

Ya débil y casi sin energías, Sawyer golpea a los dos lobos con su pata sana noqueándolos y se paró para huir de la escena, poco a poco transformándose nuevamente en humana. Tras correr por mucho tiempo, con su cuerpo lastimado por la lucha pero doliéndole más era la que tenía en el hombro derecho, Sawyer disminuyó la velocidad a la que corría y se puso unas prendas antes de recostarse en el pasto, abrazando su estómago aullando para que el capitán Félix la encontrase,  antes de bajar su cabeza.
Sawyer no se dió cuenta, pero las cenizas captaban un nuevo aroma distinto a los olores del bosque; era un olor embriagante, dulce, muy intenso.

No muy lejos de ahí, alguien se encontraba corriendo a travez de los árboles y ramas. Esta chica vestida en un uniforme escolar color negro, de piel pálida que le hacía parecer una frágil muñeca de porcelana, ojos rosas y cabellos rubios claros parecía huir de algo o de alguien que la perseguía. '¿Los perdí? ¿Estoy lejos?' pensaba cansada de tanto correr, ocultándose tras un árbol que había por ahí para luego sentarse en la raíz tomando un respiro.
Cuando por fin se sentía relajada, sintió que su pie rosaba con algo que se sentía como piel.
-¿Eh? ¿Qué es eso?- se preguntó mirando hacia abajo, pero casi pierde el equilibrio ante la persona que se encontraba ante sus ojos. Acostada, herida y cansada se encontraba una chica de cabello largo y negro que le cubría las orejas y vestimenta rasgada con una gran herida en uno de sus hombros. 'Oh, pobrecita ¿Qué le habrá pasado?' -Emm... disculpa- dijo la chica tímidamente,lo que provocó que Sawyer abriera los ojos de golpe gritando -¡Ahh! ¿¡Quién eres!? Si estás con esas bestias aléjate de mi-
La chica rubia pegó un salto hacia atrás asustada por el grito. Pronto las dos no hicieron nada más que mirarse la una a la otra sin palabras, hasta que Sawyer trató de ponerse de pie gimiendo de dolor.
-¡Ow!-
La chica rubia sujetó su hombro izquierdo y la volvió a sentar. -No te muevas, tu herida puede empeorar- le dijo.
-¿Herida? Solo es un rasguño, deja de preocuparte... ¡Auch!- respondió Sawyer de manera ruda antes de retorcerse por el dolor.
-Por favor, déjame ayudarte- rogó la chica rubia posando su mano en la herida de la chica de cabello oscuro, pero esta le quitó la mano con una mirada de desconfianza -No necesito tu ayuda estoy perfectamente bien. Soy una chica fuerte-.
-No me iré sin tratar tu herida, se te va a infectar. - insistió nuevamente la rubia desatándose la cinta de su blusa y ofreciéndosela a Sawyer, quien la rechazó bruscamente diciendo -¡Te dije que no necesito tu ayuda!-
-Por favor, puedes confiar en mi- rogó la chica sonriendo un poco a la pelinegra. -Debo tratar tu herida antes de que empeore-
-¿Puedo confiar en ti?-
-Ya te dije que si-
Sawyer murmuró un "esta bien" devolviéndole la sonrisa a la rubia, acercándole el hombro para que ella se lo vendara.

En ese momento, Sawie notó que las cenizas del dije estaban brillando potentemente, algo que la impactó y luego volteó a mirar curiosamente a su acompañante -Oye, ya que tú te dispusiste a ayudarme ¿qué tal si me dices cómo te llamas?-
-Me llamo Yui Komori- se presentó la rubia.
-Yui, que nombre tan bonito. Yo me llamo Sawyer- dijo la licántropo sonriente mientras Yui terminaba de amarrar la cinta al hombro de Sawyer.
-Listo, ahora procura no moverlo mucho- dijo Yui sentándose frente a la chica licántropo.
-Dime Sawyer, ¿Qué haces aquí tu sola?-
Sawyer, buscando qué responder, relató que ella y su "padrastro" (Félix) se hospedaron en la posada del otro lado de la arboleda. Luego explicó cómo los lobos salieron de la nada y la atacaron mientras ella paseaba por el jardín. Esta historia angustió tanto a Yui que pareció tener un mal recuerdo.
-Por Dios Sawyer, eso fue horrible. Pudiste haber muerto- exclamó con una expresión de terror mirando a los ojos de Sawyer.
-Tranquilízate Yui, ya te dije que soy muy fuerte-
-Aun así, lo que te pasó fue muy riesgoso. Uno no puede exponerse al peligro así-
- Je, me enfrentado a cosas peores- dijo Sawyer sonriéndole a Yui, causando que a ella se le olvidara el miedo y se riera un poco. Una vez las dos se tranquilizaron, las chicas intentaron nuevamente entablar conversación mientras se preparaban para volver a la posada, hasta que un sonido las detuvo.

-¡Panqueque, ¿dónde estás?!- gritó una voz masculina en un tono enojado, haciendo que las dos chicas no se marcharan.
-¡HUMANA ¿¡DÓNDE ESTÁS?!-
-Puedes correr pero no esconderte- se fueron uniendo más voces.
-¿Quiénes son esos?- preguntó Sawyer, pero Yui estaba muy asustada como para responder. Solo balbuceó -Sawyer, p-p-por favor escóndeme-
-¿De qué?- preguntó Sawyer para luego sentir que alguien le tocaba el trasero. Esto provocó que la loba se girara rápidamente para soltar un golpe con su brazo sano, pero no encontró nada.
-¿Qué?- se dijo así misma.
-Ja, ja, ja, creo que fallaste guapa- dijo una de las voces.
-Laito, compórtate- dijo otra
Sawyer se dió la vuelta y lo que vió le heló la sangre: cinco adolescentes con sonrisas depredadoras y uno de ellos sostenía a Yui por los brazos.