Te Encontré || Emiliaco [Wattys 2019]

37. ¿Recuerdos O Pesadillas?

Ambos entraron a la casa de Joaquín, Emilio había estado ahí anteriormente pero de igual manera no dejaba de sorprenderlo lo ordenada que esta estaba y lo bien decorada que lucía.

—Mamá —se anunció Joaquín—. Ya llegamos —dijo al tiempo que cerraba la puerta detrás de él.

Su madre apareció rápidamente mientras salía de la cocina limpiandosd las manos en su mandil verde.

—Los estaba esperando, ya es algo tarde para cenar —Elizabeth se acercó para darles un pequeño beso en la frente a ambos.

—Huele delicioso —anunció Emilio mientras disfrutaba de aquel delicioso olor a lo que parecía lasagna.

—Sí... —intervino la abuela de Joaquín—. Una cena en familia, Uberto nos convenció —confesó la mayor lo que hizo que ambos chicos abrieran los ojos como platos y tragaran duro.

—¿Mi... Mi papá? —preguntó Joaquín dudoso.

—¿Tú papá? —preguntó Emilio nervioso.

—Exactamente —apareció Uberto con una gran sonrisa, aunque podía notarse que él también estaba nervioso por la manera en la que movía sus manos. Él también estaba usando un mandil verde, al parecer ambos padres estaban cocinando.

—Papá, ¿qué es esto? —preguntó Joaquín nervioso.

—Pensé que una cena familiar... Incluyendo a Emilio —señaló con la mirada al mencionado—. Estaría bien —se encogió de hombros—. Y los tres decidimos cocinar...

—¿Tú también abuela? —cuestionó Joaquín al ver a su abuela tranquilamente sentada en la sala, al parecer ella no estaba cocinado.

—Oh, no yo no —negó rápidamente su abuela lo que logró confundir a Joaquín y le dedicó una mirada confusa a Emilio pero este se encontraba mirando a cualquier otro lado, podía sentir la mirada de Uberto sobre él, algo que lograba intimidarlo.

—¿No pretendías que hubiera una cena familiar sin mí, verdad? —preguntó Renata, su hermana, al aparecer de la cocina, ella también tenía u mandil, completamente sucio. Típico de Renata.

—¡No mames! —gritó Joaquín y de einmediato se cubrió la boca sorprendido, no podía creer que su hermana estuviera ahí.

—¿Te vas a quedar ahí? —preguntó Renata al notar que su hermano no se movía.

—No, ¿Cómo es que...? Oh, ven acá —dijo Joaquín mientras se acercaba con los brazos extendidos y con los ojos cristalizados.

—Mi vuelo se retrasó, no pude llegar al musical... Era una sorpresa, ¡pero aquí estoy! —dijo al tiempo que se separaba de su hermano, pero rápidamente Joaquín volvió a abrazarla. El flaucho tenía el rostro cubierto en lágrimas.

—Te extrañé mucho —sollozó Joaquín.

—Yo también...—las lágrimas habían comenzado a caer por las mejillas de Renata también.

Emilio, quien se encontraba a su lado, no pudo evitar sonreír al ver aquella escena. Sabía cuánto Joaquín extrañaba a su hermana y cuán importante era su familia para él. Una lágrima resbaló por su mejilla al recordar que hace demasiado tiempo él no podía tener algo así con su familia, pero rápidamente la limpió y re incorporó en su lugar, aún podía sentir la mirada del padre de Joaquín, con el rostro serio e inspeccionandolo de arriba hacia abajo.

—Entonces... ¿Emilio es mi cuñado? —preguntó Renata separándose de Joaquín y mirando al de rizos haciendo que este le dedicará una sonrisa.

—Así parece —respondió Emilio con las manos atrás y encogiendose de hombros.

—Hola, cuñado —saludó la menor mientras se acercaba a él para abrazarlo.