¿También fue tu primera vez?

La llegada.

Tic, toc, tic , toc... pasan las horas, mi mente no se calma y aún sigo pensando en la prueba de mañana. Calle se da vuelta en su cama y abraza una almohada. 

- Aún no entiendo como no quedé. 

Calle vuelca su mente a lo que le había pasado el día anterior, ella, la bailarina más disciplinada de toda la preparatoria, había cometido un error en la coreografía que había preparado como audición.  Para ella era muy difícil entender cómo se había tropezado y caído frente a todo el mundo, cómo eso era posible si había ensayado día y noche las últimas semanas para poder ser ella quien representara a la prepa en la competencia nacional de baile; pero ese día algo había sucedido durante su presentación, esa chica la había desconcentrado totalmente y   no había dejado de pensar en ella desde ese momento.

El día de la presentación, mientras las jurados y sus compañeros del grupo, observaban como Calle bailaba su coreografía, una chica que ella jamás había visto, entró al salón de ensayos y mientras ella bailaba, la chica tomaba fotos. 

- ¿Qué le pasa? pensaba Calle, acaso no se da cuenta que el ruido de la cámara no me deja concentrar. 

Esa chica recorría la sala disparando mientras Calle saltaba y movía los hombros, esa chica parecía embelesada por el baile de Calle, a Calle eso la ponía incómoda. Depronto justo después de fotografíar el rostro de Calle, sin quererlo, ambas chicas se vieron a los ojos, una sonrisa de la extraña chica, fue suficiente para que Calle se tropezara y callera. 

Al reponerse de la caída, lo primero que hizo fue buscar con su mirada a la chica aquella, pero sus esfuerzos fueron en vano, ella no estaba ahí, los que si estaban ahí eran sus compañeros, y esos no le iban a perdonar semejante equivocación, mientras unos se reían y otros corrían hacia ella a ver que le pasaba, Calle no borraba de su mente esa sonrisa. Finalmente al caer en cuenta del tremendo fracaso, calle corrió hacia los lockers, con lagrimas en los ojos, pero su entrenadora la alcanzó, le abrazó y le dijo que tendría otra oportunidad, que al día siguiente podría volver a hacerlo. 

Esa noche no durmió, no porque pensara en la coreografía, en lo que ella pensaba era que quizás, si tenia suerte, ambas se volverían a encontrar.