Los ojos de mi ángel. (OffGun) ❤️

Ya no te molestaré más.

Era mejor qué todo terminará en ese momento, después sólo sería más difícil.
Eso creía Gun, sólo que él y Off no eran nada, nunca formalizaron aquella relación la cual al parecer ya había terminado.

Gun lloró todo lo que quiso y sólo después de que la última lágrima salió, se odio, odio la forma en la que lloraba por aquel hombre que lo había engañado quién sabe con cuantas mujeres más.

Su día de descanso terminó y llegó de nuevo el día que debía trabajar. Rogó desde lo más profundo no encontrarse con él, no aún, no en ese momento.

Pues era consciente que de volver a sentir sus brazos, aquel olor característico que tenía y escuchar su voz, lo haría ceder nuevamente.

Tranquilamente el día avanzó, sin rastros de Off, él ánimo de Gun era notoriamente decaído, no sonreía, apenas y probó su almuerzo y ni hablar de lo mal que lucía su rostro, lleno de tristeza y cansancio.

Pronto, Gun se encontraba en la parada de autobuses, cerca de su lugar de trabajo, en él la nostalgia era la que gobernaba, se había perdido en pensamientos, sólo fue hasta que una voz lo sacó del lugar en el que se encontraba.

-¿Gun? ... ¿Eres tú Gun? - pronunció un hombre -.

-¿Qué..? - respondió el pequeño desconcertado y con evidente miedo - ¿Quien le dijo mi nombre?

-¿Acaso no me recuerdas? - preguntó - Gun, soy yo, Tay, vivía a un par de casas de la tuya hasta que me mudé cuando entré a la Universidad.-

-¿Tay eres tu? - preguntó el pequeño levantándose del asiento.-

-Sí, creo que mi voz cambio un poco - dijo riendo y tocando su cabello.-

Gun se acercó y comenzó a tocar el rostro de Tay.

-No sólo tu voz cambió, también tú lo hiciste- pronunció el pequeño Off.-

-En cambio tu sigues igualito, no has cambiado nada - dijo- sólo te pusiste más lindo - recalcó el joven sosteniendo las mejillas de Gun.-

-Oh, basta ¿Seguirás molestándome a pesar de tantos años?

-No han pasado tantos... - comenzó a contar - sólo han sido... ¿Seis? demonios, ¿Cuando pasó tanto tiempo?.-

-No lo sé, nunca regresaste a visitarme - dijo un Gun nostálgico - ¿Qué te hace volver ahora?.-

-Oh, lo siento, créeme que te extrañé -dijo despeinado al más pequeño - cada que estaba a punto de venir, algo ocurría. Pero no te preocupes, estaré aquí por un tiempo indefinido.

-Era todo más divertido cuando estabas cerca - Gun agachó la cabeza -.

-¿Te ocurre algo? - preguntó el joven - te veo triste.

-No... nada importante, sólo estoy cansado - dijo escuchando como el autobús se aproximaba.-

-Te acompaño a tu casa - dijo Tay- ¿Aún vives donde siempre?

-Sí, aún vivo ahí - dijo Gun regalando una sonrisa a Tay - vámos entonces.-

Ambos subieron juntos al autobús, entre risas y anécdotas, llegaron a su destino, bajaron y juntos caminaron hasta la casa de Gun. Ahí, él más pequeño lo invitó a pasar.