Cuatro días completos fueron los que no supe nada de Arias, no es que contara los días, pero ya me estaba acostumbrando un poco a que él se apareciera.
Había estado platicando mucho con Lydia, parecía que ella ya se había olvidado del tema de mi ausente vida amorosa y del hecho de que ella creía que tenía miedo de encontrar al indicado.
Lo había pensado mucho, creo que una parte de mí tenía miedo de volver a ilusionarse, y la otra parte, defendía fervientemente a mi "yo miedosa".Luis había dejado de insistir, y Alex seguía tan encimoso como siempre.
—Vamos a beber saliendo del turno—me dijo Alex, había estado revisando bebés todo el día, se veía jodidamente cansado y fastidiado.
— No voy a salir contigo, acéptalo de una vez —lo miré divertida y sonreí de lado.
— No es una cita si no paso por ti a tu casa y cada quien paga su cuenta.
— Bueno de todos modos ambos sabemos que tú, yo y alcohol, no somos buena combinación.
— Yo diría que somos la perfecta combinación —dijo y comenzó a picar mi cuello con su dedo, yo aparté su mano de mi— No es justo, la última vez tú me pediste salir y fui a donde estabas, pero si yo te digo que salgamos, tú dices que no, ¿Por qué siento que me estás usando? —hizo cara de perrito lastimado.
— Porque te estoy usando, pero ya no quiero hacerlo, se supone que me desagradas, además, no debería, es cruel usar a las personas para favores sexuales —
—Por favor, por favor, úsame para favores sexuales —ambos reímos.Realmente me caía bien, a pesar de que habíamos quedado mal cuando tratamos de ser pareja, sentía que ahora podíamos ser buenos amigos; supongo que las guardias difíciles y trabajar 36 horas seguidas juntos refuerzan una amistad. Aún así, creo que hablaba en serio con respecto a los favores sexuales.
—Vamos al Karaoke, conozco un buen lugar —dije, recordé el karaoke bar al que fui con Arias.
—Ok, es una cita —respondió, yo lo fulminé con la mirada —Ok, no es una cita —dijo alzando sus manos, volvimos a reírnos.El turno de postguardia era muy tranquilo, nuestros compañeros se repartían los pendientes con los pacientes para que no nos tocaran tanto y nos fuéramos temprano. Salimos a las 3 p.m. y quedamos en vernos en el Karaoke bar a las 8 de la noche.
Al llegar a mi departamento, le mandé mensaje a Lydia para ver si quería acompañarnos, ella me respondió una hora después diciendo que tal vez llegaba a quedarse un rato.Comí, me bañé y luego comencé a arreglarme, decidí ponerme una falda pana naranja a medio muslo, botas negras hasta la rodilla y una blusa blanca de tirantes, me puse un poco de maquillaje. Salí del depa y tomé un taxi al centro.
Todo el camino estuvo adornado por las luces de la ciudad, era viernes, y había mucha gente en las calles. Cuando llegamos al Karaoke-bar, recordé la primera vez que estuve aquí, y lo mucho que había disfrutado la compañía de Arias, sonreí.Al entrar, noté que había mucha gente, patejas besánfose, un grupo de chicas cantando en el pequeño escenario y meseros paseándose de aquí a allá con charolas con cerveza. Encontré a Alex sentado en una mesa entre el escenario y la barra de bebidas. Él me vio y saludó con la mano, yo caminé hacia él.
—Te ves horrible —me dijo sonriente.
— Tú te ves como la mierda —le respondí y lo saludé con un beso en la mejilla.
— Te pedí una cerveza —él me pasó una botella y yo le di un sorbo — Este lugar es bastante bueno, ¿Cómo lo conociste?
— Un amigo me trajo —dije y no pude evitar sonreír. Alex bebió de su cerveza y me miró expectante.
— Así que un amigo —le volvió a dar un trago a su cerviza y luego me miró — ¿Fue Arias?
— ¿Cómo sabes de Arias? —pregunté sorprendida. Él se encogió de hombros.
— Te escuché hablar con tu amiga rara por teléfono el otro día
— Vaya , justo cuando creí que no podías caer más bajo —.
— Oye, en mi defensa, si no querías que supiera, no debiste haber platicado de eso mientras dormía
— Mientras fingías dormir —corregí, volví a beber.
— Relajáte Liv, no voy a interferir entre tú y tu novio, aunque tampoco pienso dejarle el camino libre, no voy a negarte que estoy un poco celoso—me hizo un guiño y después regresó a ver al escenario, ahora estaba cantando un hombre que estaba claramente ebrio. Si alguien me hubiera dicho que iba a estar en un karaoke con uno de mis enemigos amorosos, bebiendo y riendo, no me lo hubiera creído. Regresé a verlo, él sintió mi mirada y volteó a verme. —Olivia, esto no es una declaración, además, te recuerdo que esto no es una cita —él sonrió y luego ambos reímos. Eso es lo que me gustaba de él, teníamos química, pero a veces la química no es suficiente.Seguimos bebiendo y platicando, nos burlábamos de los borrachos que se creían cantantes y aplaudimos a los que cantaban bien, él insitía en que debía subir a cantar, pero no quería en ese momento.
Después de tres cervezas, tuve que ir al baño, en ese momento me llegó un mensaje de Lydia, ella no vendría, al parecer había peleado con Chris. Al salir del baño me miré al espejo, realmente me veía ardiente, y me sentía así, tal vez era el alcohol, comenzando a hacer efecto
Caminé en el mar de gente, una pareja no me dejaba pasar a mi mesa, tuve que rodearlos, pero justo cuando caminé hacia el escenario para llegar a Alex, me encontré a un Arias abrazando a una chica, se veía hermosa; se separaron, pero sus brazos aún la envolvían, estaban mirándose a los ojos, él le estaba diciendo algo, ella estaba asintiendo, lo miraba con devoción, me hicieron sentir como si se conociera de hace mucho tiempo. Sentí una punzada en el pecho. Odiaba ese sentimiento.Regresé sl baño, volví a mirarme al espejo. Al diablo. Caminé hacia la cabina de audio y tomé un micrófono. Sí, lo sé, me encanta el drama, ¿Pero que sería de la vida sin un poco de ello? El encargado de poner la pista de las canciones me miró.
— ¿Cuál quieres, preciosa? —su aliento olía a tequila.
— Nada fue un error —.Subí al escenario, nadie notó al principio mi presencia, entonces empezó a sonar la pista.
Tengo una mala noticia
No fue de casualidad
Yo quería que nos pasara, y tu, y tu
Lo dejaste pasarDisfrutaba cantar, y me encantaba hacer que alguien que me gustaba, me viera haciendo lo que más me hacía sentir sensual. Comencé a mover mis caderas y a tocar mi cabello.
Los errores no se eligen
para bien o para mal
no fallé cuando viniste... y tu, y tu
no quisiste fallarSeñalé a Alex, mienstras cantaba, él se veía sorprendido, en sus ojos había un brillo extraño, sonrió de lado y le dio un sorbo a su cerveza. Seguí cantando y bailando, sabía en qué parte del bar estaba Arias, pero traté de evitar el contacto visual.
Nada fue un error
nada de esto fue un error...Cuando terminó la canción, Alex fue el primer en levantarse y aplaudir, el resto de las personas también aplaudieron y algunos chiflaron. Bajé del escenario y caminé lo más rápido que pude en dirección contrario a donde sabía que estaba Arias.
— Eso no estuvo nada mal —me dijo Alex en cuanto llegué a la mesa.
— Gracias, me encantó —dije aún sintiéndome eufórica.
Su mano fue de su pierna a mi cadera, la uso para acercarme a él. Dios. El hombre era sensual, pero no podía volver a cometer el error de involucrarme con él. Miró mis labios y luego me miró a los ojos.— Alex, no te confundas —le dije y entonces me sentí arrepentida de haberlo usado para captar la atención de Arias.
— No estoy confundido, estoy seguro.
***
¿Alguien más sintió la química entre Alex y Olivia?HOOOOOLAAAAA! SORRY POR ACTUALIZAR HASTA HOY, ME FUI DE VACACIONES (😝🌊) ESPERO LES HAYA GUSTADO EL CAPÍTULO DE HOY, YA SABEN, RECOMIÉNDENME Y SÍGANME (PORFIS)
ESTÁS LEYENDO
Amor de mis amores
Teen FictionOlivia, a sus 23 años, ha dejado de creer en el amor. El amor no existe: no se ha escrito ningún poema, libro o canción sobre el amor, todas esas historias hablan sobre las consecuencias de enamorarse y decepcionarse. Después de haber sido decepcio...