La promesa

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Cuando desperté me encontraba en la casa de Adrian, mis amigos y el chico que apenas conocía estaban ahí en la sala, yo estaba en el sofá, acostado. Cuando me trate de levantar mis amigos me lo impidieron, no sabía que había pasado, hasta que recordé la llamada de mi abuelita, fue ahí cuando supe que tenía que ir al hospital, pero, ¿a que hospital?, espera, ¿donde estaba mi celular?. Los chicos estaban tratando de tranquilizarme pero no podía, simplemente no podía, tome mi celular lo mas rápido que pude y me hecho a correr ha cualquier dirección, con tal de poder correr, me puse mi celular, agarrándolo con mi mano derecha en frente mientras marcaba a mi abuelita, para después colocarme el aparato cerca de mi oreja y seguir corriendo.

Mi abuelita contesto después de unos segundos de espera de mi parte, tal parecía que había estado inconsciente unas 6 horas y que mi madre estaba mejor, se encontraba en casa y que al parecer tendría que visitar al doctor mas seguido para checarla.

Sentí un poco mas de alivio, cuando me dí cuenta Adrian estaba detras de mi al igual que Sandra, Salvador y Adam. Todos estaban esperando a que yo hablara.

Isaac:-Chicos...tengo que regresar a casa, mi madre esta bien, pero aun asi, quiero regresar a cuidar de mi madre para cuando ella llegue.-Dije con la mayor calma del mundo

Salvador:-Deacuerdo...pero...¿seguro que estas bien?-Salvador tenia un notable tono de preocupacion en su voz.

Isaac:-Si, estoy bien, estoy mucho mejor que antes, no te preocupes, estoy bien-Dije tratando de mantener la calma en lo que hablaba con ellos, por alguna razon me sentía un poco desorientado.

Adam y Adrian:-Yo voy contigo...- Adrian tenia una mirada de determinacion al decir eso hasta que escucho a Adam al mismo tiempo decir lo mismo, lo que mas me impresiono que Adam dijera eso,su voz era un poco mas grave de lo que había pensado, yo me lo imaginaba con una voz mas chillona por alguna extraña razon.

Adam:-Lo siento, pero mi caballerosidad no me permite dejar a un chico como el solo en una situacion como esta, no me enseñaron a abandonar a las personas solo por que si...-Su voz me parecia un poco nerviosa, temblaba un poco y un leve acento britanico muy pronunciado.

Adrian:-Pues...yo tambien lo acompañare, no lo pienso dejar solo en un momento como este, no quiero volverlo a perder.- Dijo con la voz firme-Realmente no podemos tener una fiesta normal,¿no es así?-Dijo con un tono un poco divertido, ahora que lo recordaba, en la ultima graduacion en la que estuvimos fue cuando paso todo "eso" en la fiesta y termine en el hospital.

Sandra-pffffffftjajajajajajajaja, cierto, que ustedes no han tenido una fiesta como tal- Sandra se hecho a reir y a mi igual me dio risa, Salvador no se quedo atras y tambien se hecho a reir con nosotros.

Adam:-¿Por que se ríen?yo no entiendo¿por que las risas?¿a que se refieron con "no han tenido una fiesta normal"?-Adam estaba confundido de ver que todos nos reíamos por algo tan estupido.

Despues de las risas y demas nos fuimos a mi casa todos, Salvador, Sandra,Adrian y Adam, los dos ultimos peleandose entre si en cuanto a ciertas cosas, una vez que llegamos, y fuimos recibidos por mi abuelita, nos pusimos a cocinar para comer y darle de comer algo a mi madre para cuando la dieran de alta.

Pasaban las horas como si solo fueran un par de minutos, para cuando nos dimos cuenta ya eran las 1 de la mañana.Sandra ya había arreglado las cosas por si necesitaba quedarse, los demas no tenian mucho problema con respecto a quedarse a dormir en mi casa, Adam fue el unico de los cuatro que tenia un ligero problema y ese era que su madre no me conocia, aunque se arreglaron las cosas al saber que Salvador estaba con nosotros.

Todos nos quedamos platicando de todo lo que queriamos soltar, yo estaba un poco mas serio que antes, Tenia en la cabeza aquellos momentos que pase junto con Adrian cando solo eramos unos pequeños niños, cuando el hecho de que hubiese nacido y crecido de maneras diferentes no influia en lo mas minimo a nuestro amor y amistad, cuando eramos como el duo maravilla, cuando no nos importaba que dijeran los demas, nosotros siempre ibamos de la mano. Por alguna extraña razon mi mirada no enfocaba cuando recordaba todo eso, pero me parecía un poco relajante, me recordaba a nuestra epoca de oro.

Todos quedamis dormidos en la sala de mi casa. Yo desperte primero para ir con mi Abuelita a recoger a mi madre del hospital, todos los demas se fueron durante el transcurso del día, me sentia mal por haberlos dejado solos por un rato, pero aun así, no los quería despertar. Una vez que llego mi madre a la casa sentí un gran alivio. Agarre su mano y le dije.

Isaac:-Madre, no importa cuanto envejescas, no importa cuanto enfermes o cuanto me cueste, siempre te hare la reina de todo a mi alrededor, siempre seras la persona mas importante para mi y siempre me esforzare por darte todo de mi, mi casa sera sera de oro para que tu seas mi reina y yo tu pequeño guerrero y principe, siempre tratare de hacer que estes orgullosa de mi y de mis decisiones, nunca me volvere a caer sin volverme a levantar-Dije con la voz temblorosa, mis lagrimas estaban saliendo. La mirada de mi madre era una llena de amor, una cautivada.Mi madre agarro aire y contesto

Mamá:-Mi niño, mi bebe, yo siempre estare orgullosa de ti, no me importa si eres hombre o mujer, no importa si eres ninguno de los dos o si eres los dos al mismo tiempo, no me importa si cambias fisicamente o emocionalmente, tu siempre seras mi mas perfecta creacion, mi mas perfecta persona, tu eres perfecto siendo tu, aunque tu padre ya no este, te puedo decir que el estaba mas que orgulloso de que tu estuvieras seguro con lo que eres, mi niño, no sabes como es que me hace sentir el hecho de que cada vez que te veo, veo a un hombre, un muchacho maduro que sabe que no importa cuantas veces te caigas, vuelves a levantarte, y aunque te cueste, nunca te cansaras de levantarte, te amo con toda el alma...-Mi madre comenzo a llorar y terminamos dandonos un abrazo mientras nuestras lagrimas caían y nuestros sollozos se escuchaban en la recamara.Mi madre lo era todo para mi, y lo seguira siendo, despues de calmarme un poco le dije a mi madre un pequeño"te amo madre, no importa que pase, siempre seras aquella persona que me hizo fuerte, siempre seras mi familia y nunca te abandonare, mi reina de oro", mi madre me contesto con un "Tambien te amo, mi pequeño principe de porcelana, mi pequeño caballero de seda", fue con esos pequeños apodo que yo me aferre mas fuerte a ella.Esos eran los apodos que ella y yo teniamos, ella me llamaba así desde que "salí del closet", esos apodos eran mas que solo apodos comunes y corrientes, en ellos se reflejaba el cariño como familia que nos teniamos.

Todo y nada...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora