Después de lo ocurrido de anoche estaba segura de que Nick no quería hablarme o dirigirme la palabra pero lo veo parado enfrente del hospital. Mejor no lo hago enojar mas y me subo al auto sin rechistar, me coloco un audífono dejando que él este en silencio y yo trato de distraerme con Just Give Me a Reason de Pink, una frase muy apropiada para que Nick me diga la razón de su enojo.
Es obvio que esta molesto pero entonces ¿Porque vino por mi al hospital? Si habíamos dejado bien claro que me iba a regresar en mi patineta. Esto es raro.
-Estas mas callada de lo habitual ¿En que piensas?-que seco.
-Bueno, no tengo de que hablar- se aclara la garganta, quiere que hable bien voy a hablar-¿sabes cuanto pesa un oso polar?
-Lo suficiente para romper el hielo.
-No. El macho: 450 kilogramos y la hembra: 150 a 250 kilogramos lo cual no es suficiente para romper el hielo-se ríe y yo también me rio. Vaya al fin vuelve a ser Nick.
-Eres la persona mas ocurrente y curiosa que he conocido.
-No soy tan curiosa.
-Aparte de preguntar eso anoche te vi que estabas investigando lo que era la CIA- se me borra la sonrisa y giro la mirada al camino-Lo cual es raro por que la CIA es una organización gubernamental muy secreta-logro ver por el rabillo del ojo que me voltea a ver-¿Dije algo malo?
-Digamos que no quiero hablar de eso.
-¿Porque?
-Creo que tengo la misma razón que tu con respecto a la puerta-nos movemos incómodos en los asiento pasando el resto del camino en silencio, logro ver que volvió a estar molesto. Ya estamos con eso.
Al llegar a casa recibo un mensaje de texto. Jack. "Quieres salir?" Le respondo "No". La verdad no quiero salir gracias a Nick que me arruino el humor y el día preguntándome sobre CIA aunque se que quede con Nick de conocernos no quiero que sepa esa otra cosa. Ahora menos quiero ir a la fiesta de revelación con el.
-Hola...Amber...No hoy no tengo ganas...-De tirársela de seguro-...No me jodas...Por que no quiero...-me ve por un segundo para luego retirar la mirada-...¿Sabes que? mejor su voy.
Hijo de fruta. Que le den. Vete al infierno Nicolás Cuéllar.
Le escribo a Jack "Me convenciste...Hagamos algo" Le mando la dirección de la casa Nick mientras él agarra las llaves de la moto. Eso me hace enfadar a un mas, de seguro la va acelerar para que lo abrace o mejor aun ella le va a restregar sus pechos de plástico por toda la espalda, es un maldita zorra.
¿Que carajos me esta pasando? No puedo estar celosa de un chica que no conozco y solo le ha llamado a Nick ¿O si? ¿Porque me pongo tan enojada? Nick y yo no somos nada lo único que tenemos es una noche llena de besos que debo de admitir que disfrute, que me haya tocado los pechos provocando mi primer orgasmo y un maldito trato que durante un mes nos vamos a conocer sin tocarnos ninguna parte intima; a este paso le voy a tocar las bolas pero para golpearlas.
El dijo que no tenia novias, pongo los ojos como platos al tener la otra idea...¡Es su amante!
¡Que le den a los dos! Son unos malditos gilipollas. Que se vayan mil veces al infierno.
Sigo maldiciendo y pensando mil y un cosas malas sobre esos dos mientras me cambio de ropa y quitarme el maquillaje pero dejando intacto el peinado.
Le digo a Roni y Nemi que saldré a comer con Jack que llega en su auto rojo opaco y nos vamos a comer hamburguesas que son deliciosas. Nat es la primera persona en quien mas confió y Jack es la tercera así que le cuento todo lo que paso con Nicolás. Que no me importa que el fue a ver otra chica, al fin de acabo era su vida y que puede hacer lo que quiera con ella pero entonces me pregunta por que sonaba tan molesta y me quede callada.
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Columpios
RomanceSer una universitaria nunca es fácil y menos cuando de forma inesperada tienes que quedarte en la casa del chico que que te gustó por mucho tiempo y mas cuando los dos han cambiado demasiado. Después de un incidente con sustancias toxicas hacen un t...