LUZ DE LUNA. -YOONTAE-

II

Las brazas de la fogata se mantenían en ese rojo intenso, las risas de los niños habían desaparecido, los cantos y risas ya no llenaban el rededor. Las parejas se retiraban una tras otra despidiéndose de los recién casados deseándoles sus más sinceras bendiciones.

Yoongi aún conservaba en su capa un poco de vino, perdido en sus pensamientos.

— Yoongi. — llamo un alfa a su lado — Ya esta todo listo.

— ¿Uh? — parpadeó un par de veces confundido para después mirar al alfa a su lado sin comprender de que le había hablado.

— Ya esta listo. — le sonrió el alfa de forma cómplice.

— ¿Qué cosa?— interrogó aún sin comprender, dejó su copa a medio acabar en su lugar para prestar atención a lo que le decían.

— Los arreglos donde pasaran la noche — asintió sin ganas.

Era su noche de bodas después de todo.

A su alfa no le era indiferente el omega pero su razón le decía que un hombre como él jamás podría poseer a un omega como Taehyung.

— Esta bien, gracias. — de un sólo sorbo tomo el restante del vino y se dispuesto a acabar con todo, se dirigió a donde su esposo platicaba con otro omega.

Con cada paso que daba sus pies temblaban, tal vez era por el vino.

No lo sabía con exactitud.

Camino despacio, respirando con lentitud mientras las miradas estaban sobre el, se sintió incómodo y observado más de la cuenta por lo que apresuró sus pasos un poco más, observó a Taehyung despedirse del omega con el que hablaba.

Se acercó lentamente.

— Taehyung. — le llamó en un susurro.

El nombrado alzo la mirada encontrándose con sus oscuros ojos.

— ¿Ocurre algo? — preguntó el omega poniéndose de pie.

—Es hora de retirarnos.

Taehyung le miro tímidamente no sabiendo que hacer.

— ¡Vamos chico, la noche es corta! —grito la omega del alfa ofreciéndoles una sonrisa cálida.

Taehyung bajo la cabeza avergonzado mientras que él sólo asintió en respeto a la omega del alfa.

Buscó con la mirada algo o alguien que le ayudará con la situación vergonzosa –soló– encontrándose con las miradas cómplices y sonrisas picaras en el rostro de los que aún estaban alrededor de las brazas disfrutando de la velada.

Su mirada se encontró con la del alfa con el que empezaba a entablar una pequeña amistad, el hombre alto y músculo sólo le hizo ademán de como cargar al omega, avergonzado hasta las orejas se inclinó tomando entre sus brazos a Taehyung, cargándolo con suma delicadeza.

Pudo observar la confusión y el pánico en el rostro del omega, el fuerte olor a almizcle, madera y flores inundó sus fosas nasales cuando el omega escondió su rostro entre su pecho avergonzado de la situación. Trato de caminar lo más rápido posible evitando cualquier contacto visual con los miembros de la manada, el peso del omega era tan ligero como el de una pluma en el viento aligerando le la situación bochornosa a la que se había sometido.

Tan pronto llegó a la puerta de la pequeña casa – que habitaban – la puerta fue abierta por él mismo con un rápido y ágil movimiento.

Una vez dentro respiro con normalidad, ya no veía ni escuchaba los cuchicheos y miradas acusadoras de los demás aldeanos, estaba a salvo del escrutinio y anticipación de todos.