U N O

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Era una noche fría, el ruido de la lluvia golpeaba en la ventana de mi oficina, estaba agotado, el trabajo había sido muy duro estos últimos días, necesitaba un descanso; recuerdo claramente que terminaba de arreglar unos documentos, apagué mi computadora y después de frotar mis ojos me levanté de la silla rotatoria, tomé la carpeta con los papeles y me apresuré en salir rápidamente de la oficina.

Tenía una reunión con los empleados y no podía llegar tarde, como el jefe debía dar el ejemplo, sin embargo, antes de llegar una de las secretarias chocó conmigo haciendo que soltara la carpeta de mis manos, y por ende, los documentos salieran volando por todos lados, cubriendo los pasillos por el color blanco del papel

- ¡Esto no puede ser! – grité enojado mirando a la secretaria quien se apresuró en ayudarme a recoger el desastre que ella mismo había ocasionado.

- Lo siento mucho señor, yo venía distraída – se disculpó ella haciendo una reverencia mientras me devolvía todo, desordenado por su puesto

- Debería tener más cuidado – reclamé mirando hacia otro lado, estaba enojado, sin embargo, las palabras de ella hicieron que volviera mis ojos hacia ella

- La señorita Lee le está esperando en recepción – comentó con más tranquilidad

- ¿Mi novia?, pero ahora tengo una reunión – dije algo pensativo

- Usted vaya con ella, yo les diré a los empleados que esperen un momento – comentó ella con una pequeña sonrisa mientras se dirigía al salón en donde todos estarían reunidos.

Jeon Jungkook, uno de los empresarios más grandes y exitosos de Seúl, caminaba lentamente hacía la recepción de donde pudo diferenciar una figura muy femenina, esperando mientras observaba por la ventana.

- ¿Me espera usted a mí? – preguntó coqueto acercándose a ella, quien rápidamente giró para verlo

- Señor Jeon, su novia lleva esperando más de dos horas – comentó algo molesta mientras giraba la cara hacia otro lado

- Nadie me había dicho nada, ¿cómo podría yo adivinarlo? – respondió sin dejar de mirarla

- Debería yo castigarlo por esta espera – dijo, esta vez se podía ver una pequeña sonrisa en sus labios

- Aceptaré mi castigo, pero aquí no – dijo tomándola del brazo mientras la llevaba a su oficina.

Lee Ji-eun, una de las modelos más importantes de Corea del Sur, caminaba sonriente a la oficina de su novio, ambos entraron y ella no pudo esperar más para besarlo. Jungkook cerró la puerta y continuó con aquel beso que poco a poco se convertía en apasionado.

- Te extrañé tanto – dijo ella con la respiración entrecortada mientras miraba sus hermosos ojos.

- ¿Cómo has estado amor? – preguntó mientras besaba su cuello delicadamente

- El trabajo agotador como siempre, pensé en venir a verte y así tomar unas pequeñas vacaciones – respondió mientras intentaba desabotonar la camisa de Jungkook, quien apartó sus manos con suavidad.

- Aceptaré esas vacaciones, pero ahora debo ir a una reunión – dijo más calmado mientras acariciaba suavemente su rostro.

- La reunión puede esperar, yo no – volvió a insistir ella, acercándose de nuevo a besarlo.

- IU... realmente lo siento, espera un poco más por favor, no puedo retrasar más esa reunión – dijo algo serio mientras acomodaba su corbata y peinaba su cabello con sus dedos.

- ¿Vas a irte así y dejarme aquí sola? – reclamó girándose hacia él, tratando de encontrase con su mirada – ¡siempre haces lo mismo, nunca tienes tiempo para mí!

TENIAS QUE SER TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora