Parte 10 Fragmentos que matan 2

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Seiya comenzo a hablar con un tono de voz parejo, los recuerdos abrían heridas a media que avanzaba

- Esta bien Serena te contare todo lo que era - le dijo Seiya- mira Serena, la vida de nosotros era muy pero muy distinta a lo que tu conoces, yo y Kakyuu nos conocimos muy pequeños, cuando nuestros padres nos dejaban en el jardín infantil, básicamente para que no molestáramos en la casa, eramos un problema - Kakyuu sonrió, era un lindo recuerdo, esos momentos de niños cuando eran felices - durante la escuela seguimos juntos, eran nuestros momentos felices y lejos de los problemas del hogar, mi padre constantemente se desquitaba conmigo, me gritaba, me golpeaba, creo que le recordaba demasiado a mi madre, cuando llegaba a casa después de la escuela, no soportaba mucho y salia, bagaba por las calles largas horas, por lo general estábamos los dos, la familia de Kakyuu era otra historia tan mala como la mía, en las calles comenzamos a conocer a otros chicos. A medida que crecimos notábamos más las cosas, solíamos huir por semanas enteras de casa, a veces no teníamos para comer, por lo que robábamos, no solo para comer, para drogas o alcohol, muchas veces vendíamos drogas, era un buen negocio, eso nos ayudaba, cada tanto nuestros padres no mandaban a buscar, teníamos que llegar a nuestros hogares, pero no soportábamos mucho, nos vimos envueltos en demasiadas peleas, varios de nosotros terminamos en la sala de urgencias por las peleas - Mientras Seiya contaba esto la cara de Serena expresaba angustia, pena, pero jamas sorpresa o repudio, por otro lado Kakyuu cada tanto dejaba escapar una lagrima - con el paso de los años, los chicos con los que nos juntábamos y nosotros nos volvimos una familia, le problema llego un día que decidimos hacer un negocio, era algo grande, era bastante dinero de por medio, era, quizás, la posibilidad de escapar de todo, era algo simple debíamos entregar una cantidad algo considerable de drogas al otro lado de la ciudad, solo teníamos que ir a la dirección que nos dieron, entregar la droga, volver,quizás lo más difícil era evadir a la policía, no levantar sospechas al lugar que íbamos, ya que había un grupo rival del lugar donde íbamos, Kakyuu, fue con nosotros, tenia mucha más experiencia que yo en ese tipo de cosas, entregamos todo, pero cuando estábamos saliendo de la calle, nos topamos un grupo de chicos, eran como 6 nosotros solo 4, no nos dieron nada para defendernos, luego todo fue muy rápido, dos de los otros chicos tomaron a Kakyuu, eran demasiado grandes para ella, aun que se sabia defender bastante bien, pero esto la superaba, llevaba una cuchilla, siempre tenia esa precaución, nuestros otros dos amigos se encargaron de tres de ellos, solo se que me abalance sobre dos de ellos, a uno lo apuñale en una pierna y al otro cerca del estomago, salimos corriendo, no sabemos que paso, la policía empezó a investigar, pero mi madre me saco de ese lugar, hasta donde ella tiene conocimiento, fue por drogas, no sabe el resto de la historia, la verdad es que no medí las consecuencias, lo único que sabia y que me importaba era ayudar a mi amiga, si no hacia algo seguro la matarían - Bueno Serena esa es la historia, y ahora creo que le toca hablar a Kakyuu

- Bueno, los chicos de esa noche, eran más, el resto de la banda averiguo lo que paso esa noche, supieron quienes fueron, ahora me buscan, creo que su intención era atraernos a todos nosotros, pero los chicos se mudaron de ahí casi al mismo tiempo que tu, quedaba yo, por eso escape, no quería que llegaras allá de nuevo y algo te pasará, ahora eres inubicable  Seiya, nadie sabe nada de ti, solo saben que desapareciste, realmente no creo que te busquen acá, saben que si lo hacen, ellos no volverán a pisar las calles, lo malo es que si aparecen tu madre sabrá todo y adiós a todo esto.

Serena estaba en silencio y no decía palabra alguna, los dos chicos temían que se pusiera de pie y saliera corriendo

- Serena ¿estas bien? - le pregunto Kakyuu con su voz dulce

- Serena, si quieres golpearme, gritarme, llorar, lo que sea, puedes hacerlo - le decía Seiya acercándose a su lado

- No seas tonto Seiya - dijo con voz a penas audible- tu... ¿quizás mataste a un hombre? creo que los rumores de las drogas sobre ti eran lo más leve y bueno, no son rumores

- Entiendo que me odies Serena, lo entien... 

- hiciste todo eso por tu amiga, por defenderla, por evitar que algo malo le pasara- Serena lo interrumpió - eso no tiene nada de malo, esta bien que no estaban haciendo nada legal, pero aun así, no todos harían algo así, no cualquiera arriesga su vida por otra persona y no, no puedo pedir nada más, eres una persona increíble a pesar de todo, de todo lo que te toco vivir, me asusta y me  sorprende, no te lo negaré, pero no puedo pedir que seas diferente, todos sabemos como es tu padre, eso no es un misterio - Serena hablaba rápido, pero en voz baja, estaba sorprendida, conmocionada, no creía que ese chico del que hablaba era el mismo que estaba frente a sus ojos

- La verdad es que Seiya tiene suerte, la mayoría de nosotros solo nos queda quedarnos en esto, en este mundo y no tenemos muchas opciones 

- El problema ahora Serena, es que hacer con Kakyuu, no puede volver, debo ayudarla a estar bien, pero acá no se como hacerlo

- Eres un estúpido Seiya Kou, debemos llamar a Hotaru, ella nos puede ayudar, no entiendo como la olvidas.

La reacción de Serena lo sorprendió, jamás imagino que una chica como ella se comportará así, esperaba algo así como, no quiero volver a verte, no te acerques a mí, pero no, al parecer, estaba dispuesta a ayudarlos.

- Realmente eres una chica genial Serena.

- Gracias, bien llamaré a Hotaru y le diré que venga, si no les molesta, obviamente

- Claro que no, al contrario, muchas gracias por ayudarme - le decía Kakyuu, nerviosa y sin dar crédito de lo que estaba pasando - de verdad no creí que una chica como tu, fuera tan linda, siempre tuve una mala idea de chicas así

- tranquila, yo también tenia mis prejuicios, pero no son más que eso.

En quince minutos Hotaru ya estaba en la casa de los Kou, el problema era que sus hermanos estaban a punto de llegar

- Se que mi padre no tendrá problemas en que la recibamos en casa, pero debemos asegurarnos que no la han seguido

- Hotaru ¿de verdad? No quiero provocar incombenientes, con nadie, puedo irme de aquí

- No lo harás, mi padre dentro de todos sus errores, sabe entender muchas cosas y tiene bastantes amigos que le deben favores

Hotaru tomo su teléfono e hizo una corta llamada, tenía algunos amigos en la policía, se había metido en tantos problemas que ya conocía bastante.

- Van a investigar su han visto algún movimiento extraño en la zona, me avisaran

Las dos chicas se fueron a la casa de Hotaru, Seiya decidió acompañar a Serena a su casa, hacía frío y ya estaba oscureciendo

El Pasado Te Condena, El Presente Te PremiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora