Familia

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- Y entonces el muy ignorante dice "No quería hacerlo, solo me sacó de quicio" entonces porque lo habría hecho, que es imbecil o que?- su padre ríe mientras cena al lado de su "queridísima", "elegante" y "educada" compañera de vida Rose.

Era mas que obvio para cualquier extraño que estaba con mi padre por su dinero, cada día llegaban las facturas de 1o dígitos a la tarjeta que le regalo por su MES de estar juntos.

Ella solo se ríe y sigue comiendo caviar como si no hubiese un mañana, yo en cambio como una ensalada con pasta de guarnición y un té helado. Procuraba mantenerme al margen de la conversación, solamente cuando Rose venía nos sentábamos los tres en la misma cabecera, que honor, pensé.

Aparte de que no podía dejar de pensar en aquello había pasado 3 horas y aun sentía el calor en mis mejillas.

Mi bolsillo empieza a vibrar, lo saco y era Cameron, eran las 7 de la noche y ya había acabado de cenar, además de que no podría soportar otro momento ahí.

- Papá- le llamo- Ya me puedo retirar? Ya acabé.

Suspiró molesto mientras daba trago a su copa de vino añejo- Esta bien, a las 9 se apagan las luces.- dice antes de olvidarse de su hija y volver a llenarle de algún conocimiento a esa hueca

Me levanto y agradezco por la cena a las mucamas y asciendo rápidamente las escaleras para encerrarme en su cuarto.

Me tumbo contra mi cama y respiro lentamente, estaba empezando a hartarme de este estilo de vida.

 Me levanto para mirar mi habitación, no me había percatado hasta ese momento de silencio y para pensar que en mi habitación no había nada que me gustase, no había fotos mías con Cameron, ni discos de mis bandas favoritas. Ni siquiera las sábanas y fundas de mi cama eran de mi color preferido, lo único personal  eran mis prendas de vestir que yo escogía. Pero esto solo paso cuando me había hartado de que mi padre le ordenase a las mucamas que me vistiesen según sus mandatos.

Apoyo mis manos a los costados sobre la cama para levantarme y dirigirme hacia la ventana, una vez que la abro paso una pierna a otro lado y me siento en el marco, miro a la ciudad resplandeciente de luces de colores, ahí es a donde me habían declarado que pertenecía, un mundo lleno de lujos y con la vida resuelta pero una vez que mi mirada se eleva al cielo nocturno de luces destellantes naturales, como piedras preciosas incrustadas en una tela de seda negra me olvidaba de eso, la brisa chocaba levemente con mi rostro moviendo mi cabellera, había veces en las que tenía cansancio mental y en esos momentos de soledad apacible mi mente se limpiaba, ahora podía pensar las cosas que pasaban en mi vida y que a veces me dejaban sin dormir. Yo siempre quise una vida.. Normal.

**

Del otro lado de donde tenía una vista del cielo Alice, se encontraba Nickolas terminando su turno en un restaurante-bar. El jefe no puso pretextos para no contratarle, después de todo era atractivo y eso era lo que le importaba al dueño del local, atraer jóvenes para convencerles de ingerir. Resopla una vez que se sienta en un taburete de la barra y deja la charola de plata sobre esta.

**

- Eh Nick- levanto mi mirada para ver a Steve. El bartender- son las 9:30, no deberías irte ya?- limpia el interior de un vaso de vidrio con un trapo blanco y lo deja en un estante.- No es bueno que un joven este solo a estas hora de la noche.

- Vale, ya entendí, dios pareces mi madre- me desato el delantal negro de la parte baja de mi espalda y se lo paso con un lanzamiento para que lo atrape y lo guarde.- Hey Steve. Podrías decirle al dueño que me deje usar mis lentes, ya van tres veces que casi tiro la comida en los clientes- refunfuño bajando las mangas de mi camisa blanca.

Cambio de RolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora