Zecretos ocultos.

Viaje de desesperación

"Nosotros los asesinos seriales somos sus hijos, somos sus esposos, estamos en todas partes. Y habrá más de sus niños muertos mañana".
-

Ted Bundy.

Capítulo 3.

Diario #3.

El tercer diario es narrado por un soldado de edad avanzada y su nieto, llamado David (el apellido está borroso). Que visitaban Hawái durante el ataque al Pearl Harbor, que los tomo por sorpresa. Además de que les ocurrió algo que no esperaban, tanto turistas como soldados estadounidenses y japoneses... la llegada del virus S.

Fecha: 05/diciembre/1941

Lugar: En algún lugar de Hawái

Soy un soldado retirado a mis 65 años de edad, me despidieron con honores de mis servicios como miembro del honorable cuerpo de marines de los estados unidos, participé activamente durante mi juventud en la primera guerra mundial, a la cual logré sobrevivir sin sobresaltos y sin heridas graves, pero eso son solo historias de un viejo, por el momento visito mi mansión cercana a la costa de Hawái y con una gran vista de la base de Pearl Harbor.

Anoche asistimos a un festival nocturno y esta mañana dimos un recorrido por la playa; Los días que he estado aquí han sido muy placenteros, me la he pasado de maravilla en compañía de mi familia, después de años de servicio es agradable estar nuevamente con ellos.

Fecha 10/diciembre/1941

Lugar: Cercano a las costas de Hawái

Pensábamos que todo sería felicidad, hasta que de la nada surgieron estas bestias, si no mal recuerdo todo comenzó hace 3 días, yo me encontraba en la base junto con mi nieto, que ahora dirige el Pearl Harbor cuando esos idiotas de los japoneses nos atacaron con bombarderos y sus malditos F10 durante el ataque, mientras los soldados peleaban, nosotros teníamos problemas mayores de que preocuparnos, un avión parecido a un carguero enemigo, fue derribado en las cercanías de la reserva natural donde habitan monos araña los cuales al entrar en contacto con un objeto semejante a un contenedor para plutonio comenzaron a mutar de una forma horrible, nuevas extremidades comenzaron a brotar de sus espaldas empezando a asemejarse más a una araña gigante humanoide que a un mono, al final de esta entrada dejaré un boceto de dicha criatura., también aumentaron su agresividad y su voracidad empezando a atacar los asentamientos cercanos atravesando a todos los civiles con sus extremidades y devorándolos pieza por pieza causando una escena sangrienta en la cual estos monstruos desmembraban a sus víctimas partiendolos por la mitad con sus afiladas garras y arrancando cada una de sus extremidades con sus "aguijones", destrozando su cráneo como si fuera una hoja de papel atravesada por un lápiz, haciéndola explotar por la presión resultante, comiéndose sus vísceras dejando solo huesos, músculos y piel haciendo que el cuerpo antes inerte remontara del suelo atacando a cualquier cosa viva dejando a muy pocos sobrevivientes, de los cuales nos refugiamos en la base. Entre los pocos que estábamos nos encontrábamos mi familia y algunos vecinos, pocos de ellos eran soldados retirados.

Contábamos con armamento suficiente para iniciar una defensa en la base la cual fue rodeada por estas enormes bolsas de carne mutante las cuales arremeten con fuerza la entrada, temíamos que entraran y nos exterminará a todos los que nos encontrábamos aquí adentro...

Fecha 12/diciembre/1941

Lugar: base del Pearl Harbor, Hawái

Mi abuelo ha fallecido de la forma más heroica posible. Yo seré el que continúe este diario en su memoria, continuare cada acontecimiento que suceda en estos días hasta que mi destino me lo conceda.

Fecha 13/diciembre/1941

Lugar: base de Pearl harbor, Hawái

Era de madrugada acababa de terminar mi turno de vigilancia en el ala norte del destrozado complejo, posterior a la retirada enemiga se nos ordenó a los pocos sobrevivientes mantener nuestras posiciones mientras tomaban medidas, enviaban refuerzos y nosotros esperábamos nuestro probable deceso sobreviviendo oleadas de cientos de no muertos que nos atacaban cada maldita noche, me preparé a entrar a descansar un poco cuando de pronto la alarma sonó u grupo de caminantes había derribado la barricada del ala sur y se estaban dirigiendo al bunker destrozandolo todo a su paso, inmediatamente empecé a correr con mi ametrallador a en mano y unos cuantos cargadores, además de mi confiable hacha de combate y un par de 9mm , detrás mío avanzaban mis compañeros para comenzar a defender nuestra posición con la vida si era necesario....

....Al principio fue fácil detenerlos, la situación no podía ser mejor para nosotros ya que contábamos con armas y munición suficientes para resistir a este ataque, además durante la batalla pudimos recopilar información muy útil sobre el enemigo información tal como el punto débil de estos bastardos, lo cual fue muy útil ya que no desperdiciamos mucha munición en esta batalla... empezamos a idear el hecho de reponer la barricada mientras el resto del equipo se dedicaba a cubrir la espalda de los encargados de dicha labor uno de ellos de apellido Booth se ofreció voluntario acerrar la barrera junto con algunos otros valientes soldados mientras el segundo escuadrón se dedicaba a su protección. Bala tras bala nos libramos de los no muertos mientras nuestros compañeros redoblaron los esfuerzos en la ampliación y reconstrucción de la barricada. Al terminar con la labor todo el mundo celebró con las manos en alto pero la felicidad solo fue efímera... Mientras regresamos no nos percatamos de que un intruso había entrado, hasta que a Booth sintió un líquido verdoso que le goteo en la cabeza, este empezó a escurrir ligeramente en su cara, sin pensarlo elevo la vista de un momento a otro, un no-muerto se abalanzó sobre el partiéndolo diagonalmente desde el cuello hasta el hígado, permitiendo ver sus entrañas, mientras el no-muerto soltaba el grito más perturbador que pudiera haber oído.

Este no-muerto tenía las garras más espantosas y enormes que puedas imaginar. La cereza sobre el pastel era que dicha criatura se movía tan rápido que era complicado apuntar a su punto débil. Logramos matarla gracias a un valiente que recordare por siempre, aunque no me haya dicho su nombre, recordaré su rostro y su valiente acto por salvarnos. Este hombre se las ingenio para sujetarlo por el cuello para poder dispararle, sin embargo el arma era de un calibre muy alto y la bala los perforó a ambos, pero le prometí a ese cadáver que su sacrificio no sería en vano. Pero por extraños motivos la criatura seguía viva, aunque parecía costarle mantenerse en pie, rápidamente saque mi arma y me dispuse a matarla, justo antes de apretar el gatillo un científico del escuadrón me detuvo para solicitar que nos quedáramos con la criatura, porque él estaba seguro de poder encontrar una cura para este apocalipsis; en el fondo sabía que era una pésima idea en muchos sentidos, decidí confiar ciegamente en su palabra en su palabra con tal de encontrar una solución.

Aprovechando que la criatura aun estaba débil, la sujetamos de tal manera que le fuera imposible moverse, la transportamos a un sótano, para que en caso de que se escapara nos diera tiempo a reaccionar.