Unwanted Butterflies ❥ KOOKV

Mamihlapinatapei

Mamihlapinatapei : una mirada sin palabras, pero significativa, compartida por dos personas que desean iniciar algo pero que son reacias a hacerlo.

Hay algunos momentos en la vida en los que te ves a ti mismo cayendo en un vacío sin fin y no hay nada que puedas hacer que te salve del inevitable choque contra sus profundidades.

Taehyung estaba cayendo cuando Jungkook estaba a punto de hablar, a punto de revelar finalmente las palabras que ha estado escondiendo y quién sabe por cuánto tiempo.

Pero luego la puerta se abrió de golpe, y apareció una mano invisible que lo sostenía y lo arrastraba de regreso a la superficie.

Taehyung se da vuelta ante el abrupto sonido, maldiciendo internamente cuando ve a su mejor amigo llevando una bolsa de basura en una mano, con los ojos bien abiertos mientras explora la situación que acaba de interrumpir. Jungkook todavía se mantiene contra la pared mientras observa a los dos amigos que se miran con expresiones muy diferentes. Suspira, aprovechando la distracción de Taehyung y empujándolo para liberarse.

— Espera, Jungkook —el mayor reacciona rápidamente no sin enviar una última mirada a Jimin como diciendo "mira lo que has hecho". Se acerca para agarrar el brazo del joven y detenerlo en su camino, pero es más rápido que él y, antes de que pueda alcanzarlo en el pasillo, ya está caminando por las escaleras, sin esperar a que llegue el ascensor. Él quiere escapar tan rápido.

Taehyung se muerde el labio y se da vuelta lentamente, Jimin le envía una sonrisa de disculpa cuando dice: —Lo siento mucho, solo tenía que sacar la basura. Yo no sabía que ustedes dos...

Tae se queja, sacudiendo la cabeza con incredulidad. — Solo cinco minutos más. Lo juro, Jimin, cinco minutos más y él...

— ¿Él qué? —Jimin pregunta, con una ceja enarcada con curiosidad.

¿Qué iba a decir?

— No lo sé. —suspira resignado, mientras se acerca a la puerta. — Dijo que ya no me quiere, pero no le creo. Hay algo que no me está diciendo.

— Descúbrelo, entonces. —Jimin se encoge de hombros, abriendo la puerta para que Taehyung camine mientras comienza a avanzar por el pasillo donde Jungkook ha estado previamente.

— Oh, lo haré. —asiente Tae, una sonrisa tentando sus labios a pesar de su estado de ánimo.

La cosa es que él no lo consigue. Acercarse a Jungkook en la oficina es inútil; él realmente no quiere tener nada más que ver con él. ¿Y qué otra manera tiene de averiguarlo si no es con el chico mismo? No es como si alguien más supiera la respuesta que él mantiene en secreto. Y Taehyung lo intenta. Lo hace, pero el más joven sigue alejándolo con excusas hasta que ni siquiera su asistente lo deja llamar a su puerta. Es como estar exiliado.

Sin embargo, después de una semana, Taehyung piensa que es mejor que siga adelante. De cualquier manera, hay tanto que él puede soportar. Está cansado de ver desde lejos a Hoseok y Jungkook bromeando durante el almuerzo y deseando poder tener lo de Japón de nuevo. No puede pero tiene frío durante la noche, sus mantas son delgadas, su piel y sus labios carecen del toque y el placer que solo Jungkook podía otorgarle. No se había dado cuenta de lo mucho que lo necesitaba, de lo cómodo que se había vuelto tener al menor alrededor.

Seokjin le está enviando una mirada de disculpa desde el otro lado del sofá, sus ojos suaves cuando le dice que Namjoon vendrá más tarde para la cena. Taehyung no tiene ganas de ver a su jefe en lo más mínimo, pero asiente de todos modos porque la forma en que los ojos de Jin brillan cada vez que dice que el nombre del otro es demasiado hermoso para arrebatárselo simplemente porque está amargado. Seokjin aprieta su mano antes de caminar hacia la cocina, diciendo que la cena tomaría mucho tiempo para prepararse.