Día 4: El universo en tus ojos.

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•Día 4•
Confesiones
Fluff
Estrellas/constelaciones

Chicos, este OS está triste :(, es angst pero ok. Y tiene un poco de drama, bueno, no poco jaja, todo angst debe llevar un extra de drama.

La canción se llama Saturn de Sleeping at Last.

Cuando Kaminari nació, enamoró a todos con esos ojos dorados, tan eléctricos como los dones de sus padres

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Cuando Kaminari nació, enamoró a todos con esos ojos dorados, tan eléctricos como los dones de sus padres.

Por poco pensaban que el chico era una gota de sol que había nacido en este planeta para iluminar a todos.

Vaya fue la sorpresa que ese rayito de esperanza obtuvo un quirk eléctrico y un grande sueño de convertirse en un héroe.

Quería ser como All Might, bueno, todos sus compañeros de kínder querían ser como ese hombre tan poderoso y que emanaba paz por todos sus poros.

Hasta el niño con pecas que iba en su salón y no tenía un poder quería ser un héroe como él.

También el niño rubio con ojos rojos como la sangre, quería ser un héroe. Pero él sí tenía las oportunidades cayéndole como gotas de lluvia, ya que había descubierto que tenía un poder explosivo muy útil.

Kaminari intentaba todos los días mejorar su quirk, ya que siempre quedaba atontado después de utilizarlo. Pero no podía evitar seguir intentándolo por ese sueño tan marcado.

Quería ser el héroe que los iluminara como el sol.

Que los salve de agujeros negros.

Que los encuentre en el infinito universo.

Cuando entró a la UA, no pudo evitar saltar de la felicidad ante tal noticia. Sus padres veían preocupados a su pequeño niño tan puro y optimista. Sabían que ya no era un bebé, pero aún lo querían como uno.

Y ahí se encontraba él, frente al grande lugar que lo ayudarías cumplir sus sueños a pesar de que su don lo deje inútil. Pero ¿qué más da? Ya está ahí y no hay marca atrás.

El golpe de alguien chocando en su hombro lo hizo casi caerse. Miró a su lado como un pelimorado lo veía con asombro dibujado en sus facciones pero borró como estrella fugaz esa expresión a una seria.

-Lo siento... -iba a caminar de nuevo pero Kaminari actuó por inercia tomando la mano del más alto.

-¡Espera! No quiero ir solo.

-Ay, Dios... -susurró con molestia-. ¿Eres un bebé?

Kaminari abrió su boca en una "o" ofendido.

-¿Cómo osas decirme bebé a mí? Soy todo un niño grande -habló con tanta seguridad y con rostro como él de un gatito enojado, pero luego sonrió iluminando el lugar con esa tenue sonrisa-. ¡Me llamo Kaminari! Puedes decirme Kami.

ShinKami week 2019!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora