Respeto

Memorias De Una Camarera #1

¡Qué fenomenal escena! 
Amo el frío, día nublado y lluvioso, mi trabajo, este olor a café, que se impregna desde los muebles hasta mi sostén, me da el buen humor que necesito, mas que necesario para atender desde el más  amable y dulce hasta al más nefasto personaje.

- Buenos días sr. Martín, ¿Cómo está usted hoy?

- Hola, mocosa, no tan bien como tú, pero aún con vida.

Debería tenerle miedo, cólera o algún sentimiento poco positivo, algo así cuándo me asustaba apenas empecé, pero, ¿que pasa aquí?
Este es un trabajo, el cuál le agarré gusto porque aprendí a escuchar, a entender, a conversar, e inclusive a veces a aconsejar.

El sr Martín es un hombre solitario y amargado, catedrático de la universidad que está a unas cuadras, vive sólo.
Sé que tiene 3 hijos, uno falleció, eso es lo que le terminó de amargar. Los demás viven lejos, la relación con ellos es deplorable.

- El mismo café de siempre, ¿verdad?

- Pffdggg, ¿Cuál otro?

- Aquí tiene sr Martín, ¿Qué tal su día?

- Todos los días lo mismo, esos mocosos en su nube de cristal, no saben lo que les espera en su vida... Yo debería estar jubilado.

- ¡Vamos! No se desanime, considere esto como una distracción.

- (Se toma el expreso de un sorbón) Cómo sea... En fin, aquí está el monto, adiós....

Espero no llegar así a esa edad.