Teriantropía

Capítulo 5: Las desapariciones

Las campanas sonaron estrepitosamente esa noche desde el campanario, y los gritos del vigilante despertaron a gran parte de los habitantes del lugar.  Todos los que salieron de sus camas se dirigieron al patio principal del monasterio y trataron de entender el motivo del escándalo.

Edgar se ofreció a subir al campanario y dado que era joven y ágil le bastó solo un momento para estar a un lado del viejo. El  velador petrificado seguía sujetando las cuerdas.

–¿Qué es lo que sucede Frank?-le dijo el muchacho preocupado. No alcanzaba a entender lo que Frank decía pero una vez que puso atención supo que se encontraba orando. –Está ahí afuera-dijo el anciano cuyo terror se plasmaba en sus pupilas

-¿quién está ahí afuera?-

-el demonio muchacho, el demonio ha tocado las puertas de este monasterio y ha dejado algo para que sepan que estuvo aquí, le he visto con mis propios ojos, satanás tiene forma de lobo-

 Según palabras de del viejo aquella criatura había dejado un cuerpo humano a medio masticar frente a las puertas del monasterio. Nadie considero prudente salir,  Edgar ayudó al bajar al velador de su puesto y dejaron en sustitución a dos hombres que se ofrecieron a desarrollar la tarea lo que restaba de la noche.

-¿crees que sea el demonio, Edgar?-preguntó muy seria Natasha mientras peinaba sus largos cabellos negros y Edgar tomaba una taza de té. Ambos estaban en una de las salas del monasterio.

-es difícil saberlo con certeza, solo sé que es una criatura salvaje y hambrienta, ¿crees en historias fantásticas Natasha?-la chica asintió -no debería, pero lo hago, creo en historias fantásticas-

- Los turcos contaban historias sobre los licántropos, hombres capaces de transformarse en bestias mitad humanos mitad lobos, mas agiles, más veloces y con un insaciable apetito de carne y sangre. Según ellos  hay distintas maneras de convertirte en uno y que cuando dominara el arte de la  Teriantropía las guerras ya no serían un problema para ellos.

-¿Teriantropía?-le preguntó ella desconcertada

-el arte de cambiar de forma humana a forma animal-

-recuerdo haber escuchado algo de eso con los gitanos, magia de la naturaleza, el dominio de la voluntad para ser capaz de cambiar de forma y expresar tus virtudes a la imagen y semejanza de los animales que pueblan la tierra-

-¿no sería grandioso poder transformarte en un animal?, dejar salir tus instintos? Y ser solo vida en su pleno esplendor?-

-Oh Edgar es la primera vez en todo lo que has estado aquí que te expresas tan apasionadamente sobre algo-

-solo piensa en las probabilidades, correr tan rápidamente que no puedas ser alcanzado-

-volar-dijo ella y sus ojos se llenaron de brillo ante esa idea maravillosa. Siempre le habían gustado las aves y verlas surcar el cielo, como dueñas absolutas del mundo.

Escucharon los pasos de alguien en el corredor  y el padre de Natasha apareció en la entrada de la sala. -siento interrumpir muchachos, pero me parece que sería bueno que se fueran a dormir, ha sido una noche horripilante, el señor Frank esta ya descansando, pobre viejo, después de esto no creo que sea prudente dejarlo velar un día más-

-¿que pasara con el cuerpo?-dijo Edgar -no temas mi muchacho, mañana nos encargaremos de eso, anda a dormir los dos-

El señor Nicolae acompañó a su hija a la habitación y la arropó como cuando era niña -¿aun recuerdas todas las aventuras que hemos vivido hasta ahora?

-como si fuera ayer-le contestó ella

-no sabes cómo admiro que a pesar de todo el sufrimiento porque tuvimos que pasar tú conserves tu carácter tan bello, la sonrisa en el rostro-

-tuve al mejor padre conmigo-

-¿no estás asustada?-

-no padre, no como cuando le vi de frente…pero presiento que las cosas no irán bien-

-no me digas eso hija mía, sé que siempre has sido intuitiva lo has heredado de tu madre pero por mas mal que puedan estar las cosas uno nunca debe perder la esperanza hija mía, siempre queda la oportunidad de un mañana, inclusive los que mueren descansan en el sueño eterno con la esperanza de la resurrección.

 A la mañana siguiente  algunos cuantos corroboraron el macabro hallazgo, había trozos humanos  esparcidos a las puertas del monasterio. Un torso con rasguños y mordidas, dos pares de brazos a los que le faltaban algunos dedos y al avanzar un poco más encontraron restos de ropa raída con violencia por algún animal.

-¿qué clase de monstruo deja eso frente a las puertas de un lugar de dios?-preguntó Natasha

-uno que tiene alma - contestó Edgar quien la tenía abrazada

. Se había reunido un grupo de religiosas, unos cuantos campesinos y aldeanos de las zonas de alrededor, así como el doctor Quentin y el señor Nicolae que miraba consternado los retos humanos sin llegar a entender ese mensaje de la bestia.

El doctor fue el primero en aventurarse a mover el torso con una rama que cogió del suelo, lo observo algunos minutos tratando de encontrar algún dato interesante.

El señor Nicolae responsable de esa comunidad que vivía en el monasterio fue a dar parte a las autoridades para encontrarse con la sorpresa de que eso no había sido el único ataque y que a los alrededores del Bucovina además del conflicto bélico, ese animal había sido reportado por algunos soldados rusos, aldeanos y campesinos. Existía  además  una lista bastante considerable de desaparecidos, y al señor Nicolae la preocupación le invadió a no saber cómo poder tener a salvo a su comunidad.