Al fin

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Al día siguiente de lo ocurrido en la sede los magos estaban la mayoría en el gremio, incluyendo a la pareja.

Natsu estaba sentado encima de la barra con las piernas cruzadas hablando tranquilamente con Gray, hasta que sintió lo mismo que ocurrió la madrugada del día anterior y, con una gran sonrisa, llamó a otra persona que seguro le iba a gustar sentirlo.

--Laxus, ven, corre --apuró al rubio, que no tardó en llegar a su lado. --Dame la mano --pidió con una sonrisa tranquila, viendo la mueca extrañada en la cara del otro.

Sin rechistar le tendió la mano, y sin esperar más la dirigió a su vientre bajo la atenta mirada del azabache. El adulto no tardó en sentir un leve movimiento en su palma, abriendo los ojos en demasia, mirando con gran sorpresa al menor.

--Se mueve --dijo lo obvio, sacándole una delicada risa al pelirosa.

--Claro que sí, está vivo ¿sabes? --se burló del comentario dicho.

--Es... increíble --soltó sin terminar de creerselo.

--Sabía que te gustaría sentirlo --afirmó con alegría viendo la cara de Laxus, que no apartaba la mirada de su vientre.

Giró la cabeza, viendo como su novio vigilaba cada movimiento que el otro Dragon Slayer hacía.

Meredy se acercó a ellos y notó lo que Laxus hacía, abriendo los ojos.

--¿El bebé se mueve ya? --preguntó con gran alegría, haciendo a todos los miembros del gremio girar la cabeza de una manera sobrehumana.

--Sí, empezó anoche, desperté a Gray en la madrugada para que fuera el primero en sentirlo --respondió sin quitar la gran sonrisa de su rostro.

Todos se acercaron a donde el grupo se encontraba, viendo la cara de bobo que el chico eléctrico tenía.

--¿El cachorro ya se nota? --cuestionó con gran felicidad el demonio.

--Sí, puedo oírlo, su corazón latiendo y cada movimiento golpeando en la palma de Laxus --contesto Erik por Natsu, ahorrándole más explicaciones.

Todos querían sentir al que sería el nuevo miembro, pero el padre de la criatura no les dejó, con el pretexto de que ya lo sentirían más tarde. Con varios desacuerdos el grupo se dispersó, dejando únicamente a la médico, el tío, el padre y la madre.

Meredy se acercó y le pidió permiso a Gray para revisar el estado del embarazado, siendo concedido ya que sabía que no le haría nada malo. La chica lo revisó con su magia, acabando ella también con una gran sonrisa.

--¿Queréis saber el género? --preguntó a los padres, recibiendo una negación.

--Nos gustaría que fuera sorpresa --habló el mayor, siendo él el que posó esta vez la mano en el vientre de su pareja.

--¿Tenéis algún nombre ya? --curioseó la chica.

--Sí, si es niño será Ryûnosuke --tomó la palabra el pelirosa.

--Y si es niña Yukiko --terminó el azabache.

--Son muy bonitos los dos --halagó la médico, poniéndose en pie y alejándose para hablar con Sorano.

(...)

Ya era la hora, ese día Natsu salía de cuentas. Su vientre había tomado el tamaño adecuado y con las financiaciones se habían centrado en preparar la enfermería para el parto del maestro, comprando una camilla, cortinas, herramientas como bisturís, gasas, hilos, agujas y demás, y pronto los usarían.

Para Gray esos 4 meses faltantes fueron una larga tortura, teniendo que ir a las misiones menos seguido para estar el mayor tiempo con su pareja, sintiendo como su cachorro se removía inquieto buscando ya salir, llenándole el pecho de orgullo al ver como luchaba por encontrar una salida, provocándole muchos dolores al pelirosa, que los tuvo que aguantar para no preocupar a su novio y hermano de otros padres.

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