Capitulo 27

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El primer comentario

En la frazada tendida en el tatami de la cabaña, dos figuras se encontraban durmiendo plácidamente..

Aome despertó abriendo uno de sus ojos y luego el otro, sentía algo vibrante bajo ella, alzó la cabeza encontrándose con una melena plateada muy familiar, abofeteandose mentalmente que fue lo que pasó recordó el encuentro amoroso que tuvieron, su rostro se sonrojo por los pensamientos pervertidos que llegaban a su mente. Decidió que ya era hora de que se levantara, se iría a bañar al río cercano, se hizo hacia arriba quedando sentada en las caderas de Inuyasha, las sensaciones de placer se daban a cualquier movimiento que hiciera, impulsandose con las piernas para pararse, sacó el miembro de él de su interior, la sensación de vacío la abrumó por un instante antes de que de una embestida por parte de él le proporcionara un mareo, Inuyasha se posicionó encima de ella, el placer que le daba el sentir su calidez rodeando su miembro lo excitaba...

Inuyasha — ¿A donde crees que vas? —

Los ojos dorados que empezaban a dilatarse por la excitación la miraban fijamente junto a una sonrisa de sensualidad, no podía creer que después de lo de anoche no estuviera satisfecho...

Aome— A bañarme ¿Porque? ¿Acaso no estás satisfecho con lo que hicimos ayer? —

Inuyasha — De ti nunca estaré satisfecho, eres mi adicción ahora, y no te desharás de mi por un largo tiempo — rio un poquito.

Aome — ¿Desde cuando te volviste tan...? —

Inuyasha — ¿Amoroso? —

Aome—No, deseable — no pudo evitar sonrojarse.

Inuyasha — Puedes desearme tanto como yo a ti, pequeña— embistió contra ella.

Aome— Ahh n-no hagas...eso —jadeo.

Inuyasha — Se me apetece mucho otra ronda, preciosa. Así que comenzemos —

Aome— Eres un.... —

Inuyasha —Que te encanta — arremetió contra ella, empezando así otro encuentro pasional entre ellos...

*****

El agua fresca del río relajaba la tensión en sus músculos, estaba metida en el río hasta la cintura, Inuyasha era un salvaje pero era increíble.

Inuyasha—Aquí está, toma—

Tomó la ropa de las manos de él, agradeciendo por ello. Había mandado a Inuyasha por un poco de ropa, la suya obviamente quedó destrozada gracias a las garras del demonio. Con sus dedos quitó el exceso de agua de su cabello, volviendo su mirada de donde antes estaba viendo, unos metros más abajo del río estaba él, admiró su fuerte físico y cada parte de su cuerpo, mirando la marca de sus colmillos en su hombro izquierdo, igual a la que poseía ella en el suyo, por estar mirándolo sintió su mirada y volteó a verla, con esa típica sonrisa arrogante.

*****

Volvieron a las cabañas de las mujeres, exactamente a la de Aome...

Aome— Ya es hora de que vuelvas con "los tuyos" —

Inuyasha — No quiero—hizo un puchero, como un niño pequeño
—Quiero estar contigo —

Aome— No, regresa— lo empujó suave — Ya pasó todo así que debes volver —

Inuyasha — Bien pero ¿Pronto te veré? —

Entre Clanes [Inuxkag]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora