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– ¡Hey! Silencio.– Entró el profesor de literatura haciendo que todos los alumnos se callaran y los que estaban fuera de sus lugares se sentaran en donde debían.-–Gracias, buenos días.

– Buenos días.– Respondieron todos en unísono.

– Hoy se integra un nuevo compañero.– Miró al pelinegro que estaba con él captando la mirada de todos.

– Hola a todos, mi nombre es Park Jimin, espero poderme llevar bien con ust...–

– ¿Park Jimin?– Dijo el maestro confundido mientras revisaba los datos del recién llegado.– Según esto, tu nombre es "Lee Jimin".

– Odio ese apellido, mi nombre original es "Park Jimin" así que me gustaría que me dijeran así, incluso de cariño me pueden decir "Jeon".– Sonrió por lo que acababa de decir e inmediatamente sus mejillas se tornaron de un color rojizo.

– Está bien, joven Jeon puede tomar asiento en uno de los lugares vacíos.– Dijo el profesor aún con confusión.

Jimin asintió con una sonrisa mientras tomaba asiento en un lugar que se encontraba a un lado de la ventana. Sabía que había ocasionado varias incógnitas pero no le importaba. Incluso muchos alumnos hablaban de él, suponía que ya sabían algo de él.

Las clases transcurrieron y al término de éstas las chicas no tardaron en acercarse hacia el recién llegado para hacerle mil y un preguntas.

– ¿Lee? ¿Acaso tu padrastro es el señor Lee Chunghee?– Preguntó una chica castaña con interés.

– ¿Por qué quieres que te digamos "Jeon" cuando el apellido "Lee" es un orgullo?– Dijo otra chica peliazul.

– Eres muy lindo, ¿Te gustaría un café?

– Porque detesto a ese señor. Arruinó mi vida.– Respondió ya frustrado, no le gustaba que se metieran en su vida y menos por interés.- Y soy gay, pierden el tiempo conmigo.– Finalmente salió del lugar dejando a las chicas sorprendidas y con ciertas muecas de asco.








PARK JIMIN

Después de varias horas, al fin pude ser libre, no hice ninguna amistad por lo que había dicho anteriormente de mis preferencias y al parecer todos ahí tenían cierto desprecio por los gays. La escuela era linda pero repleta de gente hipócrita e interesada; podía tener los mejores maestros, las mejores aulas, pero no se comparaba en lo absoluto con mi escuela en Busan porque ahí a parte de que estaba mi hogar, también estaban mis amigos y Jungkook. Mi Jungkook.

– ¡Por Dios, Jimin– Gritó mi madre furiosa.– Primer día de clases ¡PRIMERO!– Recalcó.– ¿Y se te ocurre decir que eres gay?

Y vaya que los chismes corrían muy rápido.

– Tenía que ser sincero, no quería tener a chicas acosandome.

– ¿Sabes lo peor de todo? Acabas de manchar el nombre de mi esposo

Y aquí estábamos de nuevo.

– Te preocupas más por el título de "Tu esposo" que los sentimientos de tu propio hijo.– Fruncí mi ceño y caminé hacia las escaleras.

– Ya te lo dije, ser homosexual es muy...–

– Antes no pensabas así.– Interrumpí mientras subía las escaleras, aunque me detuve cuando se escuchó la puerta ser abierta y un suspiro mientras Lee entraba.

– Creo que pude lograr tranquilizarlos. Les dije que Jimin suele ser un tanto bromista pero que es un buen chico cuando lo conoces bien.

Se me hizo inevitable no soltar una carcajada por lo que dijo aquél señor. Simplemente ridículo.

– ¿Y tú crees que te van a creer cuando mañana se los diga de nuevo?

– Jimin, Chunghee merece una disculpa de tu parte. También deberías agradecerle por lo que hizo por tí.– Dijo mi madre mirándome molesta y alcé mis cejas.

– Más por él que por mí. Iré a mí habitación.

Finalmente subí las escaleras directo a mi cuarto. Había pasado una semana desde el matrimonio de mi madre y aún no podía acoplarme a este estilo de vida tan... Estúpido.













• •

– Muy bien, Jungkook eso es todo, ¿complicado?

– No, de hecho es más simple de lo que imaginaba.– Soltó el castaño mientras miraba a su ahora jefe.

– Bueno, entonces te dejo.

El señor Wang salió. Era el primer día de trabajo de Jungkook en un café- internet. Estaba en sus planes ahorrar para cubrir con algunos de sus gastos. Su madre podía hacerlo pero él quería poco a poco independizarse, sabía que ahora su madre tendría que trabajar más si ya no iba a estar su padre, pues él ahora tenía que poner de su parte. Después de terminar de limpiar y preparar el lugar tal y como había dicho su jefe, marcó el número de su novio.

Jungkookie~

Respondió su pareja quien se escuchaba feliz.

– Hola, cariño ¿cómo estás?– Preguntó con una sonrisa mientras tomaba asiento en su lugar mirando hacia el ventanal del lugar.

Supongo que bien...

– ¿Supones?

Detesto a Lee.

A pesar de que no podían verse, Jungkook podía visualizar a Jimin haciendo un tierno puchero.

- Bueno, eso es algo que siempre me dices, ¿cómo te fue en la escuela?

Los maestros son muy geniales, es una lástima que los alumnos no tanto. ¿A tí cómo te fue?

– Te sigo echando de menos. Llegó una chica nueva quien ocupó tu lugar, pero...

Okey, no quiero escuchar sobre desconocidos. ¿Todo bien en la escuela, amor? ¿No has reprobado ninguna materia? Estamos en finales y se ponen las cosas más pesadas.

– Lo sé, pero no. De hecho conseguí un trabajo.

¿En serio?

Su voz se escuchaba un tanto emocionada. ¿Por qué era tan lindo?

– Sí, es un café-internet. Es muy lindo y el jefe es muy amable.

Me alegro que te sientas a gusto.

– ¡JIMIN! SALDREMOS CON LA FAMILIA KWON. CÁMBIATE. ¿Con quién hablas?

Se escuchó una tercera voz, claramente era su madre.

Eso no importa. Me cambiaré.

Respondió Jimin a su progenitora para finalmente colgar. Jungkook no se quedó ahí y le mandó algunos mensajes a Jimin quien los respondió al instante.

Jimin salió de su casa directo al auto de Lee en donde ya se encontraba ahí tanto su madre como su padrastro.

– El camino será largo, pero créeme que valdrá la pena.– Le sonrió su madre a Jimin.

– Espero que te puedas llevar bien con el jóven Ji Yong.– Comentó Lee y Jimin inmediatamente sintió como su corazón se aceleraba. Ahora todo tenía sentido, iría a la casa de Ji Yong. No sabía que él era ese tipo de persona.– No quiero que me metas en aprietos.

– Sólo haré lo que mejor me parezca.– Comentó para finalmente ponerse sus audífonos, su madre lo miró molesta pero él la ignoró.

A decir verdad le emocionaba conocer a la familia Kwon, había conocido como a dos familias con anterioridad en este corto tiempo, sin embargo Ji Yong podría hablarle de Jungkook, ¿no? No quería ser un acosador, pero desde que Jimin se había ido a penas y había hablado unas tres veces con su pareja en llamadas y aunque los mensajes eran los más constantes, no podía conformarse sólo con eso.

Molesto Park • Kookimin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora