Mi cuerpo descansaba en la cama enorme, llevaba tiempo despierto pero no quería pararme, pues esperaba a que Yuto viniera a despertarme como solía hacerlo en mis sueños. Esperé hasta que lo hiciera, o por lo menos acercarse a la puerta y decirme que ya era tiempo de ir a trabajar.
Me levanté de la cama, hechando un vistazo a todo lo que estaba en el cuarto, la luz entraba por la ventana, me acerque a ella para poder ver el clima, estaba algo frío pero eran los mejores días para el trabajo.
Se acercaba la hora de irme, y no había señales de Yuto. Decidí salir de la habitación sin antes dejar todo en orden.
La casa se escuchaba tranquila, caminaba con cautela pues no quería hacer ruido y hacerlo enojar, era muy temprano.Bajé las escaleras llegando a la sala, aún no veía a nadie y era bastante raro. Lo busqué por todas las habitaciones que encontré, solo faltaba una pero no tenía la fuerza para entrar si se hallaba ahí. Esperé por él en la sala, tomé el teléfono para mandarle un mensaje a mi madre que iría a trabajar.
Pasó algo de tiempo, ya era tarde y yo tenía que irme, tomé mis cosas sin querer hacerlo pues no había visto a Yuto; caminé a la puerta con las esperanzas de que llegara y me detuviera.
–¿Te ibas a ir sin siquiera decirme?–
El tono de su voz se escuchaba por toda la casa, deje salir una pequeña risa que solo pude escuchar yo, miré hacia donde estaba él, se encontraba arriba, con bata de descanso, su cabello cubría parte de su rostro, pero sin duda lo hacía ver realmente bien, ambas manos se posaban en el barandal esperando una respuesta
Lleve mis manos atrás de mi con una sonrisa de felicidad por verlo antes de irme
–Perdón– lo reverencié despacio subiendo aún con la sonrisa en mi rostro
–¿Por que sonríes?– bajaba las escaleras con una expresión neutra
–T-te vez bien..– mis labios apenas si se abrieron
–Oh ¿en verdad lo crees?– bajo el último escalón pasando su manos por su cabello dejando ver su rostro
Respondí con la cabeza sonriendo aún más
–Tengo que irme, se hará tarde–
–No te dejaré ir solo–
–No tienes que acompañarme, puedo...–
–Nunca dije que lo haría– camino acercándose a la sala
–Choi te estará esperando afuera, él te llevará hasta el café– siguió caminando hasta perderse en la cocina
Lo seguí para que continuará hablando
–En realidad...quisiera que fueras al café–
–Tengo que trabajar–
La actitud de Yuto era indiferente, pareciera que no quería verme. Por más que intentaba hablar bien con él no daba resultados, opté por irme y dejarlo solo, no quería molestarlo más.
Salí de la casa, un hombre algo mayor de edad esperaba en la puerta del auto negro estacionado
–Buenos días joven Kang, lo llevaré a su trabajo– me reverencio esperando a que subiera y pudiéramos partir
–Buenos días..– una leve sonrisa se dibujaba en mi
Caminé a la puerta trasera, el frío viento chocaba en mi rostro haciendo que mis ojos rojizos se humedecierán. Un agarre rígido sintió mi brazo, fue jalado hasta el cuerpo de Yuto el cual se encontraba cálido debido a la gabardina que traía puesta
Posó ambas manos en mi rostro acariciando mis mejillas.
–Pasaré por mi café–
Sonrió; yo le respondí de la misma manera. Ver su sonrisa tan cerca me daba tranquilidad.
Se fue acercando despacio hacia mí, deladío su cabeza juntando nuestros labios en un beso tierno y cálido. Correspondí al acto colocando mis manos en su cintura por dentro de su gabardina. De pronto ya no me molestaba el frío
Me alejé lento de él aún con la felicidad en mí y se podía notar. Ambos caminamos hasta la puerta del auto, abrió la puerta para que pudiera entrar
–Avísame cuando llegues si–
–Lo haré–
Subí al auto, cerró la puerta y partimos para el café. Durante todo el camino no podía quitarme la estúpida sonrisa que tenía desde que salimos. Recordaba el dulce beso, las caricias que recibia mi piel, las sentía tan presenten que hacía que volviera a temblar, como si estuviera tocándome de nuevo. Él hacia que olvidará todo lo malo y lo hacía de una manera única. Yuto me hacia sentir bien, seguro, querido, me hacía sentir especial como si fuera un cariño de tiempo
–Llegamos joven Kang–
La voz del hombre amable hizo que saliera de mis pensamientos. Miré por la ventanilla, estábamos enfrente del local–Muchas gracias señor Choi– reverencié con una gran sonrisa al hombre tomando mis cosas para salir.
Cerré la puerta de tras mío, crucé la calle para entrar al local y comenzar a trabajar. Ya estaba ChangGu y Lucas arreglando todo, saludé a ambos apresurandome a dejar mis cosas y ayudar.
En los vestidores tome mi celular para poder mandarle el mensaje a Yuto, no paso mucho tiempo cuando él lo vio y me respondió, tambien contesté algunos otros mensajes.
El día transcurrió normal, el café estaba lleno de personas y eso era bueno, ganancias eran ganancias aparté haríamos feliz a nuestro jefe.
Los clientes estaban satisfechos con la atención, una lluvia serena cai por las calles haciendo más agusto el día o al menos para mi así lo era. Los días lluviosos eran los mejores.
Estaba tan al pendiente de la llegada de Yuto, el último mensaje que le había enviado no lo contestó, tenía algo de preocupación pero tenía que entender, era un hombre ocupado y no estaría perdiendo el tiempo en cosas como yo.
La puerta se abrió, no me di el tiempo para ver quién era pues atendía a un pareja que no se decidía entre un chocolate caliente o un cappuccino, yo esperaba con la mejor actitud.
–2 chocolates calientes por favor– menciono la pareja jueguetéando entre si
–Claro que si, serían 4500 wons–
Una figura conocida se acercó a la barra esperando su turno para ordenar. La feliz pareja camino hasta su mesa dejandome ver el rostro de la persona que esperaba durante todo el día.
–Bienvenido– ví con cariño aquellos ojos pequeños
–Te dije que vendría– sonrió subiendo la mirada hacia mí
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sᴀᴛᴀɴ ɪs ᴍʏ sᴜɢᴀʀ ᴅᴀᴅᴅʏ «ʏᴜᴛᴏ×ᴋɪɴᴏ»
Fanfiction-Bienvenido a Yoger Presso, ¿Que va a llevar? -A ti..... Adachi Yuto, un famoso escritor, con un semblante imponente, alguien que no se puede ablandar fácilmente es atraído por Kang HyungGu, un joven sumiso, sensible y poderoso de alma, quién llegó...