Poder Hereditario

( Cap-2 ): Control.

Llegue al bosque seguro a las 6:00 am, aún sentía como mi cuerpo se adaptaba a mi nuevo ADN, todos mis órganos, músculos y huesos estaban adoloridos, con solo un intenso dolor muscular podía sentir que todo mi cuerpo estaba cambiando.

Sentía una sed y hambre increíbles, podía comerme cualquier animal incluso crudo. Para mí suerte una cabra había aparecido, el problema es como atraparlo y matarlo para comerlo, solo necesitaba algo afilado y una trampa.

No podía pensar de tanta hambre que sentía, llevaba casi dos días sin comer absolutamente nada.

Llevaba tres días sin tomar nada.

Me estaba muriendo de la sed y del hambre.

Solo observaba cauteloso a aquella cabra.

No me había percatado que ya estaba a escasos metros de la cabra, no había notado cuando me había acercado.

Ya el animal se había dado cuenta de mi presencia, se había acercado a mí con total confianza, no lo pensé dos veces y me acerque más a él.

Sus grandes ojos misteriosos me miraban directamente, me daba algo de tristeza, pero se requería el sacrificio, debía comer para poder sobrevivir y descubrir cómo usar mi poder.

Me decidí.

Tome una piedra que estaba cerca de mi y golpee al animal directo en la cabeza, de solo un golpe mate a la cabra.

Sentía un gran frenesí al ver la sangre de la cabra.

No podía pensar de tanta hambre y arrastre al animal por la pata delantera derecha hacia un arroyo de agua dulce.

En la armada japonesa te enseñan a sobrevivir de cualquier manera, una de ellas era comerte un animal crudo y con todo y sangre.

Abrí al animal con furia y empecé a comer, por muy asqueroso que parezca el hambre le daba una sazón especial.

La sangre junto con la carne de cabra no me parecía gran cosa, no me daba asco ni nada por el estilo, solo me provocaba un poco de lastima por la cabra, eso es todo.

Devoré al animal y no deje nada de el.

Me causó unas ganas de dormir enormes, no podía conmigo, cada paso que daba me costaba más que el anterior; me desplomé en el suelo de tanto sueño.

Luego desperté, a la hora de las 12:00 del medio día aproximadamente.

El sol están tapado por las nubes, el azul característico de cielo no era pervisible, lo que daba un tono a mi alrededor un tanto triste, los pinos que me rodeaban se movían de izquierda a derecha por el viento que soplaba hacia que las ramas y las hojas cayeran al suelo.

Algo olía a río, cómo ese típico olor a agua dulce, y podía escuchar un sonido parecido a el agua en la corriente rápida, mis orejas se levantaron por alguna razón, como un gato cuando te le acercas sin que él se de cuenta, mi oído cada vez se agudizaba por cada minuto que pasaba.

Decidí movilizarme, los restos de la cabra estaban desprendiendo un olor terrible, eso puede ser un problema.

Recorrí 300 metros por un camino de piedras para ver si encontraba agua, sin éxito recorrí 500 metros más, solo podía pensar en mí esposa y como controlar mi poder.

Te sonará estúpido pero, yo si creo en los dioses griegos, solo el hecho de que Ares se apareció delante me basta para creer en los olímpicos.

Tengo basto conocimiento sobre la mitología griega, gracias a eso podré salir adelante, me mueve el amor que le tengo a mi esposa, quiero regresar a mi casa y estar con ella, la extraño mucho pero, por ahora debo pensar en cómo usar mi poder.