Separación

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Tenues rayos de sol se colaron entre las hojas de los árboles, el cielo se encontraba invadido por nubes de tonos grisáceos, una tormenta se acercaba ya rayos sonaban a la distancia, en la orilla a la laguna se encontraban Rin y Kaito, la pelimarrón dormía recostada en el hombro de Kaito, quien la abrazaba intentando cubrirla de viento que pasaba, los pocos rayos de sol que habían se fueron desvaneciendo hasta dejar nada más que unas pequeñas gotas de lluvia mojando la vegetación, Kaito miró el cielo, con delicadeza empezó a mover a Rin, intentando despertarla.

-Ya amaneció Rin- dijo el azabache con una sonrisa.

La saiyajin abrió sus brillantes ojos marrones y con un bostezo dijo.

-Hola Kaito- saludó aún algo adormilada -¿Por que me despertaste tan temprano?- preguntó estirándose un poco.

-Bueno está empezando a llover y no quiero que nos mojemos si después la lluvia aumenta- explicó Kaito.

Rin asintió y se levantó, Kaito la llevó bajo un árbol con hojas lo suficientemente frondosas para refugiarlos de la lluvia, los saiyajines se sentaron y se quedaron en silencio observando como caían las gotas de agua, en eso Rin soltó un suspiro de tristeza.

-Rin....¿estás bien?- preguntó Kaito.

-Es solo que......no se que hacer cuando vuelva con la Kaioshin......ya....no sera lo mismo, no me creo capaz de perdonarla o en volver a confiar en ella de nuevo.....- dijo la pelimarrón algo deprimida.

Kaito la trajo hacia el y con comprensión y amor en sus ojos le dijo.

-Se como te sientes.....yo también estoy molesto con Toru, ocultar cosas por el bien ajeno es malo.....a pesar de que sepas que eso lastimará a alguien-.

-Pero nosotros estamos ocultando que nos vemos por nuestro bien Kaito- replicó Rin.

-Pero esto no le hace daño a nadie, no hemos matado a nadie por estar juntos- continuó Kaito.

-Tal vez en tu caso........en el mio......es que por mi culpa mataron a Haku- dijo Rin cubriéndose la cara.

Kaito le agarró las manos y se las separó de la cara.

-No digas eso, no fue tu culpa......si duele que Haku se haya ido pero.....tu no tienes nada que ver ahí, hiciste lo que pudiste, ahora lo único que podemos hacer es vengarlo, hacer que Raiden pague por lo que hizo, te prometo que la muerte del pequeñín no será en vano- dijo Kaito abrazándola.

Rin sonrió y correspondió al abrazo, los saiyajines continuaron observando la lluvia cuando un ruido de unos pasos los alertó, Kaito miró a todas partes.

-Rin....¿escuchaste eso?- preguntó mientras se levantaba y se ponía en posición defensiva.

-Si....pero ¿que era eso, algún Akumashi?- dijo Rin cargando una honda de Ki en su mano.

-No lo se......parecían pasos...pero no de....- Kaito no terminó de hablar, ya que algo rápidamente pasó al lado de el y le abrió una herida en el costado izquierdo.

El pelinegro cayó al suelo mientras la sangre brotaba de la herida.

-¡Kaito!- gritó Rin mientras corría hacia el.

-Quieta si no quieres morir- gruñó una voz a sus espaldas.

Rin se quedó helada del miedo, esa voz, le resultaba familia.

-Rin.........por favor....no....no te muevas- dijo Kaito intentando levantarse.

-¡Cállate traidor!- bufó Sadao saliendo de los arbustos.

          

Detrás de el salieron Shima, Katsu, Takeshi, Hideo y el Jefe Toru, Rin supo al instante que era Shima la que se encontraba detrás suyo.

-Yo tenia mis sospechas que ustedes dos tenían algo- gruñó Katsu acercándose a Kaito -Se hablaban con tanta confianza y tranquilidad, además de esas miradas nerviosas y esas excusas para estar juntos- dijo algo burlón mientras agarraba a Kaito del pelo y lo levantaba un poco -Al parecer te gustan las mujeres idiotas- dijo entre risas.

-Vuelve a decirle idiota y te juro que...-.

Katsu golpeó con fuerza la cabeza de Kaito contra el suelo y la arrastró de un lado a otro, causando que un largo corte que atravesaba toda la cara de Kaito apareciera por culpa de las rocas afiladas que habían en esa zona, el azabache gritó de dolor.

-¡Deténganse no lo lastimen mas!- dijo Rin.

-Que tierno intentará defender a su novio, me gustaría ver como lo defiende- dijo Katsu riéndose fuertemente.

Agarrando a Kaito del pelo lo levantó de nuevo, el de ojos grises tenia la cara ensangrentada, sus ojos expresaban dolor, Kaito intentaba hablar pero no podía.

-¿Que dices Kaito, que mate a tu novia por traidora?- dijo Katsu en forma de burla -Con mucho gusto- continuó lanzando a Kaito de nuevo al suelo.

Katsu se acercó lentamente a Rin, la pelimarrón intentó retroceder, pero Shima tenia preparado un ataque para matarla si intentaba escapar, Katsu se lanzó hacia ella con furia, Rin se apartó y con un ágil movimiento le hizo una zancadilla a Shima, la pelinegra cayó al suelo lanzando el ataque por accidente, este le atinó a Sadao en el hombro, el saiyajin cayó al suelo gritando del dolor, Rin aprovechó y corrió hacia Kaito, pero Takeshi y Hideo le bloquearon el paso, la ojicafé cargó una Honda de Ki y la lanzó al suelo, causando que el polvo lo cubriera todo, Takeshi y Hideo miraban a todos lados intentando encontrarla, Rin se posicionó detrás de ellos y agarrando sus cabezas las hizo golpearse entre si, cuando los dos saiyajines cayeron al suelo la pelimarrón lanzó una patada que los envió directo a la laguna, dando media vuelta llegó donde Kaito e intentó levantarlo.

-Vamos Kaito levántate hay que irnos- dijo Rin desesperada jalando el brazo del azabache.

Kaito se apoyó en su brazo libre y temblando se intentó reincorporar, Rin lo pudo apoyar en su hombro y empezó a correr rápidamente hacia el bosque, cuando Kaito frenó y se quedó mirando fijamente al frente, con su expresión rebosante de terror.

-¡Rin detente!- gritó el pelinegro intentado correr hacia otro lado.

-¿¡Por que que sucede!?- respondió Rin algo confundida.

En eso la saiyajin sintió una respiración detrás suyo.

-No te escaparás- dijo una voz a sus espaldas.

Rin giró la cabeza rápidamente, pero lo único que vio fue un rayo rojizo atinar en su ojo derecho, la ojicafé gritó de dolor y retrocedió cubriéndose el ojo con las dos manos, Kaito cayó al suelo de rodillas respirando jadeante, sus ojos grises miraron a Rin con preocupación y miedo, la pelimarrón aún se cubría el ojo, entre sus dedos se filtraba la sangre que emanaba de la herida.

-¿Le dolió a la traidora?- dijo burlona Aiko acercándose a Rin.

-¡Mal......maldita seas Aiko!- bufó Rin.

Aiko se acercó a ella y con fuerza le atinó un puño a la cara, Rin se tambaleó hacia atrás pero Daiki impidió su caída dándole una patada en la espalda, la saiyajin rodó por el suelo hasta golpearse la cabeza con el tronco de un árbol, Kaito se intentó levantar.

-No.....Rin- pero Daiki lo golpeó en la cabeza y lo inmovilizó pisándole la cola de mono.

-Quieto imbécil- bufó el pelinegro apuntándole con un ataque ya cargado en su mano.

En eso Shima agarró a Rin del cuello y la levantó, apuntándole también con un poder en la mano.

-Mátalo y yo la mato a ella- amenazó Shima.

-Has lo que quieras igualmente no nos importa que la maten- dijo Daiki entre risas.

Shima lo miró confundida.

-Nosotros la odiamos, solo es una debilucha que se la pasa encerrada, no le hará daño a nadie si la matan, matenla lentamente si quieren- dijo Kenji.

Kasashi y Aiko soltaron unas leves carcajadas, Rin gruñía furiosa, la pelimarrón intentó golpear a Shima pero la saiyajin empezó a apretar su cuello con fuerza, Rin se retorcía de dolor y por la falta de aire, en eso la Kaioshin llegó.

-¡Suficiente!- gritó furiosa.

Shima soltó a Rin, quien cayó al suelo tosiendo sangre y respirando agitada, Daiki soltó a Kaito sin antes darle una patada, el Jefe Toru dio un paso al frente.

-Kaioshin que castigo quiere ponerles- dijo el saiyajin.

-Tu te quedaste mirando como los intentaban matar, ¡¿eso no te parece suficiente?!- bufó la Kaioshin.

-No quería que les hicieran eso....pero solo estoy siguiendo las reglas, tienen que tener pena de muerte- dijo Toru con un suspiro.

-Claro que no, tu sabes que no es pena de muerte, y lo sabes perfectamente- gruñó la pelirosa acercándose a el -Ya los castigaste tu, ahora es mi turno- dijo mirando a Rin y a Kaito con rabia.

Rin intentó moverse pero la Kaioshin los rodeó a ella y a Kaito con una especie de aura verde azulada.

-Sospeché que ustedes tenían algo, pero lo descarté por que supuestamente ustedes dos fueron criados por los líderes, y ellos hacen cumplir las normas de manera muy estricta, pero desobedecieron encontrándose en secreto, ¿Y cual fue la consecuencia?- la Kaioshin hizo una pausa -Causaron que Raiden atacara, causaron la muerte de Haku y de varios civiles, ¡todo lo que ocurre aquí es por culpa de ustedes dos, esto es el castigo por romper las reglas!- gritó mientras cerraba sus manos.

Rin y Kaito empezaron a gritar de dolor, los dos sentían como si algo los estuviera apretando, la Kaioshin tenia el poder de curar pero también podía herir a sus víctimas bajo ataques telequineticos, la pelirosa apretaba sus puños cada vez mas, aumentando drasticamente el dolor de los dos saiyajines, el Jefe Toru, Shima y Shin observaban aterrados la escena, mientras que los demás sonreían satisfechos.

-¡Kaioshin deténgase los va a matar!- gritó el Jefe Toru agarrando a la pelirosa de un brazo.

Antes de que el pudiera detenerla por completo se escuchó un crujido que dejó a todos callados, Rin y Kaito tenían sus ojos mirando a la nada, de su boca caían gotas de sangre, la Kaioshin hizo desaparecer las auras que los rodeaban, los saiyajines cayeron al suelo inmóviles, aun con sus ojos abiertos mirando a cualquier lugar, Toru corrió hacia Kaito e intentó reanimarlo.

-¡Los mató!- dijo el pelimarrón aterrado.

-No los maté, solo les causé diversas lesiones en sus huesos, cuando despierten tendrán mucho dolor, lo que les impedirá moverse, Toru este es el trato, Kaito no saldrá de la Tribu durante mucho tiempo y Rin no saldrá del Nido del Tiempo, estarán vigilados las 24 horas del día para que no intenten escapar y si se vuelven a ver, no tendré piedad- dijo la Kaioshin en tono frío.

Toru asintió tragando saliva y cargando a Kaito se fue a su territorio, sus guerreros lo siguieron.

-Kaioshin, ¿ahora que va a hacer con ella?- preguntó Shin señalando a Rin.

-Solo la llevaré al Nido del Tiempo y esperaré a que despierte, después enviaré a dos guardias a vigilarla, así evitaré que escape- explicó la Kaioshin.

Shin asintió y cargó a Rin -Yo la ayudo- dijo el pelinegro.

-Gracias Shin, si tu y Shima no nos hubieran dicho a Toru y a mi, Rin y Kaito se seguirían viendo, muchas gracias de verdad- dijo la pelirosa con una sonrisa.

Shin asintió y empezó a caminar, lo que no sabían es que Rin aun estaba consciente y escuchó todo lo que dijeron.

Lost Soul - La Hermana De Vegeta -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora