ROMANCE DE OFICINA

Capitulo 25

Narra Elena Weber

Apenas la madre de Black me miró pude apreciar su cara de disgusto, no se limitó a callar, ella como mujer empoderada expresó todo su malestar con mi presencia.

Toda la gente al instante comenzo a decir cosas, algo parecido a un susurro, cuchicheos a como lo conozcan.

Cuando cruella dijo aquello frente a todos me sentí un estorbo, pero con la mano de Black sosteniendo la mia con firmeza no me importaba mucho. Ese pequeño acto lo intérprete como un soporte, apoyo, diciendo que las palabras de su madre no debían afectarme.

- Feliz cumpleaños madre - Dijo Black soltando mi mano para dirigirse a su madre en forma de abrazo. Yo solo me limite a observar aquella escena más hipócrita.

Frente a todos jugaban a la familia feliz pero si todos los Invitados supieran lo que hay detrás de esta farsa llamada "Familia Black" apuesto a que todos verían la situación diferente, al igual que yo.

- ¿No sabes saludar? - Dijo cruella cruzando los brazos, hasta la manera en que los cruzaba era tan sofisticada que no quería saber cómo iba al baño.

Yo ya no entendía nada ¡Nada! Si me limitaba a saludar a cruella era estúpidamente molesta conmigo, al no hacer esa pequeña acción ya era la mujer más golfa y mal educadade todo el mundo, pero  si  lo hacía para evitar un conflicto surgía otro por hacerlo ¡¿Esta mujer estaba loca?!

- Madre, no inicies una escena aquí ¿Si? - Dijo Black intentando evadir la pregunta.

Cruella me dio una mirada furiosa o más bien retadora, como si hubiera una especie de competencia entre nosotras ¿Sobre qué? No lo sabía.

Poco después Black y yo fuimos invitado por invitado y los saludo, no sin antes presentarme como su esposa, así hasta llegar con su padre el cual salude con gusto y el a mi en cuanto nuestras miradas conectaron.

Tal vez era la única persona de la familia Black que siempre me había tratado bien tubiera el papel o rol que sea. O por lo menos eso sentía yo.

- La cena está servida - Comunico una de las chefs de la familia cuando entró a la habitación donde se encontraban la mayoría de los invitados.

Todos a su paso, obedecieron a la señora que vestía de blanco con un delantal rojo.

Incluidos Black y yo avanzamos al comedor lentamente, Black me llevaba del brazo, el suyo y el mío estaban cruzados, en nuestra mano restante llevábamos una copa de champán, la verdad el sabor no era de mis preferidos.

Cuando entramos al comedor ya todos tenía un asiento asignado, en cada silla había una pequeña nota, obviamente elegante que decía el nombre de cada invitado.

Pará mí sorpresa, solo quedaban dos sillas, una frente a la otra, pero ninguna de las dos tenía mi nombre, una de ellas estaba marcada con el nombre de Cristopher Black y la otra con el nombre de la mismísima Elizbeth Sloan.

Mientras todos ya tenía asiento sentí como la mirada de todos están sobre mi, Black no se había percatado de aquella grosería hasta que presione un poco su brazo fue que reaccionó.

Me miró confuso a lo que yo solo señale la única silla. Comprendiendo la situación Black molesto se dirigió a su madre.