|| U N O ||

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J A C K

El inicio puede ser un poco cliché, puedo describir cómo me desperté un día para regresar a clases, cómo saludé a Sophia con euforia después de no verla tantos días o cómo fue que sentado en mi pupitre descubrí que hay seres tan increíblemente maravillosos habitando este mundo.

Suena cliché enamorarte del chico nuevo, pero es fascinante cada vez que lo recuerdo, es fascinante volver al 23 de Agosto de hace dos años.
Ese día me costó conciliar el sueño, a nadie que conozca puede resultante gratificante el volver a clases.

Saludé a Sophia, a Jaeden y a Wyatt. Lo demás pasó muy rápido, corrimos al salón, la profesora entró con aires de malicia, cerró la puerta, la volvió a abrir el director, un imbécil me arrojó una bola de papel, el director lo reprendió, Wyatt me habló, la puerta se cerró y...

Llegó Finn.

23 de Agosto (dos años antes)

Carraspeo ligeramente por la llegada del director y de un muchacho demasiado extraño que a pesar de tener nuestra edad se esconde tras él cómo un niño pequeño en su primer día de kinder.
Algunos murmullan, otros están sin prestar atención cómo Jaeden, yo miro al frente enchinando los ojos para distinguir la silueta de lo que se esconde tras el director.

—Buenos días, cómo sabrán el sistema de intercambios está implementado en este colegio, para muestra de ello, este alumno ha venido para incorporarse con nosotros el día de hoy.

Él sigue sin salir, y viéndolo de reojo parece un copo de nieve, probablemente es de Noruega o alguno de los países de Europa dónde siempre hace frío. Tal vez habla ruso en lugar de español, después del discurso del director todos se dispersan y pierden interés.

—Preséntese por favor. —ordena mientras lo pasa al frente, todos conversan, a nadie le importa.

—No. —susurra, apenas ha sido un ligero soplo, un ligero movimiento.

—Jovencito insisto ¿Cuál es su nombre?

No contesta, empiezo a creer al igual que mis compañeros que es un retrasado, por su extraña mirada y la manera en la que mantiene su chaqueta cerrada con ambos puños.

—Vamos preséntese a la clase. —apoya la profesora fastidiada.

El chico comienza a ponerse nervioso, aprieta aún más su chaqueta, escucho un tic-tac violento y me extraño porque no hay ningún reloj en el salón, veo que está temblando y rechinando los dientes, su respiración es la de un anciano después de subir escaleras.

Está teniendo un ataque de pánico, recibe ceños fruncidos y miradas lascivas, decenas de ojos puestos en él, todos lo encuentran cómo si fuese algo de otro planeta, es un auténtico espectáculo.

El sonido del reloj va de acuerdo a su ataque, parece una tetera a punto de derramarse, se ha puesto rojo y comienza a lloriquear, el director y la profesora ya no se esfuerzan por que diga su nombre.
Las risas comienzan, parecen un coro incesante.

—Qué diablos le pasa a ese chico.
—comenta Sophia a Wyatt.

Se exalta aún más, el temblor va en acreción junto con el sudor de su frente; el director trata de callar a los insolentes que se ríen en su cara.

—¡Silencio! ¡Cállense todos! —cómo respuesta más risotadas.

Ese copo de nieve es bello, cómo si fuese creado con lo mejor que ha tenido Dios, me pregunto si su madre es una súper modelo. Me cuesta creer que en Europa hay chicos más hermosos que él, imposible.

El copo de nieve llora aún más, sujeta su chaqueta para que no se abra, parece que tiene algo en su pecho que no quiere que vea nadie, es algo vergonzoso e íntimo.

—¡Basta! —grita.

Segundos después el pico afilado de un pájaro cucú le desgarra la chaqueta marrón, sale de su pecho y pronuncia su característico "Cucú"
un resorte se asoma, es el que impulsa al pájaro a salir.
Se mete de un golpetazo al agujero del que ha surgido.

El chico se lleva las manos al pecho cómo si le estuviera dando un infarto, le duele mucho por las caras que efectúa.

La clase forma en su rostro una mueca de horror, ahora todos han guardado silencio y miran expectantes al copo, sus rostros reflejan confusión y terror, Sophia se quedó con la boca abierta, pasmada, yo también siento algo en el pecho ¡Un pájaro de madera ha salido y le ha perforado la chaqueta!

El chico termina por salir corriendo por la humillación, todos se miran atónitos y gritan: "¡Es un fenómeno!". La profesora opta por darnos la clase libre, tengo miedo pero también me inundan las ganas de acercarme al chico Europeo y preguntarle qué clase de moda es esa de portar un artefacto así en el pecho.

Tal vez ha escapado de la escuela o tal vez del país, es una lástima, yo quería conocerlo. No entró a clases después de la escena de en la mañana.
A la salida lo busco porque a diferencia de los demás yo tengo curiosidad y no morbo. Después re recorrer tres veces la escuela doy con él.

Está aplastado en las gradas del campo de rugby. Veo que unos chicos también han tenido la suerte de encontrarlo, le lanzan una lata vacía y la puntería del bufón es buena. El noruego se cubre el rostro con la palma de su mano hecha también de nieve.

Lo veo pero él no a mi, su cabello nubla su vista, escalo despacio para transmitirle calma y que no tengo malas intensiones. Cuándo estoy en la misma fila que él me muevo tan posiblemente a modo de que un caracol sería más rápido que yo.

—Hola. —pronuncio lo más calmado y amigable que puedo sin embargo el copo de nieve no me mira. —¿Cómo te llamas?

—Si me vas a pegar hazlo. —dice con su voz quebrada, tiene miedo. Su voz es grave pero hermosa.

—No, no voy a hacerte daño, quiero que seamos amigos.

Él se voltea para mirarme, su mirada es penetrante y marrón, puesto a que hay millones de chicos con los ojos del mismo color, los suyos son especiales.

Me estoy precipitando, no lo conozco y ya empecé a divagar sobre él, controlate Jack.

—¿Lo dices en serio? Jamás he tenido un amigo, en Edimburgo todos me trataban mal.

¡Escocia!

—Soy Jack, ten por seguro que yo no lo haré, lo juro.

Sonríe levemente.

—Me llamo Finn. ¿Piensas que soy un fenómeno verdad?

—Para nada Finn, todos somos diferentes pero encantadores a nuestra manera.

El repiqueteo de reloj vuelve, estoy empezando a creer que tiene un reloj cucú ahí dentro, extraño pero maravilloso, peculiar e interesante.

—Bueno, me tengo que ir. —dice y se levanta.

—Esp


Hasta aquí mi porquería Joaquín.
Rezanda para que ApocalipsisMundial me bendiga con sus comentarios.

Si quieren dedicación diganme ahre, moriré ignorada

Lullaby ✧ FackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora