04 El pasado me persigue

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La puerta de la clase se abrió sorprendiendo me. Era el muchacho moreno con el que me tropecé el primer día que llegué aquí.

-...Madden Nicolás... llega tarde- dijo el profesor haciéndole al joven una mirada furtiva.

-...ahg, supongo que lo siento?- dijo este rodeando los ojos, sin darle importancia al profesor.

-.. Solo siéntese y luego irá con el director- dijo esto y siguió con su clase con un poco de alteración y estrés.

Gab observaba con detenimiento al moreno bravucón, que para su mala suerte tuvo que sentarse a su lado.

El joven miraba de reojo al moreno que simplemente estaba haciendo nada prácticamente.
El moreno se percató de sus miradas molestas y decidió hablarle

- ¡que te pasa!, sos tan gay que te parezco muy lindo..- dijo este sin más, parecía molesto.

Gab solo aparto su mirada hacia la ventana con vista al parque que tenía a su lado, sin tratar de cruzar miradas con el moreno.

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La hora del receso llegó, Gab solo estaba hay parado, no tenia amigos o con quien hablar.

La gente que tenia a su alrededor aún le seguían observando cada vez que pasaba.

El no quería estar hay, quería irse a un lugar más seguro o que simplemente no lo encontraran.

Opto por irse al patio donde encontró una sierta parte más tranquilizante, el se sentó en el verdoso césped. Para volver a su mundo de pensamientos.

Era lo único que hacía...pensar...recordar...llorar...seguir con su vida y fingir que nada pasó.

Cada vez el joven entre cerraba sus ojos más y más hasta que todo se vio oscuro.

Los volvió abrir... pero no estaba en el patio ya no más, estaba en un salón de clases, como cuando era niño. Esos días donde los niños carecen de maldad y son solo ángeles para los ojos de sus madres.

En esa etapa para el joven era un infierno, los demás compañeros insultaban, acosaban y golpeanban. Al pequeño e indefenso Gabriel, el solo podía llorar y rogar que pararan.

Pero nunca fue así, el pequeño avisaba a los mayores pero estos solos decían que es un simple juego de niños.

¿Juego de niños?, saber que se burlan de ti, te lastiman e inploras con lágrimas en los ojos pedir que pararan es solo un juego.

Solo eso aprendió el joven Gabriel, que nadie lo apoyaría que toda su vida era una simple desgracia, llena de dolor y sufrimiento.

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Volvió abrir los ojos estos esparcían lágrimas por toda la cara del joven, recordar era horrible para el. Sus respiracion era agitada, su pecho subía y bajaba agran velocidad.

Tardo unos momento para recuperar el aliento y tranquilizarse, luego se percató que no estaba solo.

Al otro lado, el moreno estaba hay viéndolo con un ganas de burlarse, mientras que el joven blaco dormía, lloraba como un bebé o era así para los ojos del moreno.

-Sos igual que un bebé...marica- solo eso dijo antes de retirarse con una gran sonrisa burlona.

Gabriel ahora mismo estaba asustado no quería que un rumor estuviera rondando por toda la escuela, que era un lloron débil. Cansado de estar hay decidido irse lo antes posible.

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Luego de unas horas, Gabriel estaba de nuevo en casa, no quería volver mañana a la prepa. Simplemente pensar que todos estuvieran hay riéndose de él, burlándose; no le apetecía en nada.

Solo subió a su cuarto para dejarse caer en su cama, tomó su almohada y empezó a llorar con esta en su rostro solamente no quería volver a ser el centro de todos.

Sin darse cuenta el joven se había dormido.

Y despertó en un lugar oscuro...


Nuestro Amor Entrelazado (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora