capitulo 3

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Cada noche después de ese día me preguntaba que demonios hacia mal, porque para el no era suficiente, siempre pensé en que yo con todo el amor que le daba era suficiente hasta que entendí que no, el necesitaba otras cosas que yo no podría darle: sexo...

-Sam te noto distante te pasa algo- me pregunto mi mejor amiga (Katherine)

-No me pasa nada solo eh estado un poco cansada y no eh dormido bien-le respondí tratando de parecer segura, pero como es que le iba a explicar a mi amiga que después de describir a Rogelio en la cama con otra mujer, se había atrevido a golpearme por que todo había sido mi culpa, como puedes culpar a alguien por tus propios errores, como puedes decir que fallas por que la otra persona simplemente no esta preparada para dar un paso en su vida.

-Creo que te voy a creer, pero realmente no creo que solo sea eso, ya tiene tiempo que te noto distante, apagada, como si no tuvieras ganas de hacer nada, ni si quiera de sonreír siento que tienes algo mas que no me quieres platicar, pero sabes que pase lo que pase estaré para ti siempre.

-Lo se, gracias, sabes que yo igual para ti solo que ahora me siento demasiado cansada, si quieres en estos días salimos para que veas que si estoy bien- y de verdad estaba demasiado cansada, y como no si después de la golpisa que me dio Rogelio todavía hubo otras mas y peores..

-me parece perfecto, pero que esta vez sea en serio no como la semana que me dejaste plantada, esta semana voy a confiar en ti y haré todo para que te sientas bien, ahora ya me tengo que ir, tengo demasiada tarea y necesito entregarla lo mas pronto posible.

-si esta bien, que te vaya bien y échale ganas, tu puedes

-Gracias, cualquier cosa me hablas al celular.

Después de que Kath se fuera me comencé a arreglar ya que tenia una cita con Rogelio en donde se suponía que íbamos a arreglar las cosas y que todo va a estar bien, pero realmente no se si es lo que quiero, ya estoy cansada tanto física como emocionalmente ya no queda nada de la Samanta que entro ilusionada a la preparatoria, ya solo queda la sonrisa falsa para no obtener mas golpes y gritos del que se suponía iba a cuidarme por el amor que me tenia, por que realmente se imaginaba una vida conmigo y soñaba con los hijos y la casa hermosa que tendríamos...

Pasadas las dos horas, salí de mi casa para encontrarme con Rogelio, vestía como de costumbre unos jeans azules, una blusa blanca un poco escotada de la espalda y una chamarra de mezclilla acompañada de una pulsera con detalles blancos y un collar parecido a la pulsera, y pensé en que momento comencé a vestirme así, jamas me gusto ponerme tantos detalles se me hacia absurdo, pero a el eso le parecía femenino y tierno. Al llegar con el su saludo fue realmente diferente, tenia una rosa en la mano y una mirada muy diferente no supe como reaccionar, siempre buscaba la manera de hacerme cambiar de parecer cuando había tomado la decisión de dejarlo para siempre...

-Hola amor, ya te extrañaba ¿como estas?-me pregunto con una mirada llena de amor

-Bien aunque aun me duele el cuerpo después de lo ultimo que paso.

-Amor sabes que no quise hacerlo, te juro que sera la ultima vez, ya no habrá mas golpes ni gritos quiero estar bien contigo, quiero que sigamos con nuestros planes y que todo este bien, en vez de golpes habrá besos y caricias, en vez de gritos habrá palabras bonitas y dulces por que te amo y por que quiero estar contigo siempre, solo necesito que confíes en mi y que me ayudes a cambiar las cosas.

-Esta bien yo te voy a ayudar, quiero tratar de estar bien contigo y que todo esto sea algo bonito- fue lo único que pude responder ya que realmente me había dejado sin palabras.

no sabia si creer en el pues ya me había dicho muchas veces esas cosas y siempre regresábamos a lo mismo, duraba unas cuantas semanas y después todo regresaba a la normalidad, pero esta vez seria diferente por que de verdad seria la ultima vez que aguantaría regresar a los malos tratos esta vez si seria la definitiva.

Y como no era costumbre la tarde realmente fue bonita, el solo se encargaba de hacerme sonreír y de hacerme sentir bien, cada palabra, cada instante estaba siendo perfecto, pero aun así el vació que sentía era enorme, ese vació que había sido marcado por una persona que llego a alegrar mi vida, pero que también la había llevado a un oscuridad que no sabia como salir de ella...

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Era invierno mi época favorita del año, apenas empezaba a saber lo que era salir sola de mi casa, tenia 13 años y siempre permanecía encerrada o solo salia con mi mama, pero ahora todo seria diferente. Salí a encontrarme con unas amigas en un café y fue ahí cuando todo sucedió..

conocí al que por un año y medio fue mi mayo alegría su nombre era Patricio un joven de 30 años que conocí en una banca esperando a que llegaran mis amigas, de repente el se sentó a mi lado y sonrió, se presento y comenzó a hacerme platica, al principio solo note que era guapo pero en un rato después me di cuenta de lo inteligente y caballero que era.. duramos casi una hora hablando de todo un poco, jamas pensé que después de esa platica surgiría algo mas y así fue un mes después mis salidas con mis amigas eran el pretexto perfecto para verme con el en cualquier lugar.

Poco a poco comience a enamorarme mas y mas y cuando llevábamos solo 6 meses el comenzó a hablarme de estar siempre a mi lado de una vida juntos y yo enamorada eh ilusa solo imaginaba ese momento, sin dudarlo o sin pensar en que sabia tan poco de el, no sabia si era casado, divorciado si era alguien que tenia otras intensiones, pero a esa edad lo que menos me importo saber de donde era o quien era, solo me importaba estar en sus brazos.

El tiempo paso y todo era como mi mayor sueño, tenia todo en una sola persona creí haber encontrado al hombre de mi vida, así que no lo dude un segundo y me entregue a el en cuerpo y alma, así pasaron 3 meses mas en los cuales nuestros encuentros se basaban en salir a comer ir por un helado y terminar en algún hotel de la ciudad demostrando todo el amor que sentíamos uno por el otro.

Ese día el ultimo que lo vería nos encontramos mas temprano de lo normal por que así me lo había pedido el, fuimos a comer, pasamos mucho tiempo sonriendo y platicando de nuestros planes futuros, de todo lo bonito que venia para nosotros, era feliz demasiado feliz sin imaginar que esa era su despedida, después de nuestra comida y nuestro helado de costumbre, terminábamos haciendo lo que mas nos gustaba haciendo el amor, pero esta vez todo fue diferente todo fue lleno de amor. Al momento de despedirnos lo supe, lo sentí sus abrazos y sus besos fueron demasiado intensos demasiado profundos, pero yo solo podía pensar en que había sido el día perfecto. Paso un mes y seguía sin saber de el, al quinto mes supe que el jamas volvería, y fue ahí donde supe que mi vida había caído en una oscuridad llena de miedos y soledad, ahí supe que de nuevo estaba sola, estaba sin el...

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PERDIDA EN TU MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora