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Acaricie con cuidado la mejilla de Ryujin, suspiro y se removió un poco, aun así no despertó. Sonreí, ella era tan linda, delicada y frágil. Me daba una gran felicidad saber que estoy a su lado. 

Cubrí aún más su cuerpo con las sábanas y bese su frente. Seguí apreciando su rostro por un buen rato. Así hasta que abrió sus ojos poco a poco. Tallo sus ojos, acostumbrándolos a la poca luz del cuarto. Me miró y sonrió un poco. 

- Buenos días. 

Dije lo mismo y la abrace a mi. Puso su cabeza en mi pecho y me abrazo también. No hizo falta que habláramos de lo que sucedió, ni nada de eso. Pense que seria incomodo, pero no es así. Ella está bien, y yo también. 

Me senté en la cama, para después tomar mi ropa. 

- ¿Podrías prestarme algo? 

- Claro, espera. 

Vestí solo la parte de abajo, me levante y busque algo para mi novia. Tome una camiseta y una pantalonera. Se los di, y entro al baño. Le dije que estaría abajo, haría algo para el desayuno, más bien, lo intentaría. Ryujin dice que no cocino tan mal. Pero ella es linda con todos, seguro lo dice para animarme. Siempre tan linda. 

Revise mi celular para ver si mis padres habían enviado un mensaje o algo. Era la primera vez que me alegraba tanto que mis padres no estuvieran. Respondí a un mensaje de no hace mucho a Taehyung, quien quería venir a casa. Que ni se le ocurra venir, o lo sacare literalmente, a patadas. 

Estaba por terminar la comida, cuando Ryujin bajo. Intentaba peinar su cabello húmedo con sus dedos. Me sonrió y se sentó frente a mi. 

- ¿Qué desayunamos? -me miró con algo de emoción- 

- Aun no termino, pero espero y te guste. 

- Todo me gusta. -se recargo en la mesa y beso mi mejilla- Pero no como tu. 

Sonreí y reí tímido. Ryujin podía sacar cada uno de mis sentimientos, de esos que nunca salen. No se que hice para merecer a alguien como ella. 

Al final termine con ayuda de Ryujin y comenzamos a comer juntos. No pasó mucho cuando escuchamos un alboroto afuera. Mire a Ryujin, quien tenía una expresión de preocupación. Cuando estaba por hablarle. Tocaron la puerta con fuerza. 

- Mierda. 

Me puse de pie y mire nuevamente a Ryujin. 

- Son mis padres. -dijo con miedo- 

- Escóndete, diré que no estás aquí. -asintió y sin saber donde esconderse entro al cuarto de baño.- 

Intente tranquilizarme también, para que no sepan que miento. Abrí la puerta y mi corazón latió con demasiada fuerza, eran los padres de Ryujin. 

- Buenos días. ¿Que los trae por acá? -intente sonreír-

- Ryujin, vengo por mi hija. -dijo la señora Min- 

- Disculpe, no se de que me habla, no conozco a su hija ni a una tal Ryujin. 

- No mientas, sabemos que paso aquí la noche. -ahora hablo su padre- Devuélveme a mi hija. 

- Señor disculpe pero no está... -no me dejo terminar de hablar, ya que me tomo de la camiseta- ¿Que hace? Suélteme. 

- Entra. -le dijo a su mujer- 

- No, déjeme, no está aquí. -intente soltarme, pero el señor me golpeo, aun así, no me detuve, aún menos sabiendo que la señora está buscando- Su hija no está aquí. 

Don't Forget| Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora