Capitulo 23

239 17 5
                                    

Capitulo 23

[Hyun Joong]

Después de escuchar la confesión de Hyorin, mi mente se lleno de cosas, pensamientos e imágenes que no coincidían con mi razonamiento. Deseaba estar solo y me fui a acostar en el jardín trasero por unos minutos, cierro mis ojos y los recuerdos de ese día me invaden. Estaba demasiado confundido, no entendía por qué viole a Young Saeng, ahora sé que fueron esos chocolates, pero siento celos al verlo con Narsha, me molesta no tener su atención, descubrir que ya no me mira. ¿No comprendo por qué tengo estos sentimientos? Tengo que aclarar mi mente. Me levanto y camino hacia el edificio de la academia. Yo no quiero a Young Saeng, él no me gusta... pero no acepto que yo deje de gustarle, él me ama y como puede estar tan cariñoso con Narsha.

Necesito tener mi mente despejada. Entro al sanitario, me sorprendo al ver a Young Saeng lavándose las manos en los lavabos, me recargue en la pared. Young Saeng se comporta como si no me conociera, como si no le afectara que este aquí. ¿Por qué me ignora? ¿A caso ya consiguió lo que deseaba? ¿Por qué si me ama no me mira? Espera... ¿Por qué me pregunto todas estas tonterías? Si lo obligue a tener sexo conmigo fue por los chocolates, no porque yo quisiera ¿cierto? Lo observo, sigue sin importarle que estoy aquí observándolo, se acomoda el cabello... siento algo en mi cuerpo, él pasa sus dedos por sus labios. ¿Me está provocando? Me siento alterado. ¿Acaso los chocolates no tienen que ver con este deseo? Young Saeng comienza a acercarse pero me evade y sigue hacia la puerta, lo tomo del brazo con fuerza, evitando que camine.
suéltame—me dice intentando soltarse, no le respondo, me siento agitado, siento adrenalina y deseo por todo mi cuerpo. Tengo que comprobar que los chocolates son los que provocaron que abusara de él. Lo obligo a entrar conmigo a un cubículo—¿Qué quieres? Déjame ir—me pide forcejeando para salir. Cerré la puerta y lo mire directo a los ojos. Estoy seguro que si lo beso o lo toco no sentiré nada, solo así probare que los chocolates afrodisiacos tuvieron la culpa de lo que le hice. Me acerco más a él, Young Saeng retrocede pero no sirve de nada, estamos muy cerca.—quítate—lo acorralo en una de las esquinas, entre la pared y el escusado. Coloca sus manos en mi pecho, alejándome de él. Lo miro a los ojos, puedo sentir su cuerpo temblar por la cercanía, sus ojos nerviosos, su respiración se ha agitado. Sus labios... son preciosos y... parecen llamarme, paso mis dedos por sus labios, son lindos sus labios, quiero besarlo. Me acerco a su rostro, toco sus labios con mis labios, son tan carnosos y están temblando. Nos quedamos así por un tiempo, Young Saeng pone fuerza e intenta aventarme pero soy más fuerte que él, eso me agrada, me hace sentir que tengo el control. Tome sus muñecas para que se tranquilizara, bajo sus manos a sus extremos. Comencé a mover mis labios sobre los de él, se siente tan suave y tiene un sabor único, mi corazón se agita, mi deseo aumenta y quiero más. Paso mi lengua sobre sus labios, busco contacto con su lengua, tengo esa necesidad de jugar con ella. Su cuerpo tiembla, en eso abre un poco su boca y logro entrar en ella, enredo mi lengua con la de él, lamiéndola y reconociendo su sabor. Me pego más a su cuerpo, explorando toda su cavidad con mi lengua. Lo estoy besando con desesperación, lleno de deseo, de placer, intensamente. Siento como Young Saeng ha bajado la guardia, él me ama, lo sé, lo siento en su beso, en su cuerpo temblar cuando lo toco. Solté sus muñecas, baje mis manos a sus caderas, lo estoy acariciando, lo pego a mi cuerpo sin pensarlo, hasta sentir que por accidente nuestros miembros se han rozado. Continuo besándolo, jalando sus labios con mis dientes, continuo besándolo, es adictivo, simplemente no puedo detenerme. Mis manos actúan solas, las bajo hasta su trasero, extiendo mis manos en sus nalgas, apretándolas y masajeándolas, él tiembla y siento más presión de su hombría con la mía. Sentir esta reacción en él, sentir su cuerpo me excita tanto, lo beso con desesperación, creo que Saeng es incapaz de seguirme el ritmo, pero no deseo detenerme. Tengo calor, demasiado calor, mi respiración esta agitada, tengo ansiedad y quiero más. Llevo mis manos al frente de su cuerpo, sin dejar de besarlo desabroche su cinturón. Young Saeng toma mis manos, quiere que lo deje pero no lo hago, lo sigo besando para que no escape de mí. Alejo sus manos de mí y de su pantalón, meto mi mano a su bóxer, juego con mayor intensidad con su lengua, él se estremece y su hombría ya está un poco despierta, lo acaricio, sobretodo la punta de su miembro, quiero darle placer pero más placer siento yo al tenerlo así. Sus manos de nuevo se colocan en mi pecho, quiere aventarme pero yo me aferro a su cuerpo, ese cuerpo que cada vez tiembla más entre mis brazos y que su hombría esta erecto. Mi otra mano acaricia su espalda baja, poco a poco meto mi mano en su bóxer, acariciando su trasero, mi mano continua bajando por sus nalgas, esto también hace que pegue más a mí a Young Saeng. Mi mano busca una parte en especial, la encuentro y meto mi dedo en su entrada. Él se estremece y acaba de morderme con fuerza el labio. Sonrío entre el beso, beso sus labios, despacio con besitos, él sigue sorprendió. Beso su mejilla, su cuello, escucho como su respiración se agita, beso más su cuello, llegando un poco a su oreja, muerdo su cuello, él se queja pero continúo absorbiendo esa parte de su piel. Mi mano lo masturba con rapidez, provocando gemidos suaves pero intensos en Heo Young Saeng. Mi dedo entra y sale de su ano, no sé en qué momento Young Saeng coloco sus manos en mi espalda, apretándome cada vez que aumento la velocidad. Dejo de atender su cuello, me separo un poco de él, lo suficiente para poder ver su rostro, tiene los ojos totalmente abiertos, me mira impresionado y yo... reacciono de lo que estoy haciendo. Él no me gusta, yo no quiero a Young Saeng. Lo empujo contra la pared, lo soltee tan rápido que no me di cuenta hasta que lo empuje alejándolo de mí. Lo mire de pies a cabeza y salí con rapidez del cubículo, al igual que del sanitario.

Una cosa chico-chicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora