Así es como describiría la sensación que siento cuando termino de leer un libro. Bueno, más que leer libros, yo vivo historias. Me lo imagino. Siento cada paso, cada movimiento, cada sensación. Por eso, cuando una historia termina, me quedo conn ganas de más. Mucho más. De saber qué hará es pareja feliz. ¿Tendrán hijos? ¿Cuántos?¿Se encontrarán con Cassian finalmente?
Dios, ¿véis a lo que me refiero? Trato a los personajes como si fueran reales, y sé que en un rincón que ocupa un espacio enorme, deseo que sea así. Sería increíble hablar con Tamra, con Deghan,con Will, Cassian, Miram, Jacinda... Para mí sería como la aparición de un ángel para el papa de Roma.
Por eso simplemente me siento vacía. Como si lo hubera sentido todo y al final me hubiese quedado con nada, volviendo a la cruda realidad. Esta asquerosa realidad donde el amor es una mierda, los chicos se sienten obligados a hacerte regalos cuando realmente no estan enamorados, donde tus padres te echan en cara cualquier cosa que haces mal el resto del día, donde te ponen deberes cada día para cada día, donde conocer a tu ídolo es imposible...
¿Porqué creéis que elegí leer antes que creer? Es mucho más fácil vivir en otra realidad. Una realidad donde los dragones existen, una realidad donde puedes volar, sentir la anhelante sensación del viento en tu cara, como si nada más importara en ese instante. Por eso me gustan los libros largos. Porque me gustan las historias largas, una historia larga siempre tiene el final más lejano, pero luego el sufrimiento es más grande. Si el sufrimiento es grande significa que realmente has vivido cada sentimiento y sensación de cada uno de los personajes, que les has comprendido, y que te han gustado las mismas cosas que ellos.
Al final de un liro, odio los escritores que ponen la palabra ''Fin.'', ya que así matan a los personajes, dejan atrás historias increíbles que algunas personas privilegiadas y capacitadas para vivir, vivien.
Quiero dar las gracias a Sophie Jordan, por hacer de la trilogía "Firelight" mi saga de libros preferida incondicionalmente. Gracias por hacer relucir la piel de dragón en mi mente.
Eternamente agradecida,
Yo.
