Tina Goldstein

21. Normandia

Un séquito de Aurores acompañaban a los soldados en todos los barcos que darían el ataque al puerto, el clima no era el mejor el agua era turbia, el cielo estaba nublado y el viento azotaba a las banderas, soldados y Aurores de 12 países diferentes que estaban esperando hombro con hombro, algunos se percinaban otros veían amarillentas fotos que mostraban a sus respectivas familias, pero todos esperaban la soñada victoria.

El sonido de los aviones lastimaron los oídos de todos ahí, era casi medio día cuando los paracaidistas cayeron en las turbulentas aguas, los buques se acercaron a la costa y ahí empezó el ataque anfibio más grande de la historia.

Magos y nomag peleaban por su patria y sus familias, las balas rara vez llegó a los aliados ya que los hechizos protectores de los Aurores asían que esos proyectiles de metal se desintegraban con el más ligero rosé del metal con los hechizos.

También había acólitos, así que en poco tiempo esa tranquila playa se transformó en un campo minado, las banderas rojas con un círculo blanco en el centro y la equis torcida, que formaba el símbolo nazi hondeaban como si no pasara nada ahí.

De repente unas mantas negras con el símbolo de un triángulo cubrió las playas y los acólitos sonrieron, habían llegado los más grandes aliados de Grindelwald.

Llegó aquella Acólita que llevaba ya nueve años queriendo revancha con la actual presidenta de Estados Unidos, Franchesca Socovich  y su compañero Molotov, quienes portaban el símbolo de plata triangular con orgullo.

Josef Sabah sabia que era hora de que iniciara la verdadera acción, así que tomó su varita y conjuro su patronus, una esbelta pantera surgió de la la varita de cerezo y llevó el mensaje hasta el escondite donde Tina Goldstein veía la batalla, paso su mano por el inmaterial hechizó y se hincó en una rodilla y escuchó el mensaje de su amigo.

Se amarro bien las agujetas, tal vez caminaría durante días, tal vez semanas o meses, se guardo un navaja en el tobillo, una pistola se podía vislumbrar en el cinturón al lado  de la varita, no mataría a un nomag con magia... se puso unos guantes para los duelos, se abrocho bien aquel suéter con corbatín, se volteo y vio a Newt y a Jacob.

- Sabes muy bien que si no vuelvo...cuida...de los niños...- Tina se lo suplicó a Newt y su ojos ligeramente llorosos,Newt negó con la cabeza.

- Tu volverás...lo se, siempre lo haces...- dijo Newt terminado con un beso

- solo piensalo...- dijo Tina siendo realista.

Volteo a ver a Jacob y saco un documento de Macusa.

- si quieres ver a Queenie y que Quentin la conozca solo lleva esto al edificio de Macusa y te dejaran entrar...eres un buen amigo Jacob- dijo Tina sincerándose con Jacob por primera vez en toda su vida.

Sacó de su bolsillo un dije y se dio a Newt.

- si por cosas del destino no vuelvo... (Callo a Newt ) daselo a mi lobezno- dijo Tina refiriéndose a Apolo.

Newt asintió y la abrazo, amaba a esa mujer y no sabría que hacer si a ella le pasara algo.

El fénix que pertenecía a Dumbledore, ese resplandeciente patronus de Fénix dejo un solo mensaje para el inglés y la estadounidense "sigue y vencerás" .

Tina tomó la escoba  y con un asoton en el piso, y la escoba tomo altura, sobre voló el mar que dividía el escondite con la playa y dejando ir la escoba como distracción cayo en la húmeda arena.

Newt tomó a Jacob y se dirigieron a Austria donde estaba Albus planeando el golpe al castillo de Numengard.
Era obvio que Newt estaba con los nervios de punta hasta que Dumbledore habló para tranquilizarlo de una vez.

- la magia más poderosa es el amor, si a ella le pasa algo tu lo sabrás de inmediato, tienen un particular tipo de amor...de esos que te conectas con esa persona hasta tal punto que pueden sentir si el otro ésta en peligroso...- dijo Albus concentrado en un libro y en un mapa del mundo.

Tina iba corriente vislumbró a la rusa que tanta cólera le provocaba, tomo su varita estaba bien aguerrida a su mano, se podía confundir en un soldado estadounidense cualquiera, pero ella tenia tanta afición y hambre de victoria que eso la hacia diferente.

Socovich lanzaba hechizos a diestra y siniestra, estaba tan concentrada en su locura que no notó a la Judía que que se escabulló atrás de ella.

Pero Molotov sí, ataco a Tina por la espalda pero noto la luz disparada por la varita con el rabillo del ojo y lo bloqueo lo que dio aviso a la soviética que también ataco a Tina y empezó el duelo.

Molotov dejo el duelo rápidamente no estaba al nivel de esas mujeres así que desaparecio y volvió a Austria.

Tina y Francesca dueliban como si mañana mismo la guerra terminaría... Era tal la rapidez de los hechizos que solo se veían luces que alucimaban a los nomag y a los aurores, hasta que recibieron ordenes de seguir con la batalla...

Tal vez ya habían pasado tres o cuatro horas cuando la batalla por tierra término, pero ese majestuoso duelo aun no culminaba .

Socovich tenia el labio partido una herida en el vientre y Tina una brecha en la ceja que tiraba sangre manchando el informe.

La rusa hizo una explosión con el hechizo reducto asiéndo que los cimientos de donde estaba Tina se desmonoraran bajo sus pies y ella empezó a caer.

Se aferró a la piedra que se había partido en dos por la explosión causando que los guantes se  rompieran en sus manos, se desprendieron de su piel y las finas piedras provocaba que se cortara varias veces, le era difícil agarrarce por la sangre que fluía por sus manos hacía que se resbala, temía por su vida hasta que vio a Socovich en el filo río...

- esta es la diferencia entre tu y yo... Tu sólo eres el auror de moda, te olvidaran en un mes después de tu muerte... Moriras en esta socia costa, asquerosa mestiza, y luego me encargare de tus bastardos hijos, gritaran por tu ayuda pero no podrás ir a salvarlos... Morirán como la mal nacida de su madre- dijo con odio la rusa.

Eso fue demasiado meterse tan siquiera por palabra con sus hijos ya era pecado, por el impulso de la ira se impulso con sus manos ensangrentadas y la tomo del cuello, el cuello de la rusa se lleno de sangre estadounidense, la estaba estrangulando,  habia olvidado la navaja de su bota si no la sovietica ya estubiera muerta, veía a esa mujer empezar a ponerse de tono azul...la mataría por tratar de metrece con sus hijos, nunca más volvería a amenazarle con la vida de sus dos hijos, quien se creía, le enseñaría que nadie...!!!NADIE!!! se meteria con sus hijos, le enceñaria que no era cualquier auror y que sabia defender a su familia... hasta que lo oyó.

-!!!TINA!!!- no lo hagas - grito Theseus- esto no eres tu- termino el inglés.

Era cierto eso no era ella la soltó y empezó a toser sin parar tomo su varita y escapó, Tina se quedo ahí viendo su manos...que estaba apuntó de hacer...

Se levanto y empezó a caminar vio al general George s. Patton, tratar de estrechar su mano pero ella negó, siguió caminando derramando pequeñas gotas de sangre.

No sanaría sus manos como escarmiento por lo que estuvo apunto de hacer, le recordaría que ella tenía que mantener la compostura, no era Queenie, ni Socovich, ni Grindelwald,ni Hitler...ella era alguien razonable.

Siguió su camino igual que los Aurores y los soldados Theseus y Sabah estaban detrás de ella murmurando...

Levantó la vista y de su bolsillo de la camisa sacó la fotografía de sus hijos y Newt...tenia que seguir adelante por ellos.