Capítulo II.
Nueve años después...—Maldición, Melanie, tú nunca quieres ayudarnos.— Se quejaba Analisa, una de sus amigas.
—Ana, déjala quieta, no es su obligación hacerlo.— Contestó Ivanna, la otra amiga.Melanie desde que entró a la secundaria tenía tres amigos; Erick, Analisa e Ivanna, Analisa era la más pegada a Mel al principio, pero ella empezó a conocer más personas y a tener su propio grupo de amigos, sólo se juntaba unos días con Mely e Iva cuando necesitaba algo, lo obtenía y se alejaba otra vez. En cambio Ivanna siempre había estado para ella, la prefería antes que a cualquier persona, incluso mucho antes que a su familia, había gente que las molestaba y les decía que eran novias, pero les daba igual, eran muy amigas y hasta amaban que pensaran que tenían algo.
—Ay, no te metas, que no estoy hablando contigo.
—Mira, Analisa, escucha bien lo que te voy a decir...
—No, Ivanna.— La interrumpió Melanie, la conocía bien y que apretara los puños y mordiera sus dientes, no eran buenas señales. —A ver, Analisa, dinero tiene mi mamá, yo no, ¿entiendes?, la casa es del marido de mi mamá, no mía. Entiende que no te voy a prestar la casa para hacer la fiesta, ni tam...
—¿Y me vas a conseguir la droga con tu tío?
—Déjame terminar de hablar, maldición.— Gruñó. —No te voy a dar drogas, tampoco alcohol. Eso es de mi tío no mío.
—Tú no sirves como amiga, nunca me ayudas con mis fiestas, pero siempre te invito para que veas lo bien que me quedan sin ti.— Ana le sacó el dedo del medio, se levantó y fue a sentarse en la mesa de su grupo de amigos.
—Que madura es... La odio.— Dijo Ivanna, con su ceño fruncido y la respiración agitada, mostrando su enojo.Melanie soltó una carcajada larga, eso muy bien se lo esperaba, siempre son así sus conversaciones con Analisa desde que se junta con esas amistades tan tóxicas.
Tuvieron un rato hablando, voltearon bruscamente a la mesa donde estaba Analisa, habían gritado todas mujeres de ahí "MALDICIÓN, TE DOY TODOS LOS HIJOS QUE QUIERAS", los hombres se quejaron y opinaron que ellos estaban más buenos, Ivanna buscó lo que estaban mirando y notó a un muchacho muy lindo que antes no habían visto por ahí, a diferencia de Mel, que se quedó mirando a Erick, el príncipe Erick le decía ella cuando antes hablaban, era el ex de Analisa, pero de vez en cuando se enredaban. En el primer año se juntaba mucho con ellas tres, la diferencia es que Melanie siempre quiso algo más con él, pero para cuando le iba a decir, ya era tarde, Analisa aún sabiendo lo mucho que le gustaba, para molestarla se hicieron novios y duraron mucho tiempo, una de las razones más grande por la que Ivanna la odia.
—¡Meeeeeeel!— La agitó con fuerza. —Tengo años llamándote y no me contestas.
—Lo siento, estaba viendo algo.— Sonrió ligeramente.
—A Erick.— Suspiró. —Olvida a ese tipo y mejor mira a esa belleza de niño que... No, qué mierda...— Esa "belleza de niño" se estaba acercando, se podía escuchar a las muchachas de la otra mesa que quedaba atrás decir "ohh, ahí viene", sus ilusiones se rompieron y ellas se quejaron cuando el chico se sentó en la mesa de Ivanna y Melanie.Un silencio incómodo invadió el momento, Ivanna y Melanie se sonrojaron y miraron fijamente al muchacho, ellas se miraron y con los ojos se hablaron, "¿no nos va a saludar?", preguntó Iva, a lo que Mel sólo alzó sus hombros, por otro lado, el interesante muchacho también las miraba, pero era como si no tuviera pena, como si fuera normal mirar a desconocidos. Y llegó Analisa a romper el silencio.
—Hola, hermoso, soy Ana, la mejor amiga de Melanie y de Ivanna.— Extendió su mano hacia él.
—¡Epa!, yo soy Diego, un placer.— Tomó su mano y la agitó, la vio sentarse a su lado cuando le soltó.
El asombro reinaba en el rostro de Ivanna, no podía creer lo descarada que era al llamarse "mejor amiga". —¿Disculpa?
—Ivanna, no.— Intentó Melanie detenerla.
—No, Mel, mucho le he aguantado hoy.— Apreró sus puños llena de rabia y se levantó de la mesa. —Primero que todo, dejaste de ser nuestra mejor amiga cuando empezaste a juntarte con esos estúpidos media neurona y empezaste a ser una desconocida cuando nos buscabas por puro interés, ¿o es que no te acuerdas de lo puta y zorra que fuiste?
Mely sabía perfectamente a lo que iba. —Ivanna, detente.— Suplicó cuando la maldad se notaba en el pálido y perfecto rostro de Analisa.
—¿Ajá?, ¿y zorra por qué?— Ana preguntó, retando a Ivanna y jugando con su cabello rojo, como si disfrutara de la maldad.
—¡¿Y todavía tienes el descaro de preguntar por qué?!— Empezó a subir mucho más la voz, teniendo toda la atención de los estudiantes. —¡Sabiendo lo que Melanie sentía por Erick fuiste y te revolcaste con él y como si no fuera suficiente eso, te hiciste su novia sin ni siquiera sentir nada por él!, te presento a una mejor amiga, Diego, a la mejor de todas.— Sus manos empezaron a sangrar, pues tenía los puños apretados con fuerza y sus largas uñas hicieron de las suyas.Melanie abrió su boca, no podía creer lo que había hecho su mejor amiga, la conocía y estaba segura de que lo hizo por rabia, pero aún así le había dolido. Rápidamente miró a Diego, estaba sin palabras, luego a Analisa, se sentía poderosa y victoriosa, se le notaba en los movimientos que hacía con sus manos sobre el cabello y su sonrisa mientras mascaba chicle, pero ahora, lo peor, con su mirada buscó a Erick, en el camino pudo ver tanta gente sorprendida y luego Erick, él era alguien increíble a pesar de su arrogancia y de lo presumido que era, le dolió mucho verle la tristeza en la cara, no debe ser fácil saber que a quien amó lo estuvo usando, entonces miró a Melanie y ahí cambió su expresión a asombro y a burla, que estúpido era.
—Bien hecho, Ivanna.— Susurró mirándola enojada, se levantó tomó sus cosas y se fue, intentando ignorar todas las miradas y lo que susurraban, incluso cómo Ivanna y Diego la llamaban.####
Ya era viernes, habían pasado sólo cuatro días desde aquél momento en el que decidió alejarse un poco de su mejor amiga y de todos, estaba realmente frustrada.
—¡Melanie!— La llamó Diego en la salida de la escuela, justo cuando iba a partir a su casa.
Volteó. —¿Sí?— Llegó hasta ella un poco cansado de lo mucho que corrió para alcanzarla.
—Hey, chama, ¿cómo estás?— Sonrió y la saludó con un beso en su mejilla. —¿Puedo hablar con vos?—
Asintió y siguieron caminando juntos.
—Primero me presento, aquella vez no pude.— Carcajeó. —Soy Diego, tengo dieciocho años y llegué hace poco aquí buscando mejor vida con mis papás.— Mostró una sonrisa.
—¿De dónde?, ¿de Argentina?— Preguntó muy curiosa. —Es que como hablas de "vos".
—No, no.— Una fuerte carcajada salió de sus labios. —Vengo de Venezuela, exactamente de un estado donde hablan diferente a los demás, Maracaibo se llama.
—¡Ay, sí!, en la escuela hay un muchacho que es de Venezuela también y siempre pasa quejándose de ese estado y sus habitantes, no sé porqué.
—Somos muy escandalosos, quizás si te ponéis a conocerme, te das cuenta. Aunque ya estoy hablando de tú y no de vos, se me ha pegado de mis vecinos.
—Bueno... Yo soy Melanie y voy a cumplir diecisiete en dos semanas, nací aquí y tengo una historia no muy agradable.— Sonrió forzada. —¿De qué me vas a hablar?
—De Ivanna.El tema de Ivanna la tenía cansada, su mamá siempre lo tocaba a pesar de no estar siempre en la casa, por lo que volteó sus ojos bastante fastidiada.
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¡Hooola!, ojalá les guste éste capítulo.
Ayúdenme a crecer compartiendo la historia, que todos puedan conocer a Melanie.
¡Besos!<3
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Amor no hay.
Romance"El amor es esa pistola con la que todos nos suicidamos alguna vez." La frase que más ama Melanie, una joven que desde sus cuatro años le tocó vivir acontecimientos horribles, desde lo más mínimo, hasta lo peor. Pero siempre existe un puntito de luz...