Creo que bis hemos pasado más de media hora sin drspegarnos el uno del otro. Somos como un puto chicle.
En este momento estamos subiendo nos a la moto.
-¿Donde me vas a llevar?-
No me resisto más, Alex después de despegar nos me ha dicho que me iba a llevar a un lugar pero no me lo quiere decir.
-¿En serio me vez con cara de decírtelo?- Me dice mirándome serio.
-Venga, porfa.- insisto acercándome a el poniendo pucheros.
Alex deja que me acerque a el y cuando creo que va a decirme el lugar me mete el casco por la cabeza dejándome atónita en el sitio mientras que veo que se da la vuelta riéndose. Se sube en la moto y me mira esperando que yo haga lo mismo.
-No voy a subir a esa cosa otra vez.- Le digo subiendo la visera del casco.
-¿ Y cómo piensas llegar? - Dice este poniéndose una mano en la barbilla como pensativo.
Me encojo de hombros.
-Andando.-
Alex suelta una carcajada.
-¿No creeras que voy a ir cargando de este preciosidad verdad?-
-Puedo andar sola.-
- Me refiero a la moto.- Dice mientras que me guiña un ojo y se ríe, ¿En que momento he podido pensar que era yo? Siento los colores subirme las mejillas y me niego a mirarlo.
-Anda sube.-
-No gracias, no pienso poner mi vida en riesgo otra vez en ese cachivache.-
No se que tiene tanta gracia, pero Alex se ríe.
-¿Que tiene tanta gracia?- Le pregunto incrédula.
- No se por que le dices cachivache a esta preciosura.- Dice acariciando la moto como si fuera su mayor tesoro. -Ya verás que acabarás cogiéndole cariño.-
Bufete.
-Si claro, y después me lío contigo.- Mierda, no se por que he dicho eso.
- Creo que lo segundo ya lo has cumplido.- Dice este soltando una carcajada, me pone de los nervios. -Anda sube antes de que sueltes otra pulmonía.-
¿Este pensaba que me iba a subir después del paseo que me ha dado hace tan solo una hora? Y como si me leyera la mente suelta.
-Ire despacio.- Dice rodando los ojos.
-¿Me lo juras?-
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-Si, pero sube ya antes de que me arrepienta.-Me subo a la moto mientras que Alex arranca, mi impulso es aferrarme a su camiseta y apretarme contra su espalda. Alex acelera pero pisando el freno haciendo que no avancemos, y así lo hace unas cuantas veces más hasta que para la moto.
-¿Ya? ¿Puedo abrir los ojos?- Pregunto todavía aferrándose a el.
-Alomejor si me agarras de otra manera y no haciendo que se me salgan los sesos por la boca, alomejor y solo alomejor llegaremos algún día.-
Abro un ojo mientras que otro lo tengo todavía cerrado y es ahy cuando me doy cuenta que no nos hemos movido ni un centímetro, poco a poco siento la vergüenza recorrer mi cuerpo y me separo de Alex y me posiciono bien en la moto, carraspeo un poco con la garganta.
-¿Lista?- Pregunta mirándome por encima del hombro.
-Si.- Respondo con un hilo de voz a lo que el responde con una carcajada.
Arranca la moto haciéndola rugir, acelera un poco despacio pero en cuanto pilla la recta vuelve a poner la moto acelerada. Lo ha echo aposta y la verdad esque no me importa, no se porque pero no me siento como antes, con miedo, me siento bien, libre, suelto una risa y creo que Alex la ha escuchado por que siento su espalda retumbar de una manera que hace cuando se ríe.
Llegamos a un lugar con muchos árboles bajamos por por un camino de tierra, Alex aparca la moto en una esquina entre dos palmeras.
Cuando ya me he bajado de la moto hago como que me he enfadado.
-Eres un mentiroso, me has jurado que no ibas a correr
-Vamos Al, sabes que te a gusta.-
Y justo en ese momento me estaba derritiendo, aparte por la sonrisa que me está dando haciendo que le aparezcan dos hoyuelos a los costado de su boca, por la forma de llamarme, lo ha dicho de una manera cariñosa y a la vez picarona, nunca nadie me avia dicho Al a secas, siempre a sido Alicia, Lecia, Ali, pero nunca Al, no me gustaba sonaba raro, pero no se por que saliendo de su boca era perfecto.
-Mentira.-
-La risilla que has soltado en medio del camino no dice lo mismo.-
Mierda, si que me ha escuchado.
-No ha sido por eso.- Miento.
-¿Te digo un secreto?- Dice acercándose a mi peligrosa mente, y antes de que pueda contestarle se acerca a mi oído. -Si mientes te crecerá la nariz como a pinocho.- Me susurra haciendo que el bello de la nuca se me rize y se me ponga la piel de gallina.
Lentamente Alex deja mi oreja rozando sus suaves labios por mi pómulo izquierdo, subo la cabeza cuando esta llegando a la boca y cierro los ojos esperando a el beso, el cual nunca llega, abro los ojos ante la ausencia de sus labios, veo que esta delante de mi intentando no reírse presionando su pulgar contra sus labios y haciendo presión entre ellos, los colores pronto suben de nuevo a mi rostro, me acerco a el y le doy un leve puñetazo.
-No tiene gracia gilipollas.- Le digo mientras me doy la vuelta para inspeccionar el lugar.
-Vamos, sabes que es broma Al.- Me dice mientras abraza por detrás apollando la cabeza an mi hombro y redeandome con las manos el vientre.
¿Como coño quiere que me enfade con el si me trata así...? No puedo es irresistible.
-Dejame.- Me ago la dura.
-Tu y yo sabemos perfectamente que eso no es lo que quieres.- Me dice en un susurro guiándome hacia un caminillo que hay entre las palmeras.
Nose como mierda resistirme a est dios griego, se nota la atracción fuerte que nos une.
-¿Estas seguro de eso?- Intento sonar tan decidida como el, pero la verdad esque no quiero ni que se separe un milímetro de mi.
- No es una cosa para echar cohetes pero nos divertiremos un poco.- Dice mostrándome el lugar donde nos ha llevado ese camino.
-Es hermoso.- Digo contemplando el lugar, y la verdad es que lo es, es un lago rodeado de montañas al que solo la luz de la luna lo ilumina, tiene unas rocas a unos costados pero la zona en la que estamos tiene arena, me quito los tenis para poder tocar la arena, y en el momento en el que mis pies tocan el tacto de la arena caliente siento que este lugar es mágico.
-¿Te gusta?-
- Me encanta.
Alex se quita también sus tenis y se aproxima a la orilla, deja sus tenis bien puestos y se quita la camiseta para ponerla en la arena y así podernos sentarnos, pero yo me quedo fascinada ante tal semejante imagen, creo que necesito un babero para la baba, su pelo alborotado, su cuerpo tonificado, los músculos bien marcados, y esos ojos, ojos que ahora mismo me están mirando, bajo la luz de la luna parecen Azul eléctrico, son imnotizantes, cualquiera se puede perder en ellos. Y es ahy cuando me doy cuenta de que me esta mirando y yo lo estoy mirando mientras que se me cae la baba, sacudo mi cabeza y me centro en este instante.