Mi madre dijo que iría a llamar a los demás para decirles que desperté, que realmente ya estoy consciente.
Lo cual me resulta verdaderamente extraño, siento que este tiempo que ha pasado, en realidad si estuve viviendo mi sueño, en el cual pude sentir hasta como descansaba. Seguirá siendo muy extraño.
Sonreí al ver a mi madre entrar nuevamente. ¿Y papá? me pregunte a mi misma.
Como es que puedo estar tan solemnemente tranquila cuando parece que han estado pasando demasiadas cosas y simplemente yo me lo he perdido todo.
-Tengo que aclarar varias cosas antes de que entre.- ella me sonrió.
-Adelante, que por ello soy tu madre.
-¿Y papá?
-Fue un brutal accidente.- abrí mis ojos a tope.
-¿¡¡¡MAMÁ!!!?- sentí dolor acomodándose en mi garganta.
-Tuvieron un accidente de auto hace dos semanas mi vida, él te llevaba hacia la clínica en donde estabas llevando el control...
-¿Embarazo?- ella negó.-Pero si... para estar embarazada, debería de estar casada. ¡Ese era el plan desde el principio!- ella sonrió mientras se limpio nuevamente las lagrimas.
-Si hija, eres madre de dos bellas y angelicales criaturas.- de sus ojos escurrían lagrimas que de por si, claro que si me estaban dejando consternada.
-Voltea a ver hacia allá.- seguí la dirección que con sus dedos estaba señalando hacia la parte opuesta de la habitación.- Esos son los cuneros en donde tus hijos han estado descansando.
-¿Están bien?- pregunté.- Haz dicho que fue un brutal accidente...
-Lo fue y por eso...
-Estoy en un hospital...- hubo un silencio tan inexplicable e intangible en la habitación que mi madre solo desvió la mirada-¿Mamá?- las alarmas en mi cabeza se encendieron.-¿que fecha estamos?
-5 de agosto, viernes- dijo en un susurro.
-Me lo vas a explicar o tengo que preguntarte- sugerí.
-Okay, quien sabe que sucedió es: Kendal- abrí mis ojos un poco más.- ¿no lo recuerdas?- la vi a los ojos.
-No se supone han pasado más o menos más de un mes después de que Nana murió.
-¡Libra nos, señor, de todo mal! ¡tu nana esta afuera!
Conciencia...
Lo sé, algo esta muy mal aquí.
-¿Cuanto...
-Casi dos semanas, tu cumpleaños esta próximo.
-Eso parece.- dije pensativa...- el 20 de agosto- asegure y ella sonrió. Lleve mis manos sobre mi vientre, sintiendo la sensación extraña, tengo de una sutura en proceso de cicatrizar, cesárea; fue una cesárea .-No recuerdo a nadie que se llamé así, ¿Kendal?- me pregunté en voz alta.
-Le diré que pase para que pueda explicarte.
-De acuerdo.
Me observé... devolví la vista a las pequeñas camas, son blancas. ¿Habré tenido dos niñas o dos niños?
"Entra con ella, no deja a los niños"
La voz de mi madre se coló por la puerta..."Pero ella querrá verlos"
Esa voz causó cosquillas en mi abdomen...Hubo un silencio y mi madre acompañada de un hombre muy alto entraron, las cobijas de los bebes eran blancas...
-Déjenlos conmigo...-les pedí y ambos antes de hacer el movimiento preciso y dejarlos sobre sus pequeños cuneros, voltearon a verme.
Evite por inercia la mirada de él, porque me hace sentir demasiado segura.
-¿Estas segura?- pregunto mi madre.
-Si no lo estuviera no lo pidiera, Maria Elena.- sus voz sigue causando estragos.
-Pero están dormidos.
-Mamá...- mi voz fue sugerente.
-Suegra solo déjelos, están seguros con sus padres.- ella dudosa coloco a uno de mis bebes a mi lado.
-Me avisan si necesitan ayuda...
-Claro, gracias mamá.- le sonreí sincera con los ojos llorosos.
-Gracias suegra.- él habló y ella se retiro de la habitación.
-Tienes frió, ¿cierto?- voz áspera pero melódica me hizo dirigir mi mirada hacia donde provenía.
-No, no tengo frío; gracias.- él sonrió.
-Puedo estar feliz con la vista de tus pezones erizados a través de la tela de la bata, mejor cúbrete, respeto mi amor hacia ti y eso me hace respetarte aun más a ti.
-Anda, eres romántico.
-Eso ya lo sabias.- alce una ceja. Él se acerco con cautela y dejo a bebe al lado del la niña, quien se estremeció con el movimiento.
-¿Por qué mi madre dice que nos conocemos?- él alzó una ceja, esta vez.
-Porque somos esposos, seis años atrás...
Retuve mi respiración.
Uno de los bebes se movió, la niña quien ya cuenta con sus pequeñas orejitas horadadas se rió entre sueños.
-Así es corazón, mami ya esta contigo.- le hable mientras con mis dedos acaricie su rostro.
-¿Ah? ¿Casada? ¿Estamos casados?- él sacó de su bolsa dos anillos a juego. Un breve recuerdo de una fiesta en un jardín se dibujo en mi mente-Pero si no te recuerdo. - él se limito a sonreír.
-¿Quieres que te lo explique?- sonreí.
-Por favor...
-Nos conocimos cuando dejaste a Albert en ese restaurante en donde escupiste el vino sobre mi camisa... hace seis años y medio... ¿recuerdas?- ante mi falta de respuesta sobre su interrogante, prosiguió- tenemos a dos lindos bebes: Nate y Hildegart.- sonrió y una sola lagrima rodó por su mejilla derecha.
-¿Soy madre? ¿madre de tus hijos?
-Okay, esto será un difícil proceso, pero saldremos de esto. Lo prometo.- su voz se quebró.
-Eres tan guapo, recuerdo conocerte en aquel restaurante.- sonreí- tus ojos siempre van a ser luz...
-En donde quiera que estés.- completo mi frase.- nunca me cansaré de escucharte decir eso.
-Y creo que no me cansaré de ver tus ojos, jamás.- él se sentó en la camilla a mi lado y por inercia me apegue a su cuerpo.- ¿de verdad nos casamos?- su sonrisa sigue siendo triste.
-Pues si, tu vestido era hermoso.- sus ojos se encontraban completamente llenos de lagrimas...
-Lo recuerdo, era corte princesa, escote en V en la espalda y de mangas de encaje, es uno de los mejores diseños que he realizado.
-Si, era divino...- sus ojos se quedaron clavados en los míos, la mirada más llena de vida y esperanzada se coló en esos ojos azul oscuro, sonreí para compensar el mal momento que ha estado pasando.
-No recuerdo todo pero mientras estuve inconsciente te soñé, creo que mezclé muchas cosas, sabes que de repente...
-eres creativa... lo entiendo.- me interrumpió.