Parté Unicá.

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Un día como cualquiera, el día era nublado por las nubes de la lluvia caía con fuerza en la ciudad de miyagi, se podia ver como la mayoria de las personas corrían buscando refugio o caminabán apresurados con un paraguas evitando que se mojarán de más en aquella tarde... pero ciertó pelinaranjo se encontrabá bajo la fuerte lluvia, mirabá perdidamenté el suelo con los puños apretados, solo distingia los pies de las personas y escuchabá las pisadas de cada una de la gente a su alrededor, cuales buscabán refugio de la fuerte lluvia, se encontrabá sentadó en una de las bancas del parque, nuevamente miró el gran reloj del parque, cuál marcabá ya las 7 de la noche, suspiró por decima vez en esas horas, sin más acomodó sus codos en sus rodillas, sus manos las acomodo enfrente de su rostro con la mirada gacha, a pocos que pasabá mirabán confundidos al chico, pero le restarón importancia ya que deseaban llegar rapidamenté a su hogar... un hipido y muy bajo sollozo se logro escuchar del menor, el cuál simplementé esperaba que la lluvia se detuviese con una muy, pero nuy pequeña pisca de esperanza de que cierto azabache aparecierá o al menos le llamará dandolé una explicación, al menos esperó una hora más, hasta que finalmenté se podia distinguir como la lluvia disminuia un poco, pero seguia siendo bastanté fuerte, soltó nuevamenté un suspiró y sin más que decir se levantó de aquel lugar, para sin más comenzar a caminar, sentia su cuerpo afligido , el frio era demasiado fuerte, además de que la lluvia no se detenia, sin palabra alguna.

Al paso de casi una hora caminando logró llegar a su hogar, donde vío como todas las luces estabán apagadas... agradecia profundamenté que su familia no se encontrará en casa , bueno aunque su familia no tuvo problemas en dejarlé estar solo, al menos en ese fin de semana, ya que estando solo no lo verián en tal estado, ese fin de semana sus padres habian ido con su hermanita a visitar a sus abuelos lejanos que estabán en las afueras de tokio, sin más entró a su hogar, al entrar solo cerró la puerta detrás de el, para quitarsé sus tenis deportivos, cuales estabán completamenté empapados por la lluvia.

_ Ya he llegado... -susurró el pelinaranjo con un hilo de voz.

El pelinaranjo sabia que no recibiria respuesta alguna, a lo que sin más entró para caminar hacia las escaleras que dabán al segundo piso en un silencio total, camino directamenté a su habitación, el cuál que se encontrabá en el corto pasillo de las escaleras, del lado izquierdo, al ingresar solo dio otro bajo suspiró, para sin más despojarse de su ropa humeda dejandolá en una esquina de su habitación, quedando solo en ropa interior, al hacerló busco solo una blusa la cuál le quedaba algo grande escondiendo su unicá ropa que le cubria abajo, busco una toalla para secar su anaranjado cabello, cuál aun se encontrabá totalmenté empapado por la lluvia, secandoló poco, pero no lo suficiente... además siendo sabado realmenté no le importó estar asi, además no se preocupaba... aunque estuvo al menos tres horas y media bajo la lluvia , sentia el frio de su cuerpo, a lo que solo se recostó en su cama y con sus mismos brazsos cubrio sus ojos achocolatados, cuales estabán comenzando a aguadarsé y cristalizarsé por las insensante necesidad de llorar que tenia.

- Beep... beep... beep

Se escuchó el tonó de llamada del movil del pelinaranjo, el cuál se encontraba aun en el bolsillo de la chamarra que aun se encontrabá mojado, al escucharló solo se levantó de su cama sentandosé en esta... pero pocos segundos después se dejarón de escuchar, a lo que no hizo caso y se volvierá a recostar en su cama, suspiró y abrazo una de sus almohadas de figura de zorro, lo apretó con insistencia y sin poder evitarló solo sollozos se dejarón escuchar, escondia su rostro en la almohada, los segundos pasarón para dar inicio a sollozos y hipidos más fuertes, el cuerpo tembloroso del pelinaranjo, mientrás se podia ver entre abierta la pequeña (no tantó) ventana de la habitación del pelinaranjo, dejando paso al frio viento que soplaba, se podia escuchar perfectamenté la lluvia que aun caía sin la intención de detenersé al menos esa noche o hasta la siguiente mañana.

Lo Siento Shoyo [KageHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora