Capítulo Extra

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Después de haber sido dada de alta en el hospital, fui a mí casa a empacar de manera rápida mis cosas, solo guardé lo más escencial e importante como papeles y algunas prendas de vestir.
Lágrimas rodaban por mis mejillas mientras decidía entre irme o quedarme, me preguntaba si podría vivir sin Yoongi, mi esposo, ¿seré capaz de superar esto sola? Pues el también había perdido a un hijo.

Después de terminar de empacar, me puse a observar el álbum de fotos, una tortura lo sé, pero estaba pensando en qué desición tomaría.
La evolución de las fotos me hizo recordar lo mal que me trató Yoongi, ¿alguna vez me amo de verdad? Siempre me trató con la punta del pie, y aún así no sabía si quedarme a su lado para ayudarlo a superar esto, tenía miedo de que cuando se olvidará de todo esto volviera a engañarme, y una segunda vez para mí sería demasiado.
Solté un suspiro y coloqué el álbum en el cajón, colgué mi bolsa y jale la maleta para salir de ese lugar, mientras salía, con mi mirada recorría cada rincón de mi casa, la casa que compartí con el hombre que tanto amo. Después de todo decidí irme y llevarme un leve recuerdo de lo bueno que vivimos juntos, lo perdone, y quise guardar el amor que le tengo, si seguíamos juntos... Algún día ese amor se convertiría en odio.
Llamé a un taxi y espere a que llegará, en cuanto llegó me subí y le dije que me llevará al aeropuerto, comenzó a avanzar y con cada segundo que transcurría el corazón se me partía, no quise voltear hacia atrás, pues si lo hacía, cabía la posibilidad de arrepentirme y regresar.

T/N: Espero que seas feliz Yoongi, te amo...

Una última lágrima rodo por mi rostro, hoy había dado un gran paso para lograr superar este trauma.

[...]

Hacia un frío tremendo, no tenía dinero como para malgastar y para mí jodida suerte solo había empacado un suéter muy delgado. Con los ojos hinchados de tanto llorar, ojeras de oso panda adornando mi cara y temblando de frío me formé para comprar mi boleto de avión con destino a Seúl. Una anciana que estaba adelante de mi comenzó a hacerme la plática.

Anciana: ¿Te encuentras bien querida?-me miró preocupada

T/N: Estoy bien gracias-le sonreí.

Anciana: No lo parece, estás temblando, y tus ojos me indican que has llorado. Soy vieja y sabía así que no me engañes-me dijo algo molesta, tenía un tono protector.

T/N: Talvez... Hoy no ha sido mi día-dije bajando la voz, tenía ganas de llorar de nuevo.

Antes de que pudiera contestarme, le llamaron para atenderla.
Luego pase yo, compré el boleto con el dinero que llevaba y me senté en una banca a esperar, aún faltaban 20 minutos, el sonido de mí estómago me recordó que no he podido comer nada más que esa horrible comida de hospital, revise el dinero que me sobraba, aún debía pagar mi hospedaje para el hotel donde me quedaría... Talvez mañana tenga oportunidad de comer algo.

Pasajeros con destino a Corea del sur, favor de abordar el avión.

Me levanté de la banca y me dirigí al lugar para revisión de boletos, después de ello subí al avión y tome asiento en mi lugar. Estaba tan agotada que no pasaron ni cinco minutos cuando yo ya había caído presa del sueño.

[...]

Llegué a mi destino y me desabroché el cinturón de seguridad, tomé mi bolso y comencé a bajar del avión.
Salí del aeropuerto y comencé a caminar sin rumbo algo, debía parecer zombie por mi estado tan demacrado y las miradas que recibía de las personas a mí alrededor me lo confirmaban.
Iba pasando por un callejón cuando de repente siento como empiezan a tironear de mi bolso, reaccione tarde pues la persona ya estaba demasiado lejos como para hacer algo, me sentía pequeña e indefensa, ¿Qué iba a hacer ahora? En la bolsa iba mi dinero y mi celular, y si creía que mi día no podía ser peor, llorando a la orilla de la calle fui bañada por un carro que pasó a una velocidad lo suficientemente fuerte como para hacer que el charco de agua me mojara, del enojo, lance mi maleta al callejón y seguí caminando, llegué a un puente y me detuve a mirar cómo fluía el agua, noté como pequeñas gotas caían y comenzaban a mezclarse con el río, levanté la vista y me di cuenta que había comenzado a llover. El cielo estaba llorando conmigo, y mi mente se nublo, solo podía pensar en mí bebé, yo no estaría aquí si el hubiera sobrevivido... ¿Cómo habría sido su rostro? ¿Podría volver a ser feliz? ¿Alguna vez, realmente lo fui? Harta de no tener respuestas concretas a mis miles de preguntas, subí al borde del puente, tenía miedo, no sabía lo que estaba haciendo. Cuándo me decidí a dar el salto que daría fin a mí existencia, alguien me agarró la mano impidiendo mi caída, levanté la vista y era un chico castaño.

T/N: ¡Suéltame! No puedo seguir viviendo-le grité llorando.

Xx: No puedo soltarte, no permitiré que acabes con tu vida. Sea cual sea el motivo, piénsalo bien, mereces vivir...-me dijo con miedo.

Sentí como comenzaba a jalar, pronto caí encima de él cuando estuvimos ambos en el puente. Le miré con enojo, era un completo extraño y ya se creía con derecho a meterse en mis asuntos, aunque muy en el fondo le agradecía el haberme salvado, ambos nos levantamos, el chico hizo una reverencia y se disculpó muchas veces, le dije que estaba bien pues el enojo ya se me había pasado. Después de un rato la lluvia paro y el chico esperaba a que talvez le dijera algo, al no obtener respuesta hablo primero.

Xx: ¿No eres de aquí cierto?

T/N: No... ¿Cómo lo sabes?

Xx: Porque todos en el pueblo saben que este río no tiene ni un metro de hondo-rió un poco.

Me puse roja como tomate, eso se escuchaba muy cómico, pero no estaba de humor como para reír.

T/N: Estaba en un momento de pánico, pero gracias por ayudarme-le miré triste.

Xx: Estás enojada y hace un frío tremendo, ¿En qué hotel te hospedas?
Te acompañaré, es más seguro-me miró preocupado.

Me daba vergüenza admitir que no tenía nada y que estaba perdida, pero si le mentía probablemente pasaría la noche en la calle, no era un buen plan que digamos...

T/N: En cuanto llegué me asaltaron y no tuve tiempo de alquilar un cuarto o algo. Además estoy perdida, nunca había estado en esta ciudad...

Bueno, no fue tan difícil, pero la incomodidad se hizo presente, no quería que sintiera lástima por mí.
Sentí como colocaba su chaqueta en mis hombros, le miré y el solo sonrió. Podría jurar que su sonrisa es de lo más hermosa... Después de verle sonreír, mi corazón se sintió tranquilo, por haberme ayudado le veía como ese pequeño rayo de sol que se cuela por las nubes después de la tormenta...

Xx: Me llamo Jung Hoseok...

Posiblemente haga un Extra 2 de la historia de amor entre Hobi bebé y T/N.
Hay, estaba un poco bloqueada, por eso lo escribí corto JAJA
Mañana corrijo mis faltas, es que ya tengo sueño (╥﹏╥)
P.D Gracias a los que leen mi historia <( ̄︶ ̄)>

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