21.10.2018

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3:57 am

Caló mi espíritu al mirar lo que incitara antaño a alegría y regocijo, un reflejo bañado en lamentos por ausencias.
Por vez primera me di cuenta que por las madrugadas me acompañaba un muro: liso e imponente separándome del resto.
Empequeñecía la vida al pensarla sin ti, alargábance los sollozos al verte del otro lado, con la distancia de las engorrosas ceremonias y "lo correcto", y la cercanía de la humanidad interior pero oculta.
Sabía quién eras.
Las palabras a oscuridad volvían y con sus ecos hacían temblar las paredes, corta era la meditación y más amargo el trago. Lo que épocas atrás nos dejaba extasiados, ahora nos tiraba por un barranco considerando más el reposo final que la caída.
En eso nos habíamos convertidos.

NocturnesWhere stories live. Discover now