PELIGROSO DESEO || LIBRO 1 +18 [✓]

‣ Advertencias y Prólogo

⚠️ ATENCIÓN ⚠️

Está historia contiene:

✓ Lenguaje obsceno.

✓ Escenas con violencia y/o agresiones.

✓ Escenas con contenido adulto. 

De preferencia por favor, ten más de dieciocho años para leerla. Quedas avisado y es bajo tu propia responsabilidad.



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PRÓLOGO

Ella.
26 de Mayo, 2019. 
Bar, Jungla. 
5:16 pm

Mis dedos tocan el folder arenoso con curiosidad y mi atenta mirada repasa una y otra vez las facciones de la fotografía polaroid en donde se encuentra una chica pelirroja en la parte exterior derecha. Su cabello rojizo naranjoso es demasiado llamativo, tanto así que me quedó más segundos de los que me gustaría mirando los rizos esponjosos más alborotados que alguna vez haya visto en mi vida. Son como una explosión, una cascada de lava descendiendo por sus hombros y que se pierden por el borde de la foto. Parpadeo. Mis ojos se deslizan a los de ella, son grandes y brillantes como los de una muñeca, azules grisáceos quizá o tal vez verdes no puedo decir con exactitud el pigmento abunda en sus pupilas, la fotografía tiene esa opacidad que provoca que sus ojos se vean del mismo color del fondo y no me deja ver con claridad el color verdadero que los envuelve. Su cara se compone de una serie de facciones finas que la hacen ver demasiado linda, labios pequeños pero rosados, nariz respingada y pequeña. Su piel pálida hace que todo en ella contraste a la perfección resaltando las pecas apenas existentes en su rostro pero que le dan ese toque de ser una chica dulce, y la sonrisa tan natural me lo confirma.

¿Qué hará una chica como está en la mira de mi padre?

Entorno los ojos dándole un último repaso y suspiro al tiempo que levanto la vista para encontrarme con mi padre con un puro entre los labios y esa expresión de impaciencia en su rostro a la espera de que mi hermano o yo le digamos algo respecto a esto que nos ha dado, que a decir verdad no entiendo que es lo quiere que adivine si sólo tenemos una fotografía metida en un folder amarillento. 

— ¿Nos estás jugando una puta broma, qué se supone que haré con una foto? —Espeta con irritación mi hermano aun lado de mí, dejando caer con fuerza la fotografía y levantándose con brusquedad de la silla. —, yo no vine aquí a perder mi tiempo, tengo trabajo más importante que hacer.

Mi padre exhala el humo del puro y suelta una risa amarga.

—Si quieres irte, hazlo, no tengo problema alguno. —Se encoje de hombros mostrando indiferencia, pero esas simples palabras sentencian a Adam a no mover un solo musculo de su cuerpo, ambos sabemos que si nos retiramos de lo que sea que haya planeado, nos irá mal. Demasiado mal. —, pero si fuera tú, me quedaría hasta el final. Hay cartas sobre esta mesa que quiero que juegues hasta ganar, claro con ayuda de tu hermano. —Agita el puro en mi dirección.

Él gruñe enfurruñado, toma el folder y se sienta de mala gana en la silla.

—Menuda mierda. —Sisea.

Suelto el aire y vuelvo la mirada a mi padre.

— ¿Qué hizo ella para estar en tu radar? —Saco la fotografía y la dejo sobre la mesa en mitad de los dos.

Él se ríe con notable amargura y niega.

—Nada, pero por uno pagan todos, —Su rostro toma una expresión dura y divertida que no me sorprende. —, así son las reglas de mi juego.