Jack frost, un guardian enamorado

Un Corazón Herido Es Más Fuerte

CAPÍTULO V : ELSA

-Elsa, ¿sabes quien es Jack Frost? - me pregunto Anna curiosa mientras caminábamos en dirección a la casa de kristof.

-Se quien es - hice una pequeña pausa y mire al cielo intentado recordar la última vez que había oído ese nombre- Es un joven de uno de los cuentos populares de Arendell.

-Cierto, pero... ¿Tú crees que sea real?

-Anna, ¿A que viene ese interes por los cuentos infantiles? - pregunte algo confusa.

-Solo - Se quedó callada un segundo y bajo la mirada - Es simple curiosidad, ¿Que más sabes de él?

-Pues, padre decía que jack frost traía el invierno y hacia que todo se cubriera de un manto de nieve - hice un pequeño movimiento con las manos y una bola de nieve apareció - Pero, también decía que jack nunca venía a Arendell porque aquí ya tenían a alguien que hacía su trabajo.

-Cierto - Anna tapo un poco su boca y dio una pequeña carcajada.

-Lo poco que se solo, sale de los libros que están en la biblioteca de palacio y de lo que me contaba nuestro padre - dije cabizbaja - la verdad es que nunca preste atención a los cuentos.

-Oh - dio un suspiro - ¿Y no crees en él?

-No, no puedo creer en alguien a quien no he visto jamás. - conteste seria.

-De acuerdo... - la vi un poco triste y desanimada.

-¿Porqué te preocupa tanto? - pregunte intentando saber que era lo que le rondaba por la cabeza a mi pequeña hermana.

-Yo creo... - dijo mirándome a los ojos. Jamás la había visto tan seria y la verdad me preocupaba esa actitud.

-¿ En Jack Frost? - Era obvia la respuesta, pero aún así pregunte.

-¿Porqué no creer? - sonrió levemente y sostuvo mi mano.

-Porque no es real, es solo un cuento, una invensión de alguien - apreté su mano con ternura y la mire seria.

-... Elsa... No digas eso - Observe que Anna no me miraba directamente a mi, sino a un lado. Se la veía preocupada y realmente triste.

-Anna, ¿Porqué te pones así? solo he dicho la verdad.

-Por favor Elsa, para... - aparto mi mano.

-No me parece correcto que te pongas de ese modo Anna- dije molesta.

-Lo que no es correcto es que hieras los sentimientos ajenos.

-Pero si no he hecho nada más que decir la verdad.

-Jack Frost existe... - Me empecé a preocupar por las fantasías de Anna.

-¿Te parece si dejamos el tema?

-De acuerdo - dijo a regañadientes.

Caminamos en silencio durante día hora hasta llegar a la casa de kristof.

Tocamos la puerta, pero nadie respondió, tocamos una segunda vez y al fin se abrió la puerta.

Un muchacho alto y de pelo rubio nos recibía con una sonrisa cálida.

-Cuanto tiempo su majestad - hizo una reverencia.

-Sabes que no es necesario que hagas eso kristof - dije riendo - Ya casi formas parte de nuestra familia.

Anna se sonrojo y me dio un ligero codazo.

-¿Que las trae por aquí? - pregunto saliendo de la casa y cerrando la puerta.

- Anna me convenció de venir a verte- la señale ya que estaba detrás de mi.

-ja ja ja ja ja ja ja - Se acerco a Anna y la alzó de la cintura.

-kristof - dijo ella más alegre.

Al ver eso me sentí un poco extraña, y no pude evitar preguntarme en si yo tendría eso con alguien. Mire de nuevo al cielo intentado imaginar como seria mi chico ideal, pero no supe porque solo pensaba en un nombre "jack frost". ¿Porqué pensaba en él? Un ser imaginario que podía controlar la nieve y el hielo. Pero tal vez eso es por lo que me gustaba su historia, porque él era como yo.

Por un segundo el corazón se sentía herido por la soledad que sentía al no conocer a nadie que tuviera el mismo u otro don. Pero recordé algo que me habían dicho tiempo atrás.

"Un Corazón Herido Es Más Fuerte"

-Y esa fuerza la usare para proteger a mi Reino - susurre.

- ¿Has dicho algo? - pregunto Anna confundida.

Negué con la cabeza.

-¿A donde queréis ir ahora? - pregunte intentando evadir mis pensamientos.

-¿Porque no vamos a escuchar a la orquesta del Reino? - pregunto kristof alegre.

-Si si, vamos a eso - ambos me miraron comí si buscarán mi aprobación.

-Por supuesto. - conteste.

-Yo os guió, no está lejos de aquí el lugar donde tocan- dijo kristof

-Muy bien, andando.

Caminamos un par de pasos y ya habíamos llegado. Había mucha gente bailando y comiendo, los músicos tocaban alegremente hasta que nos vieron llegar.

-¡Reina Elsa! ¡Princesa Anna! - Gritaron todos.

-Continúen, venimos a escucharlos tocar - dije sonriente.

-Lo que usted diga su majestad - dijo uno de ellos haciendo una señal a sus compañeros de que continuacen tocando.

-Kristof, ¿podrías traernos algo para beber? - dijo Anna.

-Claro, ahora vuelvo- se dirigió a donde una señora servía unas garrafas de cerveza y vino.

-Elsa,... - la voz de Anna era casi un murmullo.

-¿Si?

-Sobre lo de antes...

-Tranquila.

-...

-Solo diviértete y no pienses.

La agarre del brazo y la saque a bailar. Las personas nos aplaudían y reían.

Bailamos hasta que el sol se puso, Anna y yo volvimos al palacio y kristof volvio a su casa,me despedí de Anna y me encerre en mi habitación feliz y a la vez cansada.

-Jack Frost... - susurre, desde que Anna lo había mencionado no me lo quitaba de la cabeza. Era como si jack se hubiera instalado en mis pensamientos en contra de mi voluntad, pero a pesar de eso no me molestaba en lo más mínimo. De hecho empecé a pesar que me alegraría mucho si en verdad existiese, ya que no me sentiría tan sola.