Luto forzado

Se puede ver a un chico de escasos diecisiete años caminar entre las calles concurridas de Queens, la mirada clavada al piso, el cabello alborotado, unos jeans desgastados a juego de la sudadera gris y enorme que lleva puesta, a cuestas la característica mochila y un magnifico ramo de rosas sostenido con firmeza, como buen acompañante a su estado de animo el clima le favorece con una lluvia tenue pero constante...

Cada cosa que habita en este planeta me recuerda a ti, supongo que parte del hecho que por ti muchas personas regresamos a este lugar...

Parece que camina sin rumbo alguno, hasta que logra colarse en el metro entre la multitud de gente que busca llegar a un destino, algunos contentos, otros enfurecidos y otras personas simplemente robando oxigeno a los demás...

Aún recuerdo la primera vez que te vi, en el sofá de la sala de estar, junto a la tía May, de todas las posibilidades o probabilidades que alguna vez pude fantasear, estabas ahí frente a mí, a punto de ofrecerme una oportunidad que no pensé llegar a tener...

De una u otra forma mi pobre corazón de adolescente empezó a sucumbir ante tus encantos naturales, ese sentido del humor tan particular y esa sonrisa que me dedicabas cuando algo que yo hacía te parecía lindo o ingenuo...

-Y bien niño ¿qué te parece el prototipo de tu nuevo traje? – el aludido solo atinó a sonreír y morderse nerviosamente el labio inferior, para posteriormente perderse en aquella mirada color caramelo que lo hacia suspirar al llegar a casa, él mayor le revuelve el cabello en un gesto de cariño, lo toma en un abrazo afectuoso -tienes que hablar mocoso, sino, creeré que no te gustan mis regalos- -es perfecto señor Stark-

Le diste un nuevo rumbo a mi vida, me apoyaste a cada segundo desde la primera aparición que tuviste en mi vida, me protegiste y me ayudaste a crecer en aspectos como la responsabilidad y redescubrirme como un "super héroe" ...

Quien diría que aquel hombre que solo vivía de fiesta en fiesta y con serios problemas de alcoholismo se sacrificaría por tantos desconocidos... y también por mi...

Es un secreto a voces entre los vengadores que nuestra fotografía de fachada fue la que te inspiró para volver a luchar...

Tony se encontraba secando la loza tras la visita sorpresiva de Steve, Natasha y Scott, tenia muchas cosas que pensar aunque sus palabras habían sido un tajante y rotundo no ante la propuesta de quienes fueron sus amigos en algún momento, bueno a excepción del hombre hormiga, ahora tenia una familia, no podía pedir nada más... Hasta que su mirada tropezó con esa fotografía que terminó siendo cubierta por unos vasos mal acomodados, su corazón latió frenéticamente al topar con aquel chico que le había hecho sonreír sinceramente en mas de una ocasión y la idea resurgió... ¿Podremos hacer la diferencia? ¿debo luchar?

Me culpo por no hacer nada aquel día en que te vi morir, se que fue tu decisión y que algo había del destino en ese acto de heroísmo que realizaste, pero no puedo evitar este sentimiento de egoísmo a raíz del dolor profundo que me provoca que no estés aquí, el haberte perdido ¡Oh Tony!, me perfora el corazón a cada segundo que respiro...

Las lagrimas ceden cada vez más rápido, no porque este superando el que ya no estés, sino porque me estoy quedando sin lagrimas que dar a este luto profundo que llevaré a cuestas toda mi vida o lo que esta dure, porque hay días que juro que quisiera acabar con esto que me esta martirizando y poder encontrarme contigo en donde quiera que vayan las almas, si es que en realidad existe...

Volver a tus cálidos abrazos, a veces ese recuerdo me hace sonreír, cuando me dijiste que aún no estábamos en ese nivel de confianza, fue cuando volvimos de Alemania y aun te llamaba señor Stark, antes de descubrir mis sentimientos hacia mí, mucho antes de imaginar que corresponderías...